En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Entrevista
Exclusivo suscriptores
Cuando Shakira se movilizaba en buseta, en Bogotá, con una trajinada casetera
En la capital, la estrella barranquillera grabó su primer álbum.
Así se preparan los comerciantes para poner a la venta el merchandising que se venderá para el concierto de Shakira. Foto: Sergio Acero Yate / El Tiempo.
Barranquilla la meció en la cuna cuando sus padres, William Mebarak y Nidia Ripoll, la nombraron en el bautizo Shakira, que en árabe significa 'llena de gracia'. Allí aprendió las primeras letras y, con ellas, compuso sus primeras canciones. Frente al televisor, con una peineta que simulaba un micrófono, imitaba de niña a Vicky Carr y Tina Turner. La Arenosa la impregnó de magia, pero fue Bogotá el 'Caño Cañaveral' que la disparó al estrellato".
A Bogotá, Shakira Isabel Mebarak Ripoll, proveniente de una numerosa familia barranquillera de clase media, llegó con doña Nidia, su señora madre, en los albores de la década de los 90, cuando el pop estaba en su furor.
Tenía entre 13 y 14 años, y venía dispuesta a devorarse el mundo. En la capital se desplazaba en buseta y cargaba una trajinada casetera donde grabó sus primeras canciones, entre ellas 'Magia', título del álbum que la dio a conocer.
Con la grabadora al hombro, acompañada de su mamá, y luego en solitario, insistía en los medios de comunicación para que oyeran sus melodías. Seducía a la prensa con su dulce sonrisa y su asombrosa precocidad.
Quien escribe estas líneas la atendió varias veces en la redacción del desaparecido tabloideEl Espacio. A veces, por la premura de poner punto final a una noticia extra, la acompañaba al restaurante y, según la hora, la invitaba a almorzar o a comer algo, mientras terminaba la nota. Me disculpaba. "No te preocupes, no tengo afán, aquí te espero el tiempo que sea", decía cariñosa.
Cuando regresaba a comedores la encontraba escribiendo en un cuaderno. Sucedió una y otra vez. Shakira, a su corta edad, no solo tenía talento a borbotones, sino la madurez, la disciplina y la obstinación de quienes anticipan la gloria desde chicos. "Sigue así que vas a llegar bien lejos", le dije a Shakira hace más de 30 calendarios.
Como artista en ciernes, a Shakira no la descubrió un gringo, un turco o un chapetón, sino un bogotano. Un Indiana Jones de la discografía, de agudo olfato, experto en rastrear tesoros ocultos. Ciro Vargas, se llama. En esa época, gerente de publicidad de Sony Music. De la existencia de la niña artista, Ciro se enteró de chiripa en un vuelo que tomó en Barranquilla, de regreso a Bogotá.
Fue a través de una conversación esporádica que sostuvo con su compañera de asiento, una dama que se presentó como Mónica Ariza, maestra y directora de un centro cultural en Puerto Colombia, donde Shakira asistía a clases de canto y danza.
- Me gustaría que la conocieras, es un diamante en bruto. Ella misma escribe sus canciones, se acompaña con la guitarra, diseña sus coreografías y su ropa. Es un terremotico -, le recomendó la profe Ariza a Ciro Vargas.
No sé diga más. Vargas ó a doña Nidia y aprovechó al poco tiempo un nuevo viaje a Barranquilla, para carnavales. Quedó deslumbrado con la voz, el baile y la puesta en escena de la pequeña artista.
Doña Nidia le entregó a Ciro un casete con tres canciones originales de su hija: 'Mis gafas oscuras', 'Mis 15 años' (como se los imaginaba ella, porque aún no los había cumplido) y 'Magia'.
De vuelta a Bogotá, Ciro llegó directo a la oficina del gerente artístico de Sony y le pasó el casete para que le diera su veredicto, con el desalentador clisé de ciertos ejecutivos de la música que se las dan de tener la última palabra: "No es lo que estamos buscando por ahora", dizque musitó el agrandado.
Ciro, coyote de pellejo duro en sus lides, no se amilanó. Cuadró un show case con Shakira en Manaos, en ese momento una de las discotecas más sonadas de la zona rosa de Bogotá. Convocó a los ejecutivos de la Sony, incluido don Carlos Gutiérrez, presidente de la compañía.
Así se preparan los comerciantes para poner a la venta el merchandising en el concierto de Shakira. Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo.
