Hace cuatro años, el aparato en el que volaba el jugador entró en una
turbulencia, cuyas sacudidas dejaron a Gutiérrez traumatizado.
El caso de este futbolista es tan común, que compañías aéreas como Iberia y
Spanair cooperan cada año en la organización de cursos para superar la
aerofobia o miedo a volar.
La fobia es un miedo intenso y persistente a algún objeto o situación, según
definición de los psiquiatras españoles J.J. López-Ibor Aliño y M.Valdés
Miyar.
Un ataque de ansiedad derivado de algún tipo de fobia puede provocar
palpitaciones, sudoración, temblores, asfixia, opresión torácica, náuseas o
escalofríos.
Se considera que los fóbicos tienen predisposición genética a sufrir estos
trastornos. No quiere decir que nazcan con ellos, sino que son más proclives
a desarrollarlos cuando se enfrentan a una situación muy estresante que los
marca, como le ocurrió al futbolista boliviano.
Cabe aclarar, no obstante, que las fobias también pueden aprenderse, lo que
es común en niños que ven a sus padres reaccionar con pánico.
Todo pequeño puede desarrollar fobias simples, que son normales si no se
prolongan demasiado. Cuando las fobias se mantienen por más de dos meses, es
necesario consultar con especialistas en salud mental e iniciar un
tratamiento, del que hacen parte la psicoterapia y la prescripción de
fármacos.
Hay más de una
Las fobias se clasifican en agorafobia, fobia simple o específica y fobia
social.
El temor a los espacios públicos se define como agorafobia. Quienes la
sufren son presas de una angustia en sitios abiertos, como las calles, o
escenarios donde se concentran muchas personas. Prefieren vivir encerradas.
En Colombia, la prevalencia de agorafobia en personas entre 18 y 65 años es
de 1,5 por ciento de hombres y 3,3 por ciento de mujeres.
Los fóbicos simples experimentan temor por algo específico: animales
(culebras, arañas, bichos), objetos (sangre, cuchillos), sitios (puentes
peatonales, aviones) o situaciones (viajar en avión).
La prevalencia de este trastorno en personas entre 18 y 65 años es más alta:
de 10,9 por ciento en hombres y 13,9 en mujeres.
La tercera es la fobia social, que suele confundirse con la timidez. Se
considera que esta última es llevadera y puede disimularse. La fobia en
cambio no permite a quienes la padecen participar en actividades normales,
como hablar en público, asistir a una entrevista de trabajo, comer en un
restaurante o ir a reuniones.
Un estudio reciente del Instituto Mexicano del Seguro Social reveló, por
ejemplo, que 13 millones de ciudadanos de ese país padecen esta fobia.
FOBIAS MUY RARAS
Se estima que en el Reino Unido hay al menos cuatro millones de personas con
fobia a los baños públicos.
Hay casos graves, como el de afectados que se niegan a salir de la casa o a
someterse a cirugías para no tener que usar un baño ajeno.
También están documentadas las fobias de tipo animal, que se refieren al
pánico a ser mordidos por perros, ratas o pájaros, y las clínicas, que se
reflejan al pavor a someterse a una extracción de sangre, a ser inyectado o
a someterse a una prueba médica.
Otro tipo de aprensión extraña tiene que ver con los 'números malditos',
como el 13. Los expertos definen esta aprensión como triscaidecafobia, y
también está estudiada la tetrafobia, o pánico al cuatro, que registra el
mayor número de fóbicos en países del Extremo Oriente.
3,3% de las mujeres adultas colombianas sufren de agorafobia, miedo a estar en lugares públicos. Entre los hombres, la cifra llega a 1,5%.
HERJOS