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‘El único que me peleaba por llevarse a Ana María Castro era Mateo’
Testigo dice que el joven la jaló del brazo para entrarla al carro de Paúl Naranjo.
Este es el testimonio completo de *Patricia, la amiga de Ana María Castro y la única que le habría pedido en repetidas ocasiones que no se subiera a un vehículo junto con tres hombres más, ese 4 de marzo de 2020 tras salir de un bar en el norte de Bogotá.
La joven no pudo evitar que, horas después, su amiga apareciera agonizando en la calle 80 con 69P, que fuera abandonada en completo estado de indefensión, que hoy esta historia sea uno de los casos de presunto feminicidio que más ha conmovido al país.
Patricia contó que a eso de las 7 de la noche del 4 de marzo de 2020 se encontraba en un establecimiento comercial llamado Zona 116. “Yo llegué a este lugar con una amiga. Estábamos solas y recuerdo que cuando entramos vimos a Ana María Castro”.
Después de saludarse y abrazarse comenzaron a hablar de sus cosas. “Ese día le pregunté por qué tenía una cicatriz en su rostro, debajo de la ceja. Me dijo que unos meses atrás la iban a robar en Colina y que unos muchachos la defendieron pero que ella había alcanzado a quedar herida”. En esa conversación duraron unos 15 minutos.
Luego la joven notó cómo Ana María Castro se fue para otra mesa en donde estaba Mateo Reyes. “Yo lo conocía muy poco. En ese lugar había algunos que yo identificaba y a muchos que no”.
Luego, dice la testigo, volvió a hablar con ella afuera mientras se fumaban un cigarrillo. En ese momento salió otra supuesta amiga de Castro quien les pedía que la taparan para poderse ir del lugar. Así lo hicieron mientras se subía a un carro. Eso fue a las 7:30 de la noche del 4 de marzo de 2020.
Yo no me di cuenta a qué horas llegó Mateo pero ahí estaba
Preocupada por la forma en que Ana María se iba quedando sola segundo a segundo le pide que se quede en su mesa. “Ella me hace caso como 10 minutos y luego se vuelve a ir a la mesa de los muchachos”.
Y así, aunque la joven trataba de estar pendiente de su amiga el tiempo pasaba entre conversaciones con el uno y con el otro. “Ana María me dijo que se iban a ir todos a un bar que se llamaba El Chupe que quedaba sobre la calle 116. Ese mismo día, a las 10:59 de la noche, le escribí a ella por el chat que yo ya estaba en un bar que se llamaba Cantina pero no me respondía el mensaje”.
Paul Naranjo aun no se ha entregado a la justicia. Foto:Carol Malaver
A las 12:16 Castro le escribió a la joven que estaba sin plata. “Dentro de mí pensé: debe estar muy borracha porque ella en sano juicio nunca escribe mal. Le dije entonces que llegara a Cantina Bar pero me respondió que saliera por ella. Yo bajé a la calle y ella estaba con Paúl Naranjo. En ese momento yo no sabía quién era”.
La joven la vio tan tomada que incluso le dijo a una persona de seguridad que ella respondía por Ana María Castrodebido a que en ese lugar (Cantina) no dejaban entrar a personas muy tomadas. Fue en ese momento cuando le dio a Ana María una ‘bomba’ de sal de frutas con limón.
La tomata seguía. Y a la mesa llegaron muchos jóvenes incluidos Paúl Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón. “Yo no me di cuenta a qué horas llegó Mateo pero ahí estaba”.
Patricia quería ir a seguir la fiesta en Índigo pues allá tenía a una amiga DJ que tocaría esa noche. “Cuando ya todos salimos de Cantina Bar, yo le dije a Ana María que se fuera conmigo porque ya estaba muy borracha, pero ella me dijo que se iba a tomar a la casa de unos amigos suyos: Paúl Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón. Le insistí muchas veces pero no logré nada”.
Recuerdo mucho que Mateo me discutía cuando yo le decía a Julián y a él que cómo se iban a llevar a Ana María en ese estado
Luego, a las afueras del lugar, mientras Julián pagaba el parqueadero y Mateo estaba en el interior de la camioneta se dio una situación tensa. “Recuerdo mucho que Mateo me discutía cuando yo le decía a Julián y a él que cómo se iban a llevar a Ana María en ese estado. Julián solo se reía y me decía que me calmara, pero Mateo sí me peleaba”.
Mateo le decía a Patricia que se callara pero ella seguía insistiendo. “Fue tanto mi insistencia que Mateo la cogió del brazo y la metió al carro. Ella me hizo cara como de no saber qué hacer: si quedarse con ellos o irse conmigo”.
Y es en ese momento cuando Patricia, cuenta, mira a Mateo y le dice: “Si le llega a pasar algo a Ana María, usted es el responsable”. Sin nada más qué hacer la joven ve cómo se alejan en el vehículo.
Al día siguiente, angustiada por la suerte de su amiga, Patricia le escribe a Ana María: “Esa maña suya de irse con cualquiera”. Pero no le estaban llegando los mensajes.
Me comenzó a preguntar por Ana María. También que habían sufrido un accidente y que no sabía de ella
Fue a eso de las 11:47 de la mañana que Mateo le escribió a través de Messenger y desde el perfil de su novia. “Me comenzó a preguntar por Ana María. También que habían sufrido un accidente y que no sabía de ella”. Patricia dice que la conversación que sostuvieron fue larga y sostiene que entregará todo a las autoridades.
También aclara que llevaba tiempo sin mantener una relación frecuente de amigas con Ana María Castro y que no tenía detalles del tipo de amistad tenía la joven con los implicados en el caso.
Eso sí, dice que en el momento cuando la víctima se sube al vehículo tenía en sus manos su celular IPhone 10. “Ana María se montó por la puerta de atrás de la silla del conductor, al lado de Mateo”.
Los días para esta joven han sido difíciles desde que murió Ana María Castro no solo por lo mediático del caso sino por la impotencia de no haber logrado rescatar de la muerte a su amiga. “Fui yo quien le avisó a la mamá de Ana María todo lo que había pasado ese día. Siempre he estado dispuesta a colaborar con la justicia”.