Casi dos millones de personas dejarán su vehículo o moto el día sin carro, jornada que empezó hace 17 años con el fin de sensibilizar a los bogotanos sobre la importancia de movilizarse en medios no motorizados y en transporte público.
Esto es lo que hoy en día se conoce como movilidad sostenible, por las ventajas que ofrece para la ciudad en términos ambientales y sociales. Pero ¿se han cumplido con los objetivos, o simplemente es un día cuya razón de ser la ciudad ha olvidado?
Las cifras indican que hay cerca de 1.562.000 automóviles y 458.605 motos rodando por Bogotá; la adquisición de estos vehículos sigue creciendo constantemente, a tal punto que en los últimos cinco años el número de motos subió un 70 por ciento.
Además, es paradójico que a pesar de que los casos de fallecimientos de motociclistas son tres veces más que los de los ciclistas, la satisfacción de quienes usan estos dos medios de transporte es casi la misma (84 por ciento motos y 83 por ciento bicis).
Si la idea del día sin carro es que los ciudadanos adquieran el hábito de bajarse del transporte privado y subirse al público, hay que trabajar en aspectos que mejoren su calidad y eficiencia.
La Encuesta de Percepción Ciudadana reveló que solo el 18 por ciento de los s de TM están satisfechos con el sistema y que tres de cada diez lo están con el SITP.
La ciudad ha logrado incrementar el número de viajes en bici, que pasó de 285.000 en el 2005 a 575.356 en el 2015, según los resultados de las respectivas encuestas de movilidad. Ahora, es importante trabajar en seguridad vial, pues quienes se desplazan en medios no motorizados concentran las estadísticas de lesionados y fallecidos. La mitad de las víctimas fatales son peatones, y en el 2016 murieron 71 ciclistas; en el 55 por ciento de los casos estaba involucrado un vehículo de transporte público.
Lograr que los ciudadanos cambien su manera de movilizarse y prefieran el transporte sostenible toma tiempo. El día sin carro es una buena iniciativa, pero se necesitan más acciones, como mejorar el actual sistema de transporte público y garantizar la seguridad vial a quienes han optado por desplazarse en medios no motorizados.
OMAR ORÓSTEGUI
Director Bogotá Cómo Vamos