'Como perros y gatos' es un dicho popular que describe a dos individuos que no se llevan bien. Y es que hay una creencia generalizada que apunta a que ambas especies tienen una enemistad biológica que no les permite convivir en paz y armonía.
Aunque sí hay una tendencia instintiva a que felinos y caninos tengan una relación de agresiones, que se debe a sus instintos y personalidades diferentes, es una cuestión que no condiciona su comportamiento.
Al ser animales domésticos, pueden ser educados para llevarse bien y no presentar mayores tensiones.
Le contamos algunos consejos del medio especializado 'Experto animal' para lograr este objetivo.
Los primeros encuentros son claves
En principio, es recomendable que tanto el perro como el gato estén en sus primeras etapas de vida cuando se conozcan, es decir, que sean cachorros. Así es mucho más fácil que congenien y que se acostumbren rápido a la presencia del otro.
Los perros y los gatos no se entienden. Esto debido a que los patrones de comportamiento en ambas especies es muy distinto. Foto:iStock
Ahora, el primer encuentro es crucial y debe darse en un ambiente tranquilo. Si se exaltan, puede terminar en enfrentamiento.
El espacio debe ser grande y es preferible que el perro esté atado para que el gato escape si es necesario.
Por otro lado, el felino debería tener las uñas cortas y limadas para que no tenga posibilidad de herir a canino.
Usted debe observarlos tranquilamente y debe permitir que se miren, que interactúen y que se huelan. No los obligue, deje que ellos mismos tomen la iniciativa.
Si comienza a sentir que están tensionados o que se muestran ariscos, no se preocupe, es normal. Eso sí, no debe permitir que se hagan daño entre ellos porque generará miedo y desconfianza, lo que puede complicar aun más una relación armoniosa entre ambos.
Se enseña como cualquier comando
No es recomendable que se divida el hogar en dos espacios separados para cada mascota, pero sí se les debe alimentar en lugares apartados para evitar disputas por la comida.
Tampoco debe permitir que uno se coma el alimento del otro.
Los primeros acercamientos entre perros y gatos deben ser controlados y vigilados para evitar agresiones. Foto:iStock
Lo ideal es ser paciente y llevar a cabo algunas acciones para mejorar la relación entre los dos animales.
Acostumbrar a estas mascotas a tener una relación tranquila es igual que cualquier otro comando que se le enseña a los perros y a los gatos.
Por eso, se debe trabajar con ambos por medio de premios, expresiones positivas -como '¡Muy bien!' y '¡Buen trabajo!'- y actitudes favorables -estar tranquilo y feliz en presencia de ambos- para mostrar que no hay ninguna amenaza por parte del otro animal.
Los instintos de cada animal deben ser respetados
Las agresiones pueden deberse a que no se ha establecido un orden entre ambas mascotas, ya que los perros suelen organizarse en manadas y tener una jerarquía en las mismas; mientras que los gatos suelen defender su territorio y ser solitarios.
foto de mascotas perros y gatos que agradecen a sus dueños Foto:istock
Por eso, es importante respetar la jerarquía que ellos mismos establecen y no intervenir en ciertas actitudes que, a los ojos humanos, nos parecen negativas.
Esto aplica, por ejemplo, a los juguetes con los que ambos se distraigan. Estos objetos de esparcimiento deben ser de ambos, ya que los animales no entienden los conceptos de juguetes para perros o juguetes para gatos.
Ellos determinarán qué objetos les gustan más y se los dividirán a gusto.
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