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La nueva guía para protegerse en el transporte público
Un grupo de epidemiólogos y expertos en movilidad cuentan cómo reducir el riesgo de contagios.
La forma en que se veía el transporte público en medio de la pandemia por covid-19 parece haber cambiado. Ya no se perfila como ese entorno de alto riesgo de contagio porque mucho podría evitarse si de toman las nuevas medidas de autocuidado sugeridas por un grupo de investigadores.
Los hallazgos están consignados en el documento ‘Recomendaciones para transporte público y masivo, y control de COVID’ que es de libre consulta a través de la página web de la Universidad de los Andes. El artículo fue elaborado por un grupo interdisciplinar de especialistas en salud pública, movilidad, urbanismo, geografía y manejo de datos.
“Ya hemos hecho con el grupo otros tres documentos para analizar el covid-19 en estaciones de TransMilenio y la dinámica de movilidad en el servicio público. Las recomendaciones ya están en manos de la Alcaldía”, explica Andrea Ramirez Varela, phD. en Epidemiología y coordinadora de este, el Grupo Colaborativo Modelamiento Colombia COVID19 - Transporte.
El último documento que publicaron contiene recomendaciones para todos los actores en un sistema masivo de transporte. Para los s, por ejemplo, se especifica qué hacer al ingresar a la estación, cómo comportarse durante el viaje y cómo terminar el ciclo de autocuidado después de llegar al destino. También menciona acciones muy específicas sobre las condiciones que deben tener los vehículos e instalaciones de los sistemas y sobre cómo el operador puede reducir los riegos de contagio.
A continuación, EL TIEMPO reproduce las recomendaciones del documento*.
"Para los pasajeros
Al ingreso a la estación:
- Utilice mascarilla permanentemente cubriendo simultáneamente boca y nariz. Recuerde que la mascarilla debe cambiarse al menos diariamente o
cada vez que potencialmente se contamine.
- No hable o converse dentro del sistema (no cante, no converse, preferiblemente en silencio).
- Procure un distanciamiento de más de 1 metro con los otros pasajeros.
- No salude con besos, ni abrazos, ni de mano.
- No coma o beba dentro de la estación.
Durante el viaje:
- Evite tocarse la cara.
- Si necesita toser o sonarse, cubra su nariz y boca con el antebrazo y utilice pañuelos desechables y luego realice lavado de manos o aplique alcohol glicerinado.
- Evite estar cerca de personas que presenten síntomas de gripa (fiebre, tos, estornudos).
- Procure un distanciamiento de más de 1 metro o una silla de por medio con los otros pasajeros.
- Evite hablar o conversar dentro del bus (no cantar, no conversar, preferiblemente en silencio).
- Evite comer o beber dentro del bus.
- Evite al máximo la interacción con conductor.
Al salir de la estación:
- Realice lavado de manos con agua y jabón al llegar a su destino y el o con el jabón debe durar mínimo de 20 a 30 segundos.
•Realice la limpieza de aparatos electrónicos al salir de estación en caso de haberlos utilizado (celular,tablet, relojes entre otros).
1. Se recomienda que los vehículos no tengan aire acondicionado recirculante. Es preferible la circulación natural del aire.
2. Para promover el distanciamiento físico, se recomienda tener indicaciones visuales en sillas y en piso.
3. Fortalezca las medidas para evitar la formación de aglomeraciones y filas.
4. Fortalecer e intensificar los programas de aseo a las instalaciones físicas y a los vehículos.
5. Hacer limpieza con la mayor frecuencia posible al vehículo, mínimo diariamente y al finalizar las labores.
6. Instalar puestos de lavado de manos dentro del sistema.
7. Promover la apertura automática de puertas en todas las estaciones de manera que se evite la necesidad de presionar botones".
Eso por el lado de la salud pública. Pero también se ha abordado el tema desde el análisis espacial y las distintas presiones que puedan sufrir los sistemas. Para José David Pinzón, investigador asociado de la Universidad de los Andes, magister en Geografía y otro de los del grupo, lo principal ha sido vincular los datos con el espacio. Así, dice, pueden analizare estaciones, zonas o recorridos específicos y proceder con acciones más precisas. “Se están tomando decisiones sobre la marcha, pero lo interesante es que la calidad y movimiento de la información ha permitido tomar, analizar y rectificar en tiempos cortos. Es destacable que las decisiones políticas que se toman hoy se basan en datos”, comenta Pinzón.