Shakira se fajó con tremendo espectáculo. Al final, recibió la felicitación del señor Gutiérrez, y le dijo a doña Nidia que la esperaba en su oficina, con su hija, a las ocho de la mañana, del día siguiente, para firmar contrato.
Fue el primer chispazo del cohete en el que se embarcó Shakira, y a propulsión a chorro de lo que vendría con su racha de éxitos, como 'Dónde estás corazón', la primera bengala que estalló en el firmamento, gracias al oportuno espaldarazo de Alejandro Villalobos, director de La Mega.
Con Magia, su primera grabación en una disquera internacional, Ciro Vargas logró cristalizar en Bogotá la ilusión que a Shakira, en Barranquilla, le quitaba el sueño.
De rolling por Bogotá
Shakira, a órdenes de Sony, empezó a moverse entre su natal Barranquilla y Bogotá. Cuando terminó bachillerato en el colegio de La Enseñanza, decidió radicarse en la capital. Ciro Vargas sostiene que vivió en el apartamento de unos familiares, en la 127, abajo de la Diecinueve, pero no fue el norte el que descrestó a la cantautora.
Shakira se enamoró de La Candelaria, le encantaba su arquitectura, las casas coloniales, su color pueblerino, las tiendas de ropa de segunda, los grafiteros y los bares de rock de la Calle del Embudo. Vestía informal, a veces con fachas vintage, y se adornaba con pulseras y largos collares de semillas.
'Shakiromanía' en Bogotá. Foto:CEET
Los fines de semana degustaba el ajiaco de Mamá Luz, cuando ella todavía cocinaba con gasolina en la antigua plaza de mercado de La Concordia, y en la tarde disfrutaba de malabaristas, cuenteros y cantantes del Chorro de Quevedo. En esas correrías formalizó uno de sus primeros amores bogotanos. El elegido fue Gustavo 'El Mono' Gordillo, integrante de Poligamia.
Fabio Polanco, próspero empresario musical, propietario de la desaparecida cadena de Discos La Rumbita, pionero del telemercadeo artesanal, le promocionó su álbum debut en un televisor de tubos empotrado en una vitrina de su almacén de la calle 21 con carrera Séptima.
En el vídeo (formato VHS), grabado con cámara de paseo, aparece la joven cantante interpretando 'Magia', y se ve cuando trastabilla al enredarse con el cable del micrófono. Así quedó el ime como anécdota estelar.
La Mejor Cola
Antes de ser directora de la revista Tv y Novelas, Omaira Ríos lo fue de TV Guía, del grupo editorial Televisa. Para celebrar el primer año de Tv Guía, Ríos se inventó el concurso La Mejor Cola.
La sede de la revista era vecina de Coconito, sector poblado de moteles, que recibió el remoquete picarón de 'Triángulo de las Bermudas' (sobran explicaciones), vía de a Engativá y Álamos.
Allí posó Shakira para las cámaras en vestido de baño, en 1994. Con solo 17 años ganó sobrada por votación entre curvilíneas y ya famosas del modelaje y la actuación como Iris Oyola, Liana Grethel y Angie Cepeda. Otro chupinazo de la barranquillera.
Con su ojo clínico como reportera y directora de la prensa del espectáculo, Omaira Ríos vio en Shakira una potencia artística a futuro, capaz de poner el mundo a sus pies. "No sólo por su inteligencia, sino por su carisma y perseverancia".
Ríos cuenta la anécdota de cómo, por encargo de una nueva letra que le estaban pidiendo de rapidez, en Sony, ella la escribió en una libreta, camino a la disquera. Así catapultó su nuevo hit: Pies descalzos.
Ciro Vargas concluye que su pupila siempre ha estado agradecida con Bogotá, "la ciudad que le abrió puertas y consolidó la rutilante marca con la que ha llenado mega estadios del orbe, tazones como el del Súper Bowl, y al ritmo de sus frenéticas caderas, la vez que enloqueció a la humanidad con su Waka Waka, en la inauguración de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
La Loba, la Maga, la Hechicera que acuña entrañables recuerdos de la capital que la vio nacer artista profesional, y que regresa esta vez a la gramilla de El Campín, con Las Mujeres ya no Lloran.
Van a llorar de emoción los miles de fanáticas y fanáticos de ayer, de hoy y de siempre, cuando se apaguen las luces y el potente proyector bañe la silueta estratosférica de su ídola.
"¡Hola, buenas noches, te amo, Bogotá!", será el saludo efervescente de la diosa. El resto seguirá siendo historia.