El mundo está cambiando a gran velocidad. Crisis sanitarias, conflictos internacionales, aranceles, más controles en los aeropuertos, visados, fenómenos climáticos extremos y transformaciones tecnológicas redefinen la manera en que nos movemos por el planeta.
Pero a los viajeros nada nos desalienta. Sabemos que las recompensas que nos dejan las experiencias y vivencias de un viaje no tienen precio.
Así que seguimos nuestros caminos, a paso firme y con respeto por lo incierto. Estar informados antes, durante y después de nuestro viaje es un requisito (por no decir obligación).
Alimentarse de fuentes fidedignas y con credibilidad, que estén actualizadas a diario, es clave en un mundo en donde se generan a diario coyunturas, medidas y reglas que nos demandan como viajeros acomodarnos a nuevas metodologías o procesos. Son múltiples los canales y herramientas (incluida obviamente la Inteligencia Artificial) que nos ayudan en esta tarea de tener información útil y actualizada para emprender nuestros viajes.
Paciencia es el segundo requisito. Paciencia en los aeropuertos, en los procesos de visados y documentación, en los controles. Es bien sabido que hay que ir con buen tiempo y sin afanes. Cuidando nuestros objetos valiosos (que para los trotamundos deben ser pocos: Pasaporte, celular y billetera) y con calma y tranquilidad.
Aprendamos a disfrutar de los tiempos de espera y comprendamos que hacen parte de nuestros periplos. Saquémosles jugo a los avances tecnológicos. Completemos los procesos de registro biométricos (que nos ayudan a optimizar los tiempos), llevemos el equipaje mínimo necesario, usemos vestimentas cómodas que nos descompliquen el paso por los controles migratorios, estemos atentos a la información de última hora, hagamos uso de las apps de aerolíneas que nos mantienen informados sobre nuestro vuelo y nuestro destino. Y seamos solidarios y respetuosos con los demás.
Hoy, el viajero ya no es solo un turista. Es un ser consciente de su entorno, de su huella y de la fragilidad de los lugares que visita. Por eso, planear un viaje en esta nueva era implica algo más que comprar boletos o reservar hoteles: requiere flexibilidad, información y, sobre todo, mucha empatía. ¡Buen viaje!