Las finanzas, eje central en el Gimnasio Campestre George Berkeley

Entre gallinas, gansos, loros, ovejas, patos, llamas, vacas, conejos, pavos reales y hasta caballos de paso fino, el Gimnasio Campestre George Berkeley Bilingüe les brinda a sus 300 alumnos la oportunidad de aprender al aire libre y de experiencias significativas en medio de la naturaleza, y del comportamiento vivencial de quienes hacen parte de la granja y el minizoológico hace más de 10 años.

María Margarita Garzón, directora general del Gimnasio Campestre George Berkeley, sostiene que “una de las ventajas académicas de que estos animales vivan en el colegio es que los estudiantes tienen o directo con el campo, tanto así que en la clase de Ciencias se llevan a terreno para enseñarles de dónde sale el huevo, qué se hace con la leche y hasta cómo nacen y se reproducen estos seres vivos”.

Este colegio centra su pedagogía en la motivación y dedicación de cada estudiante “para que a través de sus distintos procesos educativos fortalezcan habilidades académicas desde lo que ellos proyectan y quieren lograr para su vida futura”, explica Garzón.

Su énfasis académico en educación económica y financiera promueve en sus alumnos habilidades estratégicas en la toma de decisiones financieras y el adecuado manejo del dinero. Además les permite estructurar el proyecto final que deben desarrollar durante grado 10.° y entregar al finalizar grado 11.°. El coordinador académico, Germán Ramírez, sostiene que la huerta escolar es una herramienta que les da la posibilidad a los estudiantes de aprender a istrar y reinvertir las ganancias a través de la venta de la cosecha a los padres de familia.

Con tan solo recorrer el camino hacia su entrada, ubicada en el kilómetro 7 de la vía Suba-Cota, en la vereda Chorrillos en Bogotá, se observan verdes paisajes que contribuyen a la formación de sus estudiantes en el cuidado y conservación del medioambiente.

En la puerta, cada uno de los 25 docentes que están a cargo de los grados de prekínder a 11.° los esperan y reciben para dirigirlos y ubicarlos en las cerca de 20 aulas que, con proyectores y diversos instrumentos tecnológicos, educan en la era digital.

En estos salones, ubicados en un campus de aproximadamente 37.000 metros cuadrados, además de la enseñanza de los contenidos que exige el Ministerio de Educación, los estudiantes también descubren sus talentos, experimentan y aplican lo aprendido en el laboratorio, salón de danzas, sistemas y música. Además de usar su tiempo libre en las electivas deportivas, artísticas y de chalanería que la institución ofrece a la comunidad.

En el club de inglés, ambientado como un Hard Rock Café, practican el bilingüismo que el Gimnasio Campestre George Berkeley ofrece en el proceso educativo de cada educando. El director de isiones, Carlos Sánchez, cuenta que la única condición que los alumnos de cualquier grado tienen para ingresar a este lugar, al que tienen durante el tiempo de descanso o según la programación ofrecida, es que siempre deben interactuar en inglés para seguir fortaleciendo la competencia de speaking.

También agrega que tienen a disposición de los más pequeños y hasta grado 11.° el Center, que es una dependencia que cuenta con fonoaudióloga, terapista ocupacional y psicóloga, quienes se encargan de trabajar y fortalecer las posibles dificultades de aprendizaje y comportamiento en el proceso escolar de los estudiantes que lo necesiten.

Desde 1986, y con 33 años al servicio de la comunidad, sus espacios; el servicio a los padres de familia; los altos estándares académicos y las canchas múltiples de fútbol, baloncesto y voleibol reflejan el “compromiso con la calidad educativa, fundamentada en valores y principios morales”, relata Adriana Zárate, rectora de la institución. Estas características los ubican en el nivel muy superior del Icfes, que les permite a los estudiantes ingresar a las mejores universidades del país e incluso estudiar su pregrado en el exterior.

En los niveles de prekínder, kínder y transición, el Gimnasio Campestre George Berkeley Bilingüe educa a partir de la pedagogía Reggio Emilia, “en la que los procesos metodológicos se dan a partir de la motivación del estudiante para estimular su pensamiento científico, sensorial y creativo”, cuenta la coordinadora de preescolar, María Camila Giraldo.

En el marco del desarrollo de los momentos que sugiere esta filosofía, el colegio promueve espacios académicos para que los pequeños apliquen lo que aprenden cada día. Están la Asamblea, donde asisten, conversan y llegan a acuerdos sobre distintos temas que son de su interés; la Plaza de Encuentro, que es un lugar donde se reúnen para hacer actividades lúdicas; El Atelier, en el que se practica el arte como un proceso transdisciplinario en todas las asignaturas, y los Rincones de Aprendizaje, donde los mismos niños asumen roles, construyen y fortalecen sus habilidades de lectoescritura y matemáticas.

Para Giraldo, la pedagogía Reggio Emilia logra que quienes ingresan por primera vez a cursar sus estudios sean protagonistas de su propio aprendizaje, usen el arte como herramienta de expresión, el juego como metodología del desarrollo académico y aprendan por medio de los proyectos de aula “en los que el docente se vuelve un facilitador de este proceso, que se desarrolla de forma transversal en todas las áreas del conocimiento”.

Este enfoque pedagógico ha sido reconocido a nivel internacional por The New York Times como una filosofía que forma a niños “audaces e innovadores y capaces de pensar por sí mismos”.

El Gimnasio Campestre George Berkeley Bilingüe cuenta con el programa americano Character Counts (Tus Valores Cuentan) –una certificación líder a nivel global–, en el que se promueve la conciencia de los estudiantes y sus familias en la toma de decisiones éticas y “reduce las instancias de la intimidación escolar”, afirma Adriana Zárate, rectora de la institución.

De esta forma prepara a los estudiantes para la resolución pacífica de conflictos y la convivencia tanto escolar como social, en las que se practican los seis pilares fundamentales de este programa: justicia, bondad, responsabilidad, confiabilidad, respeto y civismo.

Character Counts también incentiva el desarrollo de un alto nivel de autoestima en los estudiantes. Además, los prepara en términos del ser y el deber ser, “dándoles libertad para pensar e identificar su voz en su formación como ciudadanos integrales y proactivos que contribuyen a la sociedad”, agrega Zárate.

Asimismo, capacita y desarrolla profesionalmente a los docentes con el propósito de mejorar sus formas de enseñar.

Por otro lado, y debido a la formación integral de sus alumnos, el Gimnasio Campestre George Berkeley Bilingüe ha recibido dos condecoraciones: la Gran Cruz Extraordinaria, Orden Pedro Nel Ospina Vásquez, otorgada por el Congreso de la República de Colombia al ser pionero en el énfasis de Economía y Finanzas, y la Gran Cruz Extraordinaria, Orden de Mérito Ambiental Barón Alexander von Humboldt, también conferida por el Congreso de la República, y con la embajada de Alemania, por su aporte a la sociedad, la institucionalidad y al medioambiente.

ZAIDA PIÑEROS

Especial para EL TIEMPO