¿Por qué la ANLA confirmó que archiva el trámite de licencia ambiental en ampliación de la Autopista Norte?

Se trata del proyecto s Norte, Fase II, Unidades Funcionales 1, 2, 3, 4 y 5, que se llevaría a cabo sobre la Autopista Norte, entre calles 191 y 245. Según el ente ambiental, había insuficiencia de información técnica en los estudios de impacto ambiental.

Algunos de los reparos expresados por la ANLA son que las obras hidráulicas no cumplen con los requerimientos establecidos en Plan  de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá y que eso se evidenció en las obras de cruce de en las quebradas Las Pilas, La Floresta y Novita.

También pusieron como ejemplo la quebrada Cañiza, y de esta dicen que, aunque en el Plan Zonal proyectaba su reconformación y rehabilitación, esto fue desconocido por el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la concesionaria.

Para el ente ambiental es vital que haya conexión entre humedales, pero, a su vez, que se respeten los hábitats naturales y agregan. “La concesionaria no cuenta con la información que permita verificar esta solicitud”.

La Agencia también informó que le solicitó a la Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá un concepto técnico de las obras y que esta le ratificó que los perfiles viales no cumplen con las “tipologías urbanísticas” del POT, sobre todo, en lo que tiene que ver con franjas funcionales.

Además, agregaron que el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el Fideicomiso Lagos de Torca también expresaron reparos por el manejo del espacio público, la infraestructura que se necesita en la zona para la movilidad de los s de la Autopista Norte. De hecho, dijeron que se necesitaba que las intervenciones incluyeran una solución a posibles problemas por inundaciones debido a que hay cuerpos de agua cercanos.

Otro de los argumentos es que el proyecto vial no protege la red matriz Tibitoc- Casablanca. Explicaron que, incluso, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EEAB), dijo que la construcción debería cumplir con unas interdistancias con el derecho de vía de la red y en la planeación no se tiene en cuenta este requerimiento.

La ANLA aclaró que esta decisión no implica la inviabilidad ambiental del proyecto.  "La concesionaria puede radicar una nueva solicitud de licencia ambiental para el proyecto en mención, cuando se complementen los estudios objeto de requerimiento". 

La autoridad concluyó que con esta decisión se espera que se hagan los ajustes correspondientes que garanticen la conectividad de los humedales Torca y Guaymaral y se proteja la Estructura Ecológica Principal del Distrito Capital. “La nueva istración distrital tiene un papel preponderante y, por lo tanto, esperamos que esto sea una oportunidad para fortalecer el Estudio de Impacto Ambiental y así no solo garantizar la conservación de los ecosistemas estratégicos de la ciudad, sino abordar con responsabilidad los retos en términos de movilidad”.

​REDACCIÓN BOGOTÁ