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Peligro en las calles de Bogotá: el robo de tapas de alcantarilla está causando muertes
Miguel Ángel, de 5 años, murió al caer en un sumidero. Su familia pide que su tragedia no se repita.
Miguel Ángel González, de solo cinco años, era un niño vivaz que se la pasaba detrás de su abuelita Bibiana, de la que no se despegaba ni de noche ni de día. Tanto era su apego a ella que el lunes en la tarde se emocionó cuando le dijo que fueran a comprar aserrín para el pesebre que querían construir para recibir al niño Jesús como debe ser.
Así que se alistaron y salieron desde la casa ubicada en el barrio la Ribera del Jazmín, en la localidad de Kennedy, a hacer el mandado.
Nadie contaba con que en cuestión de segundos la vida les cambiara de forma tan drástica. El niño, quien salió corriendo por un potrero atestado de basuras, cayó repentinamente por una alcantarilla sin tapa que se ocultaba tras tablas, bolsas y otros desperdicios.
Esta es solo una de las 17. 225 que han sido reportadas como robadas en Bogotá en los últimos tres años, un delito que pone en riesgo la vida de cualquier ciudadano que camine tranquilamente por las calles de la ciudad.
Traslos gritos dela abuela, varios familiares, comenzando por la mamá de niño, Leonor Jaimes, y luego tíos, primos y gente del barrio, intentaron meterse agarrándose de unas escaleras metálicas por las que se podía descender, pero ya no había ni una sola señal del niño. Fue arrastrado por las aguas subterráneas y, en ese momento, a eso de las 12: 30 de la tarde, el único consuelo era que arribaran rápidamente de la Policía o de los Bomberos de Bogotá.
Hoy la queja de la familia es porque aseguran que llegaron hasta las 2:00 y las 2:30 de la tarde, respectivamente.
Pero, según el gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EEAB), Noel Valencia, consultado por este medio, a eso de la 1:29 p.m., el Cuerpo de Bomberos de Bogotá recibió el reporte del accidente; a la 1:41 p.m., en un tiempo de respuesta de 12 minutos, se llegó al sitio de la tragedia y a las 3:26 de la tarde, se halló el cuerpo sin vida del menor en la estación de bombeo Gibraltar. Agregó que esta no era una tapa cualquiera, sino la de un interceptor de 1,42 metros de diámetro que habían quitado para tirar las basuras ahí, pues eran succionadas.
Obras del Acueducto. Foto:Archivo particular
Luego del lamentable hallazgo, el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal (CTI) rescató el cuerpo del niño y este fue entregado a las autoridades pertinentes a eso de 7:24 de la noche.
Desde ese momento, el dolor no ha cesado en esta familia. “Le pedimos al Gobierno Nacional y local que responda por esta tragedia. La calle donde murió está llena de huecos y muchos más niños y adultos pueden correr la misma suerte. Esto no fue por descuido de nadie”, dijo Andrea Bustos, tía de Miguel Ángel.
Esto no puede quedar impune.
Ellos son conscientes de que nada le va a devolver la vida al pequeño, pero lo que sí quieren evitar a toda costa es que otra familia viva esta tragedia. “Esto no puede quedar impune”, añadió.
Miguel vivía con su mamá, Leonor Jaimes; su abuelita, Bibiana Heredia, a quien amaba y seguía para todos lados, y otra hermanita con quien jugaba todo el tiempo. Era un niño sonriente.
Su padre, Milton González Bustos, vive en otra vivienda junto con otra hermana del niño y, en este momento, ha tenido que ser intervenido médicamente porque el impacto de la noticia le generó un shock.
Miguel Ángel ya había culminado su paso por el jardín infantil y se preparaba para pasar al colegio. Por ahora, disfrutaba de sus vacaciones y de las festividades decembrinas.
La madre del menor ha enfrentado la situación con fortaleza a pesar de que su corazón está destrozado, pero el padre del niño casi “se vuelve loco” cuando recibió la noticia. “Qué hacen con toda la plata que uno paga en impuestos si no es mantener las calles en buen estado. Esta tragedia se pudo haber evitado. Ahí se la pasan jugando los niños del barrio, es un peligro y un basurero que nadie limpia”, dijo Bustos.
Pedimos que nos respondan por esta tragedia. La calle donde murió Miguél está llena de huecos. Muchos más pueden correr la misma suerte
La EEAB respondió ante las autoridades competentes y dijo que estas se encuentran realizando la inspección pertinente sobre lo ocurrido e informarán los hallazgos del mismo.
Agregaron que solicitaron de manera urgente se realicen todas las acciones necesarias para investigar los hechos y dar claridad a la familia y a la comunidad sobre lo ocurrido.
Por su parte, la Secretaría de Integración Socialrealiza acompañamiento a la familia en este doloroso momento. En ese sentido, ha ofrecido apoyo funerario para cubrir las exequias del menor fallecido. “El Acueducto expresa su solidaridad y acompaña a los familiares y amigos del niño en este momento de profundo dolor”, dijo Valencia.
Además de generar daños a las redes de alcantarillado, pone en peligro la vida de los transeúntes. Foto:Agencia KRONOS
Un delito que no da tregua
Según cifras del Acueducto, en los últimos tres años se han reportado 17.225 tapas por hurto en toda la ciudad. En este mismo periodo, la empresa ha invertido más de 16.000 millones de pesos en reponderlas. Solo en Kennedy, donde ocurrió la tragedia, se han instalado 2.335; seguido de Engativá (1.621); Bosa (1.524); Puente Aranda (1.174) y Ciudad Bolívar (1.013), siendo estas cinco zonas donde más se concentra el hurto de esta infraestructura.
Y es por esta misma razón que lanzaron este año la campaña Sea Buena Tapa con Bogotá, la cual invita a los s a ser guardianes de la seguridad de peatones y transeúntes, reportando el hurto de las tapas del alcantarillado. A través de esta, se busca sensibilizar a los s para que reporten el hurto y reporten los faltantes de tapas en la Acualínea 116 y en el 123.
En cuando a denuncias por muertes similares solo cursaba un proceso en el Distrito que, en segunda instancia, falló a favor del Acueducto.