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La ciencia propone solución definitiva a la extinción de animales: tiene que ver con modificaciones genéticas

Con ciertas modificaciones en el ADN de las especies se podría mejorar su capacidad de sobrevivir a entornos cambiantes o resistir a enfermedades.

. Foto: Archivo particular

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Periodista de SaludActualizado:
La genética ofrece herramientas poderosas para abordar la extinción de animales, un problema que afecta la biodiversidad global. A través de la manipulación genética y las biotecnologías avanzadas, los científicos están explorando maneras de conservar y revitalizar especies en peligro de extinción, e incluso revivir aquellas que ya han desaparecido.
Durante decenas de millones de años Australia ha sido un campo de juego para la evolución. Esto debido a que casi la mitad de las aves de ese continente y aproximadamente el 90 por ciento de sus mamíferos, reptiles y ranas, no se encuentran en ninguna otra parte del planeta.

Imagen únicamente ilustrativa.  Foto:Cortesía ProColombia

Este lugar de la tierra, científicos le apuestan a la preservación de la diversidad genética ahora más que nunca. “Estamos buscando soluciones en un mundo alterado”, dijo Dan Harley, ecologista senior de Zoos Victoria en Australia, una organización de conservación de vida silvestre. “Hay que correr riesgos y ser audaces", mencionó el experto que le apuesta a preservar las criaturas salvajes tan y como son.
Lo cierto es que mantener una amplia variabilidad genética dentro de las poblaciones es crucial para la supervivencia de las especies, ya que les permite adaptarse a cambios en su entorno y resistir enfermedades. Los científicos pueden usar tecnologías como la secuenciación del ADN para identificar individuos con características genéticas valiosas y diseñar programas de reproducción que maximicen la diversidad genética en poblaciones en peligro.
La periodista de ciencia Emily Anthes, quien escribió sobre el tema en The New York Times, puso como ejemplo el caso del mielero con casco, un ave notable por su llamativa mancha amarilla en la frente y su ruidoso graznido. Este ejemplar ha habitado los bosques pantanosos de Victoria por años. Sin embargo, la destrucción de su hábitat por parte de los humanos y los incendios forestales redujo su población a solo 50 individuos en 1989, concentrados en la Reserva de Conservación Natural de Yellingbo.
Los esfuerzos de conservación, incluidos programas de cría en cautiverio en Healesville Sanctuary, lograron que la especie sobreviviera. Sin embargo, la limitada diversidad genética entre los pocos sobrevivientes resultó en endogamia, un problema común en especies en peligro. 
Paul Sunnucks, genetista de vida silvestre de la Universidad Monash de Melbourne, señaló que las aves tenían pocas opciones de apareamiento, lo que incrementó la acumulación de mutaciones perjudiciales y redujo significativamente la descendencia y longevidad de las hembras.
El caso del mielero con casco es particularmente grave; sin intervención, podría ser arrastrado hacia un "vórtice de extinción". Según Alexandra Pavlova, ecologista evolutiva de Monash, es urgente implementar nuevas estrategias para salvar a la especie. 

Un koala rescatado por el equipo de bomberos en Hawkesbury, Nueva Gales del Sur, en Australia. Foto:Facebook de NSW RFS - Hawkesbury District

De ahí que la genética es esencial, pero además su desarrollo se extiende hasta la clonación y la ingeniería genética. A través de la clonación, es posible crear individuos a partir del material genético de especies que se encuentran al borde de la extinción, aumentando así su número. 
Un ejemplo de esto es el clon del bucardo, un tipo de cabra salvaje que fue extinta y luego revivida brevemente gracias a la clonación. Aunque estos esfuerzos todavía enfrentan desafíos, como la limitación de la variabilidad genética, representan un avance significativo en la conservación.
Por otro lado, está la edición genética, donde se pueden introducir modificaciones en el ADN de las especies para mejorar su capacidad de sobrevivir en entornos cambiantes o resistir enfermedades. Por ejemplo, se podrían crear variantes genéticas que sean más resistentes a ciertos virus o adaptadas a nuevas condiciones climáticas. Esta tecnología, aunque todavía en desarrollo, podría ser clave para asegurar la supervivencia de especies en riesgo.
Finalmente, cabe mencionar que la genética también puede contribuir a la resurrección de especies extintas, un campo conocido como de-extinción. Utilizando ADN de especies extintas, los científicos pueden intentar recrear estas especies o, al menos, híbridos con especies cercanas. Aunque esto plantea desafíos éticos y técnicos, tiene el potencial de recuperar animales que han desaparecido debido a la actividad humana.

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