EL TIEMPO habló con Adriana Correa, presidenta ejecutiva de Maloka, quien explicó cómo funcionará la reapertura y dio reflexiones sobre el difícil momento que atraviesan los museos en Bogotá y en el país. Dijo que el protocolo de Maloka es la ventana para empezar a reactivar todo el sector en la ciudad.
¿Qué pasó cuando cerraron las puertas?
Lo primero que hicimos fue emigrar a contenidos digitales, toda la agenda emigró a canales digitales, empezamos a hacer muchas actividades en las redes, trivias, juegos, estrategias de ramificación para seguir conectados con el público, y también empezamos a trabajar con la Secretaría de Educación de Bogotá, participamos en la estrategia ‘Aprende en casa’, diseñamos el programa ‘Aprende en casa con Maloka’ para llevar contenidos científicos a las casas de los niños y de las familias; luego de todo eso empezamos a trabajar en la reapertura del centro interactivo.
¿Cuáles son esos protocolos?
Los voy a ubicar in situ en lo que va a pasar. Con lo primero que se van a encontrar los visitantes es con un túnel de desinfección, ahí empieza el lavado de manos, la aplicación de antibacterial. Desde ese momento van a estar acompañados por los guías de Maloka, encargados de recordar pautas como el distanciamiento social y el uso de tapabocas. Lo otro es que vamos a operar solamente con el 30 % de nuestro aforo, 600 personas al día divididas en todo el día, máximo diez por recorrido. Nuestra capacidad total es de 2.000 visitantes. Además, solo estará permitida la entrada para mayores de edad y nos regiremos por el ‘pico y cédula’ establecido en la ciudad. Por ahora, la apertura solo será los fines de semana y festivos.
¿Cómo van a funcionar los recorridos?
Son recorridos estructurados, es decir, las personas van a entrar acompañadas por un guía y van a tener la posibilidad de recorrer el museo por rutas diferentes, ‘Reto sobrevivientes’, enfocado en el cambio climático y la ciencia del amor y el perdón; estos temas los conectamos con la pandemia, en cómo los seres humanos hemos respondido a esta crisis, ‘Reto superconectados’, en donde, por ejemplo, se podrá construir un carro robot. Y ‘Reto curiosos’, que incluye talleres con fósiles, esto permite que las circulaciones no se crucen; si tengo un grupo que arrancó esta ruta, el otro arranca en vía contraria, y cada que pase un grupo por un espacio vamos a tener una cuadrilla de limpieza haciendo desinfección en toda la zona, y estas rutas no son en todos los módulos del museo, hay unos que van a estar apagados.
¿Cómo se pueden adquirir las entradas?
Se pueden comprar de manera digital o de manera presencial y van a poder escoger uno de estos tres retos para ingresar. El horario puntualmente va del mediodía a las siete de la noche, para movernos en contra flujos de la ciudad y ayudar con el tema de transporte y movilidad.
¿Qué alternativas tienen los niños, que no pueden ingresar?
Vamos a fortalecer el programa ‘Aprende en casa con Maloka’, un portal al que pueden acceder desde la página web de Maloka, allí hay contenido editorial, que son las guías que están pensadas para los padres de familia y para los niños. También tienen contenido audiovisual, que son pódcast, videos en donde hay experimentos. Y lanzamos también una línea de atención telefónica, nos pueden llamar y vamos a resolver dudas sobre enseñarle tal cosa al hijo o de que no entendió algo. Ese microciclo es gratuito. Además, con la Secretaría de Educación, le vamos a hacer llegar material físico a 20.000 familias que no están conectadas y que no les queda fácil acceder a internet.
Este es un mensaje a todos los líderes o los políticos, y es que ningún museo puede sobrevivir solo
¿El protocolo de Maloka se puede aplicar en otros museos?
Sí, nosotros creamos una mesa de trabajo entre los museos de Colombia y nos unimos para trabajar juntos en esos protocolos. Parque Explora nos ayudó muchísimo, entre todos compartimos ese documento que ellos produjeron y lo empezamos a nutrir juntos. Ese es el que estamos compartiendo y, de hecho, fue con ese documento que nos fuimos todos al Ministerio de Cultura a hacer presión a todo el Gobierno Nacional. El protocolo está a la disposición de todos para poder reabrir los espacios.
Hay muchos museos que no pueden costear los protocolos ¿Qué va a pasar con ellos?
Es importante no olvidar a esa cadena o a esa red tan importante de museos que hay en el país y que son de una fragilidad tremenda. Nosotros contamos con la fortuna de tener un apoyo rotundo de la alcaldía de Bogotá y ha sido gracias a ese respaldo y a esos recursos que nosotros hemos seguido vivos. Definitivamente nosotros estamos todavía pasando por un momento de mucha vulnerabilidad, pero no se compara con la situación que están viviendo otros museos y espacios, y este es un mensaje a todos los líderes o los políticos, y es que ningún museo puede sobrevivir solo, absolutamente todos necesitamos en nuestro modelo de sostenibilidad el apoyo permanente de los gobiernos. No es cierto que los museos seamos autosostenibles y sin ese apoyo va a ser muy difícil que los museos vuelvan a abrir.
¿Qué pierde Bogotá con el cierre de los museos?
Sería una pena total porque si algo nos ha revelado este momento de la cuarentena es la relevancia que tiene el pensamiento científico, cultivar ese tipo de pensamiento que es una forma de conectarnos con el mundo y yo creo que esa forma de aproximarse al conocimiento es una manera de vivir y tal vez el primer o que tiene un niño con esa forma de pensamiento es un museo de ciencias. Entonces, nos perdemos ese tipo de ciudadanos, nos perdemos esa posibilidad que desde muy pequeños aprendan a pensar de esa manera.
Aparte de estos recorridos, ¿vamos a ver otras exposiciones? ¿Qué viene para Maloka?
Próximamente vamos a lanzar un programa que hicimos con Mintic y que está dirigido a las niñas, son clubes de ciencia exclusivos para ellas, vamos a reunir a 300 niñas alrededor de clubes de ciencia para cerrar las brechas de género en las Stem, ellas van a tener mentoras y todo va a ser digital. También estamos trabajando en la exposición ‘Migraciones’ con la OIM, y es una caja de escape que funciona como un laberinto para explorar la migración desde lo social. Otra noticia es que el doctor Llinás nos donó otro dinosaurio. Todo esto se los cuento para dejarles una invitación a que vuelvan a Maloka, nosotros volvimos a abrir las puertas y los estamos esperando en este parche del museo de ciencias en Bogotá.
Ana María Montoya Z.
Redacción Bogotá - EL TIEMPO