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Estas son las claves para no ser víctima de los ladrones mientras está en un trancón, en Bogotá

Fleteros, rompevidrios o ataques en manada son algunas de las modalidades más frecuentes. 

Violento atraco en Bogotá.
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En noviembre de este año se conoció un impactante video en el que se ve a dos hombres que se movilizaban en una motocicleta negra apuntando con un arma al conductor de un vehículo particular que circulaba sobre la carrera Séptima en Bogotá.
La víctima iba en un Mercedes Benz negro cuando los delincuentes la abordan y, de forma violenta, comienzan a forcejear para quitarle sus pertenencias.
También se puede apreciar que los conductores que presencian el hecho comienzan a pitar para solidarizarse y ahí es cuando uno de los ladrones reacciona y se atreve a amenazarlos con dispararles.
Para diciembre de este año, otro video captó a dos personas robando en pleno trancón de la calle 80, cerca de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova. Dos hombres abordan un vehículo gris que se encontraba quieto por el trancón registrado en la zona. Ambos, a cada lado del automóvil, están forcejeando con los pasajeros para hurtarles las pertenencias.
El vehículo, en un intento por evitar el robo, acelera, pero no tiene espacio para desplazarse, por lo que los ladrones aprovechan la oportunidad, se llevan algunos artículos y emprenden la huida. Varios ciudadanos han visto el accionar delictivo de estas mismas personas frente a la estación de Transmilenio Quirigua.
Y es que los robos en los trancones se cometen hasta en bicicleta. Uno de estos incidentes ocurrió en pleno trancón de la avenida calle 13 con la calle 39. Varios delincuentes abordaron a un conductor y le quitaron sus pertenencias de forma violenta.
Este tipo de robos afecta no solo a la víctima sino a los comercios. Por ejemplo, en Puente Aranda, es común que grupos de tres jóvenes en bicicleta merodeen a un vehículo para robarlo, intimidándolo con armas corto punzantes. Luego, simplemente se escapan por el andén.
No se puede olvidar el accionar de los conocidos como los ‘rompevidrios’. Los delincuentes detectan el trancón de su predilección o semáforos demorados y, simplemente, utilizando bujías, rompen el vidrio de los vehículos en cuestión de segundos. Suelen operar entre varios y se dividen las funciones. Está el que detecta a la víctima, el campanero que aguarda mientras ocurre el robo para alertar la llegada de las autoridades, el que amedrenta a las víctimas y el transportador a cargo de maniobrar los vehículos en los que los delincuentes huyen.
Estas fueron las pruebas para identificar al presunto integante de los 'rompevidrios'.

Estas fueron las pruebas para identificar al presunto integrante de los 'rompevidrios'. Foto:Policía Nacional

Ni qué hablar de los ‘pincha llantas’, aman los trancones. Estos pasaron de ser delincuentes de a peso a convertirse en toda una red de estafadores que no solo ponen trampas como pitillos metálicos o tornillos en vías principales de Bogotá y Cundinamarca, sino que actúan con ‘auxiliadores’ que llevan a las víctimas a reparar los neumáticos a negocios específicos.
Lo primero que se deduce del alud de quejas es que hay unos corredores viales en donde estas bandas, se podría decir que organizadas, operan en: la avenida Boyacá, especialmente a la altura de la calle 53; la avenida Primero de Mayo con carrera 30, la calle 80 con avenida 68; la autopista Norte, sentido norte-sur, frente al centro comercial Santafé, la autopista Sur a la altura de Soacha, el puente de la calle 127, la NQS, sentido sur-norte, a la altura de la calle 76; la carrera 7.ª con calle 163, costado occidental, y muchos otros más.
Nueva modalidad de pinchallantas.

Nueva modalidad de pinchallantas. Foto:Instagram @soyingridmontejano

Estos puntos causan terror en la ciudadanía, no solo por el peligro de quedarse en la mitad de la nada, sino por las enormes cuentas que cobran por arreglar el daño premeditado.
Tienen muchas estrategias, pero la más novedosa en la actualidad es que luego de poner los dispositivos metálicos y filudos en puntos específicos, mandan a un ‘ángel’ que arriba, como por arte de magia, a auxiliar a los angustiados conductores.
Mónica Carvajal, por ejemplo, fue víctima entre la avenida Boyacá y la carrera 69 con calle 80, costado sur. “Hay una banda de unos nueve delincuentes que se la pasan pinchando carros de alta gama. Luego, los dueños de estos últimos son llevados por unos motociclistas a dos montallantas ubicados en el sector para ser atendidos. Perforan las llantas con un chuzo varias veces para sacar más dinero”, aseguró.
Fleteo en Bogotá

