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Así funciona el mercado de los Rolex que se roban en las calles de Bogotá
Los criminales venden las lujosas piezas hasta en 17 millones de pesos en el extranjero.
Durante un operativo en contra de esta banda se logró la captura de siete de sus cabecillas. Foto: Policía Nacional
Desde hace más de cuatro años, las autoridades de la ciudad han librado una dura batalla contra diferentes bandas de crimen organizado. Sin embargo, estas estructuras, como en todas las capitales del país, han encontrado la forma de mutar y regenerarse cada vez que son impactadas por las operaciones de la Policía y la Fiscalía de tal manera que puedan asegurar su supervivencia.
Una de las que parece no desaparecer, a pesar de la acción de las autoridades hace casi una década, son los autodenominados ‘Rolex’.
Esta es una banda delictiva que se ha dedicado a recorrer las calles del norte de la ciudad en busca de víctimas que portan valiosos relojes.
La Fiscsalía verifica la autenticidad de los relojes y las joyas encontradas durante los allanamientos. Foto:Fiscalía.
Los ‘marcan’, como se dice en el campo de la delincuencia, los persiguen y, finalmente, los interceptan en sus vehículos o incluso dentro de establecimientos comerciales, todo con tal de robar las costosas piezas de joyería.
El último caso del que se tiene registro en el que actuó esta peligrosa banda fue el que involucró a Alejandro Ernesto Serrano Roa, esposo de la reconocida presentadora de televisión Alejandra Giraldo, quien fue encañonado dentro de un restaurante en el norte de la ciudad y despojado de su lujoso reloj de más de 8 millones de pesos.
“Los delincuentes aprovecharon la hora pico del lugar para perderse en medio de la gente que frecuenta la zona, los ladrones ya tenían ubicado al señor, pero no se descarta que alguien les haya alertado de que llevaba ese reloj”, le dijo a EL TIEMPO una fuente enterada.
Y es que en este caso, el modus operandi fue exactamente igual al de muchos otros. El hombre fue identificado mientras paseaba en su patineta y, al ingresar al restaurante, fue ‘marcado’ por los criminales, quienes entraron, lo amenazaron con arma de fuego y lo robaron. De este hecho no quedó ninguna otra víctima. El hombre estaba siendo perseguido.
Pero este es solo un caso de varios que se registran cada tanto en Bogotá; por ejemplo, el ahora concejal Angelo Schiavenato, en medio de un intento de hurto de los ‘Rolex’, les pasó el carro por encima a los criminales.
“Dimos la vuelta por la Circunvalar para bajar por la 72, Iba tranquilo, me dio calor, quité el techo y a las cuatro cuadras me abordaron estos personajes (que iban a bordo de una moto) por el lado izquierdo, me pusieron un revólver en la cabeza y me dijeron que me iban a matar, que les entregara todas las cosas”, cuenta Schiavenato, quien les dio sus pertenencias.
El mercado detrás
Aunque en un primer momento las pesquisas determinaron que no habría casas de cambio involucradas en el jugoso negocio del robo de los Rolex, lo cierto es que, después de más de un año de investigaciones e interceptaciones de la Fiscalía y la Policía Metropolitana, se pudo establecer que al menos cuatro compraventas, de la localidad de Chapinero, eran las receptoras de estos suntuosos artefactos.
Esa misma línea investigativa logró demostrar que las compraventas o ‘casas de empeño’ estarían funcionando como bodegas secretas de la mafia para esconder los artículos hurtados que posteriormente serían distribuidos a varias partes del país para poder eliminar el rastro del robo.
Dimos la vuelta por la Circunvalar para bajar por la 72, Iba tranquilo, me dio calor, quité el techo y a las cuatro cuadras me abordaron estos personajes
En esa operación se lograron recuperar nueve Rolex, 211 de otras reconocidas marcas, 73 computadoras portátiles, 11 teléfonos celulares, cinco televisores, cuatro consolas de juego y un arma. A la fecha se investiga el robo de al menos 18 de estos finos rios que podrían superar los 1.100 millones de pesos.
Al parecer, estos establecimientos tendrían nexos con poderosas estructuras criminales del centro del país dedicadas al hurto. Los locales les recibían la mercancía, la ocultaban en cajas fuertes y después se lucraban de su venta ilegal.
