Hurto a viviendas en Bogotá: 22 casos diarios reportados en diciembre en la ciudad

La imagen de hombres con capuchas negras entrando a las casas en medio de la noche ha dejado de ser solo ficción y se convirtió en una realidad durante todos los diciembres en Bogotá.

El hurto a viviendas es uno de los delitos que más acosa a la ciudadanía durante la temporada de fin de año y en el que los criminales han sido más ingeniosos para poder salirse con la suya y evadir la seguridad.

Así las cosas, entre el primero de diciembre y el 20 del mismo mes, en Bogotá se han denunciado 451 hurtos a viviendas; 105 casos más que el año pasado. Por esta razón es que las autoridades han extremado medidas.

Si se analizan los datos del año corrido frente al anterior, este delito también ha crecido. El aumento es de 24 por ciento, con 7.052 casos registrados.

Pero el panorama de este comportamiento delictivo no es de ahora. Durante 2022 y según los datos entregados por la Policía Metropolitana de Bogotá, se presentaron 6.734 robos de viviendas en la ciudad.

Este dato es 12 por ciento menos que la cantidad registrada durante el 2021, para el periodo de tiempo comprendido entre el 1.º de enero y el 26 de diciembre, que fue de 7.663 casos de este tipo de robo.

Las cifras de este delito han tenido un comportamiento variado durante el último año, pero en el último tiene una tendencia al alza, razón por la que sigue siendo preocupante para las autoridades, pues los patrones de hurto son similares en todos los casos: viviendas vacías, robos nocturnos, con llave maestra o ladrones que usan identidades falsas, como trabajadores de empresas de servicios generales; pero también como empleados de empresas de servicio o, incluso, como falsos policías para irrumpir en viviendas.

Esto ha llevado a pensar a los investigadores que hay un factor adicional de riesgo y es “la confianza” de los propietarios a la hora de dejar sus inmuebles solos en la temporada.

Y es que los criminales ya han establecido un modus operandi que está basado en los puntos débiles de quienes salen de vacaciones o de celebración sin extremar las medidas de seguridad.

De acuerdo con las alertas emitidas por la Policía Metropolitana de Bogotá, los delincuentes estarían implementando cinco técnicas diferentes para robar las casas: la más conocida es el uso de las llamadas llaves maestras que, según los investigadores, los delincuentes prueban en varias puertas hasta conseguir abrir una. También, la violación de puertas y cerraduras con otros elementos.

“Esta modalidad es más peligrosa para los delincuentes porque implica el uso de elementos que hacen ruido. Ellos no quieren ser descubiertos, pero cuando caen, se pueden volver agresivos y presentarse una situación complicada. Ahí, la recomendación es no poner resistencia, esconderse si se puede y tratar de llamar a las autoridades”, explicó el investigador.

Miguel Ángel Díaz, presidente de la Confederación Nacional del Gremio de la Vigilancia Privada (Confevip), explicó que uno de los lugares más apetecidos por los delincuentes para robar durante diciembre son las casas. “La gente sale para sus pueblos o se va a pasar vacaciones a otros lados y ahí llegan los ladrones. Los artículos que más buscan son las joyas, dinero en efectivo, computadores, televisores y todos los electrodomésticos que se puedan mover”.

Según el experto, para esto hay que implementar sistemas de vigilancia modernos que pueden ser individuales para cada casa o, incluso, comunitarios para barrios enteros.

“Hay circuitos cerrados de vigilancia que se pueden monitorear mediante los celulares y así tener el control de la protección de las viviendas. El mayor riesgo en estas temporadas está en las casas y los apartamentos, porque el delincuente no descansa mientras uno está de fiesta o de viaje”, señaló Díaz.

Entre las modalidades destacadas por las autoridades también aparece el robo con escopolamina, que se ha vuelto frecuente en ambientes de rumba. En estos casos las víctimas son conducidas hasta sus viviendas luego de salir de los lugares de ocio y allí les son hurtados todos los objetos de valor.

Según describe un investigador de la Policía, estos delincuentes también se camuflan como trabajadores de alguna entidad o vendedores de alimentos que pasan puerta a puerta ofreciendo muestras de algún producto. “Las víctimas caen en la supuesta venta, reciben los alimentos y luego son drogados, dejando la vía libre para que el delincuente ataque”, señala.

Finalmente, hay dos nuevas modalidades que han venido tomando forma en la capital: la primera es el hurto mediante la contratación de empleadas domésticas o personal de servicios generales. Dicen los investigadores que esta es menos común porque requiere de mucho tiempo de planeación, pues los delincuentes deben ganarse la confianza de sus jefes, identificar el botín y luego atacar.

Por otro lado, la menos común, pero que registra algunos casos, es el ingreso de los delincuentes mediante agujeros que realizan en las paredes de las viviendas.

Por esta razón, las autoridades recomiendan estar alerta a posibles marcas o logos que los ladrones pintan en las paredes de las casas para guiar a las bandas delincuenciales a los objetivos, a comportamientos y preguntas extrañas de vecinos y a los ruidos que pueda escuchar en las puertas de las viviendas en horarios no habituales.

JONATHAN TORO ROMERO

REDACCIÓN BOGOTÁ