Perros que ladran y corren desesperados, gatos inquietos que saltan de un lado a otro son algunos de los comportamientos particulares que los dueños de las mascotas han identificado y calificado como premoniciones de movimientos sísmicos.
Esto ha derivado en una creencia común y es que los animales pueden sentir y avisar que se aproxima un temblor. Pero, ¿qué dicen las investigaciones al respecto?
Un estudio realizado en Japón, antes de un sismo ocurrido el 11 de marzo del 2011,
arrojó que el 19 por ciento de los dueños de perros y el 16 por ciento de dueños de gatos, reportaron comportamientos anormales un día antes del temblor, según cita un artículo de la Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador.
Otro ejemplo que cita Yasmany García-Ramírez sucedió en China, cuando predijeron un sismo de Haicheng con dos meses de anticipación. Este temblor ocurrió el 4 de febrero de 1975 y fue predicho a mediados de diciembre de 1974, en parte por el comportamiento atípico de varios animales.
Varias serpientes salieron de su hibernación y se congelaron en la superficie de la tierra. Asimismo, cuatro días antes del movimiento tectónico, los habitantes observaron comportamientos inusuales en vacas, caballos, perros y cerdos.
¿Por qué los animales sienten los temblores?
Gracias a sus agudos sentidos del olfato y el oído, los perros hacen labores de recate. Foto:EFE. ARCHIVO
De acuerdo con la revista BBC Focus, los animales sienten los temblores antes que los humanos por las "vibraciones que viajan a través del suelo a diferentes velocidades".
Los temblores se producen frecuentemente por ondas secundarias, pero existen unas primarias que son muy sutiles para ser sentidas por los humanos, aunque los sismógrafos las detectarán. Sin embargo, con sentidos más agudos que los creados de manera artificial, los animales pueden detectar estas ondas, por lo menos dos minutos antes.
Asimismo, el jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, explicó al medio Agencia Andina, que en el caso de los perros esto ocurre porque "antes que el sismo libere su energía, las rocas (del subsuelo) empiezan a fracturarse y generan un ruido de alta frecuencia que el oído humano no es capaz de percibir, pero el de los perros sí", por eso ladran, se inquietan y corren de un lugar a otro.
No obstante, esto no significa que cada vez que un perro o un gato actúen de forma extraña está alertando sobre un posible temblor. Aunque tienen una habilidad natural, su capacidad para predecir los sismos aún no está totalmente comprobada.
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