Aún faltaba media hora para que fueran las 6:30 a. m. y comenzar clases en el colegio Usminia, de la localidad de Usme, en el sur de Bogotá, cuando la rectora de la institución, Mariluz Prieto, tuvo una sorpresa. Desde tempranas horas, padres de familia, profesores y alumnos esperaban a las afueras del centro educativo, ansiosos de poder volver a la presencialidad en las aulas, algo que puso contenta a la rectora.
“Fue una sorpresa muy grata. Los niños de bachillerato llegaron desde las 6 de la mañana, y tuvimos que abrir las puertas desde antes para que ellos pudieran ingresar y eso evidencia una gran motivación por parte de los estudiantes de volver a su escenario pedagógico”, contó la rectora del Usminia, colegio del cual ella dice que es de jóvenes en condición de vulnerabilidad.
Así como narró Prieto, este fue el panorama de hoy, marcado por la alegría y el optimismo de niños y padres de familia en distintos puntos de la ciudad, con la hora cero de un momento que da esperanzas para regresar a la normalidad:
el retorno a clases presenciales en colegios oficiales y jardines infantiles. Desde tempranas horas, delegados de la Secretaría de Educación, incluyendo a su secretaria, Edna Bonilla, hacían seguimiento en las 388 instituciones distritales que hicieron parte de este retorno, vigilando que cumplieran con: medidas de aforo limitado, distanciamiento social de un metro en las aulas, uso de equipos de bioseguridad,
implementación del programa de alimentación escolar, entre otros aspectos.
Y es que el retorno gradual de los colegios oficiales se vivió de manera agitada no solo por lo que pasaba en las instituciones educativas, sino por el
rechazo a esta jornada por parte de organizaciones sindicales de maestros. Desde la mañana, de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) realizaron un plantón frente a la Secretaría de Educación, en la avenida Eldorado con carrera 66, para mostrar su oposición al retorno a las aulas, argumentando que no era momento para esto por el alto nivel de contagios en Bogotá.
“Esto es un atentado contra la vida de niños, jóvenes, maestros y padres de familia” fueron unas de las últimas palabras en días atrás de William Agudelo, presidente de la ADE,
quien falleció inesperadamente hoy. Pero a pesar de la oposición del sindicato de maestros, la jornada continuó con normalidad y con un balance positivo por parte de los padres de familia que pudieron volver a llevar a sus hijos a clases presenciales.
“El volver al colegio nos dio mucha alegría y satisfacción tanto a los niños como a nosotros, los padres de familia. Nos sentimos muy seguros porque el colegio nos brindó mucha información sobre los protocolos de bioseguridad y nos dio esa confianza para volver a traer a los niños al colegio”, contó una madre de dos niños que estudian en la Institución Educativa Distrital Francisco de Paula Santander, de la localidad de Antonio Nariño.
Por otro lado, otros padres de familia también decían que este regreso a clases, que se había visto interrumpido por el aumento de casos de covid-19 en la ciudad, era positivo para los niños puesto que los sacaba del aburrimiento y estrés de tener que ver clases desde los hogares. “Estar tanto tiempo encerrados les ocasiona cierto estrés, y venir a esta alternancia es muy bueno para que ellos se despejen un poco”, contó otra madre de un joven del colegio Antonio José Uribe, de la localidad de Santa Fe.
Sumado al retorno de los colegios, algunos de los jardines infantiles distritales también entraron en funcionamiento para los más pequeños. De acuerdo a la Secretaría de Integración Social, los encargados de estos jardines, 760 niños y niñas volvieron a ocho jardines del Distrito: Las Ferias, Bochica, María Goretti, El Nogal de la Esperanza, Los Niños Traviesos, Santa Rosita Las Vegas, Nuestra Esperanza Compartir y Arco Iris de Sueños, ubicados entre las localidades de Engativá, Puente Aranda, Barrios Unidos, Ciudad Bolívar y Bosa.
“Para la reactivación económica se requiere que las madres y los padres puedan dejar a los niños al cuidado de la institución que ofrece garantías a nivel pedagógico con estándares de calidad y seguridad alimentaria por parte de profesionales idóneos, producto de una gran formación y capacitación desde la entidad”, dijo Xinia Navarro, secretaria de Integración Social.
Tanto el Distrito como los colegios reiteraron el llamado a la confianza del retorno a clases a los padres y maestros que aún tienen dudas.
REDACCIÓN BOGOTÁ. EL TIEMPO.
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