Un agente de inteligencia explicó que muchos de los Rolex hurtados en la capital tienen como destino Medellín. Allí, personal experto, contratado por esta red criminal, se encarga de certificar la ‘pureza’ de los materiales y la originalidad de la pieza, para luego ser vendida en el extranjero o, incluso, mediante canales de E-commerce con valores de entre los 7 y los 17 millones de pesos.
Incluso, un ‘curador’ de joyas y piedras preciosas explicó que algunas de las incrustaciones de piedras preciosas que tiene este tipo de relojes podrían elevar el costo hasta los 300 millones de pesos en los comercios oficiales de la marca.
“Hacer solo un robo les permite hasta cuatro meses de quietud, es decir, se pueden desaparecer del mapa con una sola ganancia por largos periodos (...) estos elementos no se pueden reportar por código o serial en ningún lugar del mundo”, explicó el agente de inteligencia.
Hombre señalado de pertenecer a la red ilegal llamada Los Rolex. Foto:Fiscalía
Estructura robusta
Las investigaciones sobre los denominados ‘Rolex’ no son recientes. Las primeras líneas de indagación que se hicieron públicas datan de 2018 y revelaron que la facción de esta organización que opera en la capital es solo una de las tantas que han sido impactadas por las autoridades en Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga.
Según Andrés Nieto, subsecretario de Seguridad de Bogotá, actualmente no se trata de una única estructura delincuencial ni en Bogotá ni en el país, como sucedía hasta el 2018. “En ese momento se desarticuló una banda que operaba de manera coordinada en las capitales del país”, afirmó Nieto.
La Policía capturó a dos hombres conocidos con los alias de “el Pedro” y “el Esteban”. Foto:Foto: Suministrada por las autoridades
Este diario conoció que detrás de los ‘Rolex’ hay toda una estructura de crimen organizado en la que cada uno de los eslabones de la cadena se quedan con un porcentaje de las ganancias del negocio. Por ejemplo, dentro de los roles está el campanero, el marcador, el perpetrador, el analista y el vendedor; como han sido clasificados por los investigadores.
El campanero es el encargado de identificar a la víctima, en algunos casos es un hombre que se hace pasar por vendedor ambulante, limpiavidrios o simplemente alguien que puede pedir dinero en la calle. Él tiene la responsabilidad de identificar el reloj.
Luego, el marcador sigue a la víctima hasta donde sea seguro cometer el delito. Informa a los perpetradores cómo está vestido, en qué carro se mueve, a dónde entra o de dónde sale y da la indicación para accionar.
Los perpetradores son una figura muy parecida a la de un sicario. Estos, usualmente a bordo de dos o tres motocicletas, interceptan a sus víctimas dentro de establecimientos comerciales, en la calle mientras caminan o en los carros en los que se movilizan.
Los analistas son los encargados de recibir la mercancía, esconderla y analizar su autenticidad, además, establecen el precio en el mercado.
Luego, están los vendedores, quienes son los responsables de realizar el intercambio comercial entre los compradores, que están seleccionados con anterioridad porque son quienes encargan los finos relojes, así lo detalló un exsubjefe de la Seccional de Investigación Criminal de la Mebog.
Según este mismo investigador, por lo general los hombres y mujeres que operan en esta red delictiva, que se ha regenerado por al menos ocho años tras varios golpes de las autoridades, son personas que tienen trabajos fachada en otras ciudades.
“Trabajan en lavaderos de carros, como domiciliarios, repartidores o se mueven dentro del mercado negro de repuestos o mercancía de contrabando”, explicó el investigador.
Por su lado, el subsecretario de Seguridad aseguró que aunque estos criminales se escondan en aparentes “trabajos estables”, en realidad son ladrones entrenados y especializados en el hurto de joyas,
“Es importante destacar que no se trata de delincuentes comunes, sino de ladrones especializados que no buscan el factor de oportunidad, sino fichaje, marca y ataque a víctimas previamente identificadas”, precisó Nieto.
Para ello tienen un arduo entrenamiento para aprender a identificar las características de los elementos originales y son instruidos en técnicas rápidas para sacarlos del país y así evitar la prueba del delito.