Fleteo en Bogotá Foto:City Tv

Los trancones también son utilizados para realizar fleteos. Este ocurre solo cuando una persona sale de una entidad financiera y, rumbo a su casa, empresa u otro destino, es atacada, o cuando hay un atraco a un carro de valores. Hay otros delitos que son similares, pero que se tipifican como hurto a personas.
Según un investigador entrevistado por EL TIEMPO, Los fleteros en Bogotá suelen ser reincidentes, hombres y mujeres con antecedentes criminales y, aunque no en todos los casos, se ha detectado que viven en el sur de Bogotá en barrios como Isla del Sol, El Carmen o el Quiroga. “No son personas que ahorren sus ganancias ilegales para organizarse. Lo que obtienen se lo gastan en trago, droga, mujeres y fiestas sin control. Luego vuelven y quedan sin nada”. Cuando los investigadores los capturan, muchos no tienen más que dos pantalones y dos chaquetas.
No temen matar o lesionar. No escogen a sus víctimas por sus características físicas o psicológicas, por la edad o por el género. Su único objetivo es centrarse en una suma de dinero y no descansan hasta tenerlo en sus manos, y para eso hacen todo un trabajo previo de observación.
Estas estructuras criminales siempre cuentan con un líder experimentado y de más edad. Este organiza y consigue las armas de fuego y las motos y vehículos que van a participar en el fleteo. “Este es el único de la banda que, por lo general, trata de invertir lo que se roba en armas, propiedades o en automotores. Alquilar esto sale muy caro”. Este hombre es también el que organiza la banda y el modus operandi.
Ya cuando se conforma el ‘equipo’ salen a delinquir desde y en el sur de Bogotá. Prefieren hacer rondas en los centros comerciales de toda la ciudad, pues la ciudadanía hace transacciones de altas sumas de dinero allí al sentirse en un lugar más confiable.
Mientras en líder de la banda espera en el vehículo, los otros, cada uno con una misión, se ubican en su posición. El primero en actuar es el ‘marcador’, que puede ser hombre, mujer o una pareja. Este es quien entra al banco y, por lo general, no realiza ninguna transacción o pide un turno con una cédula falsa.
 “Simplemente, llega y se sienta o sientan a esperar. Observan detenidamente qué cliente se demora más de lo usual porque puede ser el elegido y, muy importante, afinan el oído para escuchar a la máquina contadora de billetes, así logran determinar si es una transacción millonaria. “Están completamente entrenados. Observan si son billetes verdes y así cuantifican la cantidad del dinero”, dijo el investigador.
Y mientras realiza esa labor, el marcador notifica de sus movimientos a la banda a través de un chat o una llamada en conferencia. Les informa, además, cómo está vestida la víctima, si es hombre o mujer, por dónde se desplaza dentro y fuera del centro comercial y si se montó a un carro este qué placas tiene. Los marcadores suelen verse bien vestidos, con ropa fina. Nadie sospecharía de ellos. También detallan en qué bolsillos distribuyen el dinero sus víctimas y suelen ocultarse con gorras, tapabocas o bufandas para no dejar rastro en los registros del banco.
Espera que su blanco tenga que parar, ya sea por los usuales trancones o por cualquier otra causa durante su trayecto en sectores comerciales o residenciales. Ahí se baja el ‘cogedor' que es quien, armado, amedrenta a la víctima con mucha violencia, groserías, amenazas, acelera la moto y, en muchos casos, dispara
El líder de la banda es quien conduce el vehículo y al que se le dice el ‘transportador’. Va armado junto con su copiloto, a quien se le llama ‘el cogedor’. Según el investigador, no le importa si la víctima va a ser acompañada por su pareja, adultos mayores, niños, personas enfermas o mascotas, su fijación es el dinero. Tampoco si hay un policía o un CAI cercano.
Espera que su blanco tenga que parar, ya sea por los usuales trancones o por cualquier otra causa durante su trayecto en sectores comerciales o residenciales. Ahí se baja el ‘cogedor' que es quien, armado, amedrenta a la víctima con mucha violencia, groserías, amenazas, acelera la moto y, en muchos casos, dispara. Comienza con las piernas y si hay resistencia, le apunta a un órgano vital. “Mientras tanto, quien conduce le va informando al de la moto, a quien llaman el ‘arrastrador’, por cuál lado llegar para que, quien ejecute el robo, se monte a la motocicleta”.
La idea es sacarlo del escenario de los hechos. Cinco o seis cuadras adelante, el ‘arrastrador’ suelta al cogedor y este vuelve a subirse al carro para entregarle el dinero al transportador. “Este último siempre está pendiente de cuánto se robaron, pues entre ellos se traicionan. Los cogedores se llevan a veces computadoras o joyas y guardan silencio”. El investigador hace una pausa y recuerda a un joven en el barrio Villa Alsacia a quien le quitaron la vida luego de retirar una suma de dinero y salió rumbo a la casa de su mamá. “Llegó en su carrito y lo mataron vilmente”.
Otra forma de ataque es la de las ‘bandadas’, que son dos o tres conductores de moto que rodean el vehículo para robar a sus ocupantes. En casi todos los casos los ladrones usan armas de fuego o cuchillos para atemorizar a sus víctimas.
Muchos se camuflan como ‘limpiavidrios’ o vendedores ambulantes, que por su lugar privilegiado en las vías van mirando que objetos de valor llevan los ocupantes, o que carro lleva los vidrios abajo o si su conductor va distraído o hablando por celular.

