Un terrible caso de violencia escolar se presentó el jueves 16 de febrero a la 1:30 de la tarde en el barrio Kennedy Central. Juan Camilo Gutiérrez, un joven de solo 15 años, fue atacado por tres compañeros del colegio Británico de Kennedy, en donde solo llevaba tres días de haber ingresado.
Sandra Patricia Soto, su mamá, cuenta la pesadilla que ha vivido desde que sucedió el ataque. “Cuando mi hijo salía del colegio, tres estudiantes lo comenzaron a ofender, a molestar. Ya cansado de que esa situación se repitiera, los enfrentó y los persiguió, pero en ese momento lo agredieron con violencia”.
Le propinaron tres puñaladas con un arma blanca. Una de estas en la nariz, la otra en el pecho y la tercera en la clavícula. “Cuando mi hijo se vio herido, solo atinó en presionarse el pecho y salir corriendo a pedir auxilio. Un taxista le paró y él le pidió que, por favor, no lo dejara morir”.
El conductor lo ayudó y lo llevó hasta el hospital de Kennedy. “Él llegó muy mal. Durante la intervención sufrió de dos infartos. Los reportes de Medicina Legal le dieron 45 días de incapacidad, pero dicen que su pronóstico es de alto riesgo. Solo gracias a toda la gente que me ayudó a orar, mi hijo está vivo”.
Juan Camilo está en grave estado de salud. No volvió a ser el mismo de antes. Teme no poder volver al jugar fútbol o montar bicicleta como lo solía hacer. “En este momento está consciente, pero se ve sus cicatrices y se deprime demasiado. Se siente muy cansado, enfermo, débil. Psicológicamente, mi hijo está muy mal”.
Sandra Patricia Soto dice que en solo tres días su hijo fue víctima de un acoso sistemático y que lo más grave es que el agresor, a pesar de que fue capturado por las autoridades, fue dejado en libertad mucho antes, incluso, de que se supiera si la víctima iba o no a sobrevivir. “Anda por la calle como si nada hubiera pasado”.
Las directivas del plantel le han dicho a la familia que no se han podido comunicar con los padres del agresor. “Solo sé que no ha vuelto al colegio, pero yo pido es que lo capturen a él y a sus cómplices porque seguro va a volver a atacar. Yo ese mismo día puse la denuncia en la Fiscalía”.
Sandra Patricia Soto señala que no ha recibido apoyo de ninguna entidad distrital como, por ejemplo, la Secretaría de Educación. “Nosotros estamos muy mal psicológicamente. Mi hijo está muy afectado en todo sentido”.
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REDACCIÓN BOGOTÁ