La afluencia de carros particulares que salen de la ciudad durante este fin de año se espera que sea muy alta. Muchos de ellos tendrán a Girardot y Melgar como su destino preferido, según datos proporcionados por la Terminal de Transporte de Bogotá.
Sin embargo, en la autopista Sur, ruta que comunica a la capital con estos lugares, se viene presentando un problema con los famosos ‘poncha llantas’.
Ruth García, quien tuvo que salir de viaje por este tramo, contó que “después de pasar por una gasolinera, antes de llegar al peaje, salieron unos muchachos con unas banderas indicándonos que íbamos pinchados. Cosa que me pareció rara porque yo revisé las llantas, como debe ser, antes de salir y todo estaba en orden”.
Lo que no esperaba es que, unos metros más adelante, se vieron obligados a parar dado que efectivamente la llanta delantera derecha estaba ya sobre el rin.
“En la parte derecha de la carretera hay tres montallantas seguidos. Entramos al de la mitad y cuando el mecánico ya la había desmontado nos dijo que el arreglo costaba $ 165.000. Y uno como no sabe cambiar la llanta y va de afán pues le toca pagar toda esa suma”.
A este testimonio se suma el de Víctor Albarracín, quien expresó que también, por irse de viaje rumbo a Melgar, paró en uno de los montallantas para calibrar las ruedas. “El señor tomó una manguera para hacer el procedimiento, y en un descuido sacó un trinche con tres puyas y chuzó la llanta en tres partes haciéndole nueve agujeros”.
No obstante, una de las personas que viajaban con él se dio cuenta de lo sucedido y le recriminó al montallantero por ello.
“El dueño del establecimiento se puso furioso, dijo que no, que cómo se le ocurría que iba a hacer eso. Pero inmediatamente mi amigo se identificó como una persona que trabaja en la Fiscalía. Así que si no arreglaba la llanta, le empapelaba el lugar”, afirmó Víctor.
El experto en seguridad Johan Avendaño explicó que estas fechas son muy apetecidas por estas personas debido al alto flujo vehicular, lo que vuelve más lentos los recorridos, sobre todo en la autopista Sur, siendo más accesibles para ellos.
Además, “cuando ya los han pinchado se acerca una persona con la facha de querer ayudar y le recomienda uno de los montallantas más cercano, donde el cobro del arreglo es excesivo; los hurtan, desvalijan o, incluso, ha habido casos en que las personas se van por un momento y dejan el carro, y cuando vuelven resulta que ya ese taller no existe”, reiteró Avendaño.
Ante esta situación, Zulma Patricia Leguízamo, jefe encargada de la seccional de Tránsito en Bogotá, le dijo a EL TIEMPO que invita a la ciudadanía a que “confíe en la Policía y haga las respectivas denuncias. Con eso hacemos las verificaciones junto con las patrullas judiciales más cercanas al lugar, y así cuando haya certeza de cuáles son estos puntos procederemos a llevarlas hasta las últimas instancias. Igualmente, recordar que hay una línea de ayuda para estos casos y es el #767”.
Leguízamo también explicó que para evitar ser víctima de esta tipo de estafas es necesario hacer una juiciosa revisión mecánica del vehículo antes de salir de su casa.
Aunque si por cualquier motivo usted sufre un accidente en el que las llantas de su carro se pinchen, el experto recomienda que “no debe fiarse de las recomendaciones y ayudas espontáneas. Casi siempre son personas que hacen parte del negocio”.
Lo que debe hacer es comunicarse con su mecánico de confianza o, en su defecto, con una persona o familiar cercano que sepa de estos temas. O, simplemente, llamar al seguro de su vehículo para que venga y lo recoja. Pues “es preferible perder un par de horas que sostener el negocio de estos inescrupulosos”.
REDACCIÓN BOGOTÁ