La Alcaldía de Bogotá le dará un ‘timonazo’ al autocuidado en medio del covid-19. Hoy, desde la Subsecretaría de Cultura Ciudadana, lanza la campaña ‘Detalles que salvan’, una estrategia que busca que los ciudadanos se concentren en tres comportamientos.
Primero, llevar el tapabocas bien puesto, cubriendo boca y nariz. Segundo, mantener buena ventilación en todos los escenarios en que vaya a permanecer. Tercero, no reunirse en espacios cerrados con personas con las que no vive.
“Cuantas menos cosas se le pidan a la gente, mejor”, indicó Henry Murrain, subsecretario de Cultura Ciudadana.
Pese a que los indicadores apuntan a que Bogotá ya superó el segundo pico de contagios de covid-19, esto no es signo de bajar la guardia. Incluso, el gremio de la salud, en un informe publicado en este diario, advirtió que no se descarta la llegada de un tercer pico entre marzo y abril. Pero, dicen, su intensidad puede depender, en buena parte, de la suma de compromisos individuales por cumplir con las normas de bioseguridad.
Ahora, con la reactivación económica y la puesta en marcha de la alternancia escolar, será más necesario el cuidado. “La sumatoria de acciones individuales termina aportando para superar varios de estos problemas. Con la baja de este pico y la reapertura se requiere seguir fortaleciendo el cuidado”, afirma Mónica Villegas, gerente de proyectos de Fundación Corona y experta en cultura ciudadana para Bogotá Cómo Vamos.
Uso de tapabocas
“Hemos notado que en los espacios cerrados hay un mayor relajamiento en el uso de tapabocas y tenemos que reforzar esta medida”, le explicó Murrain a Citytv durante una primera socialización de la estrategia.
Frente al uso del tapabocas, el Distrito aclaró que la recomendación es priorizar el uso de tapabocas quirúrgico para poblaciones de riesgo. Pero, para otras poblaciones es posible el uso de tapabocas de tela que, ojalá, sea de tres capas y no tenga sistema de válvula. Hay que recordar que los tapabocas quirúrgicos se deben desechar y que los de tela se deben lavar cada vez que se terminen de utilizar.
Una vez elegido el tapabocas, la persona debe recordar portarlo en todo momento: al estar en el trabajo, al hacer deporte al aire libre y al tener una conversación con personas que no sean del hogar.
Ventilación
En los últimos meses, diversos investigadores han insistido en la importancia de comprender el riesgo de contagio por aerosoles, es decir, por las gotas de saliva o líquidos que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Entendiendo este llamado, el Distrito ahora insistirá en la importancia de mantener flujos de aire natural en la casa, la oficina y el transporte. “Este virus se concentra en el aire y cuanta menos ventilación haya, mayor probabilidad hay de que (los aerosoles) se queden en el aire y se genere una mayor probabilidad de contagio”, indicó Murrain.
La solución para ventilar es sencilla: abrir la ventana. Sin embargo, el Distrito le pondrá la lupa a los locales comerciales pues, por su construcción original, hay algunos que tienen la puerta como único medio de ventilación.
Es el caso de Rey Guerrero, quien tiene su restaurante de comida pacífica en la localidad de Chapinero: un local con una puerta grande y un largo pasillo sin ventana alguna.
Rey considera que controla el tema de ventilación, pero si la Alcaldía pide adecuaciones no habría manera de hacerlas. “Es una bodega que, por donde entra la gente, entra el resto de aire. Es una puerta de tres metros. No hay otro espacio para acondicionar ventilación”, cuenta el propietario.
Otros empresarios, por su parte, han tenido que hacer inversiones importantes para adaptar la infraestructura de sus restaurantes. Natalia Carreño, a del restaurante Chichería Demente, cuenta que tuvo que elevar unas marquesinas y adecuar un garaje de la casa que le permitiera total circulación del aire.
Aunque ella tiene una adecuación privilegiada, reconoce que no todos los establecimientos pueden hacer este tipo de reparaciones. “se requiere ingenio. Hay sitios que difícilmente se pueden airear porque están hacia adentro. Tienen que pensar en opciones que salen mucho más costosas”, dijo la propietaria del restaurante.
Ante este panorama, los gremios de restaurantes y bares solicitan tener en cuenta la diversidad casos. “No se trata de imponer una condición estándar a espacios que son totalmente heterogéneos. Por ello, trabajamos articulados con la Secretaría de Salud para reducir riesgos de contagio. No promover cierres, sino seguridad en la salud pública”, mencionó Guillermo Gómez, presidente de Acodres.
Por su parte, Camilo Ospina, presidente de Asobares, considera que se debe hacer acompañamiento mediante un fondo de emergencia económica y le propone a la Alcaldía dejar funcionar los sitios aireados en un horario especial.
La Secretaría de Desarrollo Económico le explicó a este diario que contempla distintas opciones para apoyar a los establecimientos que presentan dificultades por sus condiciones físicas. El programa Crea Bogotá Crece dispone de recursos para que los comerciantes puedan acceder a créditos y tengan músculo financiero en caso de que deban hacer inversiones para cumplir con los protocolos.
“Queremos ayudarles a las mipymes para que puedan financiar las inversiones que implica cumplir con los diferentes protocolos de bioseguridad para que puedan reactivarse y entrar a operar. Muchos nos han manifestado que no cuentan con los recursos para cumplir con esos protocolos”, afirma Paula Cucalón, directora de Competitividad Bogotá Región.
Menos visitas y otras ideas
Finalmente, el tercer mensaje de la Alcaldía es evitar hacer reuniones y fiestas presenciales con personas con las que no se viva porque los nuevos os e interacciones en espacios cerrados, poco ventilados y que se extiendan por más de 15 minutos aumentan el riesgo.
Y las cifras lo demuestran. Las encuestas del Observatorio de Cultura Ciudadana dejaron que 23 % de los encuestados creen que el virus llegó a casa por un amigo o familiar que visitó la casa.
En general, se espera que estas tres acciones se incorporen a los hábitos de autocuidado y que se complementen las con lavado de manos, distanciamiento social y otros hábitos recomendados por las autoridades sanitarias, que tengan evidencia científica y que sean ampliamente efectivas.
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