Tal ha es la relevancia de estas sugerencias basadas en datos que, incluso, este viernes la alcaldesa Claudia López reconoció que, aunque el Sitp ha llegado a superar el tope del 35 %, se puede sostener la operación gracias a acciones de autocuidado como las que menciona el grupo de estudio. “Una cosa buena que sabemos por la evidencia es que el temor que teníamos inicialmente de que el Sistema se volviera una cadena de transmisión de contagio masivo no ocurrió, por fortuna. TransMilenio seguirá operando con todos los protocolos de seguridad”.
El comportamiento de los s ha sido ejemplar durante el primer día de alerta naranaja en el portal de TransMilenio de las Américas. Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO
Precisamente, la obsesión de este grupo ha sido avanzar, cautelosamente y basados en datos, hacia soluciones que permitan que el transporte público siga siendo una opción. “Parece que el transporte público no es el foco de contagio terrible que pensábamos que era, pero tampoco podemos estar tan seguros que no sea. Por un lado estamos siendo muy prudentes y por otro pensamos que no usar transporte público masivo puede resultar en otras cosas, como el aumento de movilidad privada motorizada o accidentalidad, Juan David García, experto en inteligencia artificial y uno de los participantes que ha aprovechados los datos abiertos de TransMilenio para modelar proyecciones y datos comparativos.
La duda del 35 %
Mientras las recomendaciones del documento son adoptadas y el equipo toma nuevos datos, hay un tema que se perfila como su próximo reto: definir si el tope
reglamentario del 35 % es la medida definitiva o si se puede pensar en flexibilizarla.
Aunque como grupo no hay una respuesta consolidada a esto, algunos si se aventuran a pensar en opciones. Uno de ellos es Carlos Felipe Pardo, urbanista, asesor en temas de movilidad y miembro de Numo Alliance. Pardo, a título propio, cree que el límite del 35 % podría evaluarse porque hay otra cantidad de variables que podrían ser importantes en la balanza. Pero, resalta, que todo debe mirarse con calma, las variables son muchas y el asunto es delicado.
Hasta la semana pasada, en una conversación con este diario, Pardo analizaba que “un vehículo de transporte público con menor riesgo es uno donde hay aseo frecuente de superficies, se hacen viajes de menos de 15 minutos, se logra la distancia de un metro entre pasajeros, se tiene buena ventilación con aire que se renueva 100% en un minuto o menos y donde los pasajeros viajan en silencio y con tapabocas”.
Pinzón, por su parte, cree que el cambio podría necesitarse. “La misma dinámica urbana no nos va a permitir mantener el 35 %. La pregunta es cómo y dónde podemos ir lentamente subiendo ese porcentaje de una forma segura”, dice.
Parece ser que la Alcaldía se pregunta lo mismo. Hace un mes, comenzó un piloto con sistemas de bioseguridad al interior de buses zonales para experimentar si se podía subir la capacidad.
Bogotá estrena nuevos buses del Sitp. Foto:Alcaldía de Bogotá
Para tomar una decisión, quizá, se busque apoyo en documentos y análisis en grupos como este. “Es de resaltar que los tomadores de decisiones han tomado de buena manera recomendaciones de investigadores. Y es que esta es una enorme oportunidad para que la ciudad aprenda cómo abordar futuros problemas de salud pública”, observa Ramírez.
Alejandro Calderón (Universidad de los Andes); Rafael Hurtado Juan David García, (Universidad Nacional de Colombia - Bogotá); Zulma M. Cucunubá (Imperial College London); Jairo José Espinosa Oviedo, Daniel Ramírez Corrales y César Augusto Gómez (Universidad Nacional de Colombia - Medellín), Silvana Zapata Bedoya (Gobernación de Antioquia - DAP); Diego Zapata Córdoba (Alcaldía de Medellín); José David Pinzón Ortiz (Arquitectura, Territorio & Ciudad); Carlos F. Pardo (NUMOAlliance); Dario Hidalgo, PhD (Investigador en Transporte Sostenible y Seguridad Vial)