Adriana Pinzón: cuñado pidió 8 días a la Fiscalía para revelar el paradero

Luego de que la prestigiosa psicóloga Adriana Pinzón desapareciera el 7 de junio en extrañas circunstancias, las autoridades desplegaron todo un operativo de búsqueda que terminó con la captura de Jonathan Torres, su cuñado y quien habría sido la última persona en ver con vida a la mujer.   

Este viernes, el capturado, después de que la Fiscalía recopilara contundentes pruebas en su contra, decidió llegar a un acuerdo con las autoridades para revelar información sobre el paradero de la mujer y todos los detalles del escabroso caso que conmocionó al departamento de Cundinamarca. 

Torres, según lo de dijo a EL TIEMPO su abogado, Jimmy Narváez, en un principio aseguró que no era responsable de la desaparición de su cuñada. "Me ratificó que es inocente a pesar de haber visto la contundencia de las pruebas", aseguró Narváez.

Sin embargo, algunas de las pistas claves que dieron con su captura fueron un video, en el que se ve que Torres está saliendo con bolsas negras del apartamento de Adriana Pinzón, vestigios de sangre hallados en un allanamiento y el testimonio de un testigo clave.

“En el apartamento de la víctima se visualizan unas manchas que, eventualmente, pueden corresponder a sangre humana. Lo que esto indica, puede ser, es que hubo un episodio en el cual se encuentra comprometida la vida de la señora Adriana Pinzón y que la persona que el día de la desaparición estuvo en su apartamento fue el señor Torres”, se escuchó en la audiencia del caso.

Narváez contó que el hombre no niega que estuvo con la mujer en su apartamento. No obstante, dice que "él le estaba confesando la relación que tenía con otra mujer por fuera del matrimonio debido a que Adriana Pinzón es psicóloga. Que era una especie de consulta sobre todos los problemas que tenía con Pilar (su pareja)".

Con respecto a las bolsas negras, Torres aseguró que allí "cargaba varias cobijas y almohadas que necesitaba para adecuar un espacio en donde, posteriormente, llevarían animales", contó Narváez.

El capturado, según contó su abogado, "tiene aproximadamente 40 años. Fue miembro de la Policía Nacional. Es experto en explosivos, francotirador, estuvo en zona roja en diferentes zonas del país. Luego de terminar ese lapso de su vida se interesó por el trabajo con los animales. Lo último que hizo fue trabajar en una veterinaria con quien era su esposa, Pilar Pinzón, en Zipaquirá (Cundinamarca)".