Después de las medidas cautelares dadas por el juez 22 istrativo de oralidad de Bogotá para frenar cualquier tipo de tala de árboles en el proyecto del Plan Parcial Bavaria –en la antigua fábrica de
Bavaria–, en donde se construirá un complejo de vivienda con renovación urbana y ecológica,
EL TIEMPO habló con Leonardo Zuluaga, gerente del proyecto, sobre las acciones por seguir y los pormenores de este proyecto. ¿Qué significa esta decisión?
Por ahora lo que se suspende es cualquier ejercicio de tala de árboles hasta tanto que se aprueben los planes ambientales que hemos venido desarrollando en los últimos 18 meses.
¿Han talado árboles en este punto?
Hasta la fecha, como desarrolladores del proyecto, nosotros no hemos talado ni un solo árbol, salvo los tres casos ordenados por la Secretaría de Ambiente: un eucalipto que se cayó sobre la Boyacá y dos más que amenazaban volcamiento por su estado.
Pero la gente cree lo contrario…
Lo primero que hay que decir es que hay desinformación respecto a la cantidad de árboles que allí existen, incluso desinformación para nosotros cuando llegamos al proyecto. Lo primero que hicimos fue levantar un inventario árbol por árbol para saber cuál era su especie, condición sanitaria y cuáles son sus servicios ambientales. Se sabe que se van a talar 10.777 y se van a reponer en el marco de un programa de renovación ecológica, lo cual significa que por cada árbol se plantarán tres nuevos, y de especies nativas.
Quien pasa por este sector y ve estos árboles los asocia con un bosque, con un pulmón para Bogotá…
Estos fueron sembrados por Bavaria en su momento para mitigar el impacto visual que generaba esa empresa, pero no son aptos para el espacio público de Bogotá ni son permitidos dentro del manual de silvicultura del Jardín Botánico porque son susceptibles a volcamiento.
Lo que buscamos es sembrar árboles nativos que prestan mejores condiciones ambientales y generan un nuevo ecosistema, y, con el proyecto de renovación ecológica, lo que se hace es mantener el pulmón, renovarlo y hacerlo compatible con el desarrollo de la ciudad.
¿Han socializado el proyecto?
Hemos hecho más de 170 reuniones con líderes de todos los barrios.
Se sabe que se van a talar 10.777 y se van a reponer en el marco de un programa de renovación ecológica
Hablemos de la implicación de la vía Tintal Alsacia con este proyecto
Entre las obligaciones urbanísticas que tiene el proyecto está la entrega del suelo a la ciudad para que pueda desarrollar parte de la vía y es un puente vehicular que conecta la Alsacia con la Boyacá. Los recursos están en un convenio con el IDU y son de alrededor de 85.000 millones de pesos en total, pero para este puente son de cerca de 38.000 millones.
Descríbanos tres puntos claves de este proyecto para la ciudad
Lo primero es que hoy, este terreno tiene un valor en el avalúo catastral cercano a los 800.000 millones de pesos y 78 hectáreas privadas encerradas en rejas y que con el plan, más del 50 por ciento se convertirá en espacio público con un parque central, parques locales, vecinales, lineales, alamedas y 10 kilómetros de ciclorruta.
Se construirán cuatro puentes vehiculares en la avenida Boyacá y en la Alsacia. Entre las obligaciones urbanísticas llegarán colegios, seguridad, salud y todo lo que sea necesario en el plan de equipamientos públicos de la ciudad. Se construirán cerca de 14.000 viviendas.
¿Esta demanda tiene algún tinte político?
Esto es un proyecto que urbanísticamente es necesario para la ciudad, y, más allá de las situaciones jurídicas y políticas, algún día se entenderá que esta es una gran oportunidad para demostrar que el desarrollo urbano y la renovación ecológica pueden ir de la mano.
BOGOTÁ