Aunque desde septiembre del año pasado se tiene conocimiento de un posible brote de brucelosis canina, solo siete meses después se habrían tomado acciones para mitigar el riesgo de propagación de la enfermedad y una eventual afectación en la salud pública. En efecto, hay sospechas de una persona contagiada que habría tenido o con animales enfermos.
La advertencia la hace la Personería de Bogotá en un documento dirigido a la Secretaría de Salud con asunto ‘Inoportuna atención ante el riesgo generado por la confirmación de brote de brucelosis en la ciudad’, en el que le hace “un llamado urgente” para que adopte acciones de prevención, control, tratamiento, investigación y atención que mitiguen el riesgo ocupacional y de salud pública.
La brucelosis es una enfermedad de origen bacteriano que tiene varias cepas que afectan a bovinos, ovinos, caprinos, caninos, entre otras especies, y que se puede transmitir a personas. Los animales con diagnóstico positivo han llegado a la Unidad de Cuidado Animal (UCA), adscrita al Instituto Distrital de Bienestar y Protección Animal (IDPYBA), y proceden en su mayoría de la calle, pero también de abandonados, rescatados y de criaderos.
El órgano de control precisa que a mediados de marzo pasado las pruebas Rosa de bengala practicadas a colaboradores que han estado en o con animales positivos en la UCA dieron un resultado que podría indicar “una alerta de posible presencia de brucella”. Pero que a pesar de esa situación, la Secretaría de Salud no ha emitido pronunciamiento respecto al seguimiento al caso sospechoso y su vigilancia epidemiológica, y tampoco en relación con la implementación de protocolos para la atención de los colaboradores del Instituto que tuvieron o con animales confirmados con pruebas PCR-RT.
En el documento se indica que solo hasta el 31 de marzo de 2022 se procedió a programar eutanasia humanitaria de seis caninos positivos y que esto evidencia que las decisiones y acciones “se implementaron aproximadamente siete meses después del conocimiento preliminar de los casos sospechosos”.
El documento, que está dirigido al secretario Alejandro Gómez, señala también que desconoce la actuación frente a los demás caninos que se encuentran en el Instituto de Protección Animal y de los que habitan en calle.
El IDPYBA, al ser consultado por este diario, señaló que en julio de 2020 se hallaron los primeros casos y que a partir de julio de 2021 se implementó “que a todos los caninos que ingresaran a la UCA, independiente de si presentaban sintomatología, se les tomara una muestra para el diagnóstico brucelosis canis, lo que llevó a un incremento en la detección de casos”.
Casos de animales confirmados
Según el reporte del instituto a este diario, desde enero de 2021 hasta el 31 de mayo pasados se han realizado 681 pruebas inmunocromatografía para Brucella canis a animales que se encuentran en la UCA y que el 4,34 por ciento han salido positivos. Agregó que los casos confirmados presentaban síntomas compatibles con la enfermedad, como afecciones en sistema reproductivo en machos (orquitis) y hembras (abortos) y problemas articulares cervicales (discoespondiloartrosis y fusiones vertebrales).
La Secretaría de Salud asegura que no existe brote porque no se cumplen las dos condiciones asociadas: que sea inusitado y que esté vinculado a una ubicación geográfica delimitada. “La brucelosis canina es una enfermedad que circula comunmente en poblaciones de caninos en la ciudad, esto debido a dos condiciones particulares que hacen difícil su manejo: primero, es una enfermedad que no cuenta con vacuna en esta especie y, segundo, es normalmente asintomática”.
No obstante, el médico Luis Jorge Hernández, salubrista de la Universidad de los Andes, dice que en el caso de Bogotá “se ha bajado la guardia en salud pública, en especial en zoonosis como rabia y brucelosis”. Considera clave que se refuerce la vigilancia y que se debe hacer un informe epidemiológico, y este debe ser presentado a la ciudadanía.
En ese sentido, un técnico del organismo de control disciplinario le dijo a este diario que les preocupa que “no hay evidencia de acciones de vigilancia y prevención de los factores de riesgo o investigación epidemiológica de campo, con el fin de determinar la procedencia de los animales positivos como posible fuente de transmisión y foco de contagio”.
Por su parte, Jorge Zambrano, médico veterinario y profesor de la Universidad Nacional, dice que esta es una enfermedad zoonótica que puede afectar más a personas que trabajan en plantas de beneficio, laboratorios de diagnóstico, criaderos y centros de protección y de adopción de animales (donde hay un o muy directo) y que el riesgo con mascotas es diferente al que hay con animales de calle.
También señala que no es necesario el sacrificio del animal infectado y que la castración y el tratamiento con antibióticos son válidos, pero reconoce que “falta mucho camino por recorrer para tener un programa de control de animales callejeros eficiente y con sistemas de adopción, esterilización y con control de enfermedades infecciosas (no solo brucelosis)”.
El experto en brucelosis afirma que no es fácil demostrar que hay un brote porque, como en el caso de la cepa que afecta a caninos, se necesitan pruebas diagnósticas muy específicas, más allá de la PCR, y que la Rosa de bengala (que se habría utilizado en Bogotá para humanos) es para la brucella que afecta a bovinos y que en ese caso un resultado positivo no implica infección.
Zambrano llama la atención en que el país no cuenta con una ruta crítica para el manejo de la enfermedad, pero que, sin embargo, entre la Universidad Nacional, el INS y eI ICA trabajan en crear una. “Todo se puede hacer bien y con unos costos y una responsabilidad del Gobierno, que tiene que intervenir en eso”, afirma, y agrega que es un trabajo que se debe realizar entre todos.
‘Hay casos en caninos, pero no en personas’: Salud
La Secretaría de Salud asegura que no hay un brote de brucelosis canina y que lo que se identificó es “un conglomerado de casos en caninos” en condición de calle que ingresan a la UCA provenientes de diferentes localidades.
Sobre los casos confirmados señala que, “habiéndose aplicado el algoritmo diagnóstico definido por esta entidad y que fue aprobado por el Ministerio de Salud, para el abordaje de los 26 casos reportados como sospechosos se confirmó un total de 15 animales como casos de brucelosis”. Dice que si bien existe un riesgo de transmisión de animales a personas, este es “extremadamente raro por la naturaleza de la enfermedad”.
La Secretaría también señala que “no ha sido notificado ningún caso confirmado de brucelosis en personas” que hayan tenido o con caninos confirmados de la UCA y que “al igual que los demás eventos de interés en salud pública, los casos sospechosos o confirmados de brucelosis en personas son atendidos de conformidad con los lineamientos definidos desde el nivel nacional”.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
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