¿Qué hacer?

'El hombre prevenido vale por dos’ y estar alerta se convierte en uno de los mejores consejos. Conducir debe ser una acción consciente y no mecánica y, en ese sentido, siempre hay que estar pendiente de en qué sector se está moviendo y quiénes los están rodeando.
Si se detecta algún riesgo, es muy importante usar los vidrios arriba y los seguros puestos. Incluso si el clima está muy caluroso, es mejor usar el aire acondicionado ante cualquier riesgo.
Oscurecer los vidrios es legal, pero hay un límite y es mejor revisar la normatividad vigente. Hoy en día hay películas que ofrecen protección extra contra golpes.
Los expertos de la Policía Metropolitana de Bogotá recomiendan no llevar objetos como computadores portátiles, paquetes, bolsos, teléfonos, relojes o joyas a la vista que llamen la atención. Los merodeadores saben cómo detectar un carro que los transporte. “Es mejor guardar todo esto en el baúl”.
Para evitar ser víctima también funciona usar manos libres (bluetooth) para hablar por teléfono y el baúl para guardar todos esos elementos. No los lleve sobre los asientos
Hay que estar atento a los espejos para observar cuáles vehículos, motos o personas están detrás de usted y si nota algo sospechoso, las autoridades recomiendan cambiar de ruta o despistar al enemigo entrando a un establecimiento concurrido.
Igualmente, mantener la distancia con los vehículos cercanos permite que la posible víctima pueda reaccionar ante un intento de robo.
Conocer las vías principales y alternas es muy importante en caso de que note que lo están siguiendo. Si lo comprueba procure llamar la atención de la policía.
Otro consejo es que si al llegar a su destino final ve personas extrañas cerca de su garaje, no intente entrar ni bajarse del vehículo. Es mejor tratar de ar a alguien dentro de la residencia para alertar sobre la situación.
Antes de abrir y abordar su vehículo, mire varias veces a su alrededor. Los ladrones usan distractores como objetos o papeles pegados en los vidrios o espejos.
Es mejor no comprar nada en los semáforos. Y si está en movimiento, haga caso omiso de golpes que reciba su carro en la parte de atrás o en los costados, lo mismo si siente que una de las llantas se ha pinchado. Trate de llegar a un lugar seguro para verificar qué fue lo que pasó, nunca en la vía.
Para evitar el robo de espejos y otros elementos externos del carro en medio de los trancones en Bogotá, es crucial mantener una actitud de alerta constante mientras se está en el tráfico, y tratar de dejar un espacio entre los carros que se encuentren cerca
Por último, es importante mantenerse informado sobre las áreas de la ciudad que tienen mayores índices de robos en trancones y tratar de evitarlas en la medida de lo posible. Según la Policía se ha detectado incidencia del delito en la Autopista Sur, la calle 80 y la calle 13.
Tomar rutas alternas menos congestionadas puede reducir la exposición a situaciones de riesgo y disminuir las probabilidades de ser víctima de un robo.
Según datos de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, a octubre de este año se registraron 10.204 casos de hurto a personas en la capital y muestra una reducción considerable en comparación con la cifra registrada en 2023, la cual fue de 13.477.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a [email protected] 

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