Las graves infracciones que ponen en riesgo vida de los pacientes en las ambulancias de Bogotá

Durante el año 2024, según cifras de la Secretaría Distrital de Movilidad, un total de 315 conductores de ambulancias fueron sancionados por diferentes infracciones. Por ejemplo, 31 de estos vehículos fueron inmovilizados por no cumplir los estándares mínimos de seguridad, como la revisión técnico mecánica, muy grave teniendo en cuenta que transportan pacientes cuya recogida y llegada al centro de salud pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. 

Además, 16 conductores fueron sorprendidos transitando en contravía, 15 no acataron las señales de los agentes de tránsito y 12 no tenían el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que protege a las personas involucradas en accidentes de tránsito y que es obligatorio para todos los vehículos que circulen en Colombia. Como si fuera poco, 12 mostraron permisos de tránsito irregulares y 11 más tenían licencias de conducción vencidas.

Las escenas absurdas que ocurren en Bogotá y que vinculan a los conductores de ambulancias y sus vehículos, se han vuelto cada vez más recurrentes.

A través de un video denunciado en el Concejo de Bogotá, por ejemplo, se visualiza a un paramédico intentando por todos los medios frenar una ambulancia en pleno movimiento. Todo parecía indicar que tenía graves fallas mecánicas.

En septiembre del año pasado, dos ambulancias protagonizaron dos accidentes de tránsito en Bogotá. Una de estas se estrelló contra un bus de Transmilenio cuando invadió un carril exclusivo y la otra embistió a una ciclista en el norte de Bogotá. “Yo vi una ambulancia por toda la calle 116, pero iban tan rápido que se estrellaron con los carros que se conducían hacia Unicentro y por eso se llevaron por delante a la deportista. Ella no falleció, pero tuvieron que llevarla a un centro médico. Creo que se pasan de imprudentes”, dijo una mujer que fue testigo de los hechos.

El 6 de febrero de 2025, un fuerte siniestro de tránsito que dejó a dos personas lesionadas se registró en la localidad de Bosa. Según testigos, la ambulancia habría pasado por alto una señal de pare mientras se movilizaba a alta velocidad, lo que habría provocado la colisión.

En otro hecho de imprudencia en la ciudad, una ambulancia generó un fuerte accidente de tránsito al chocar contra un bus de Transmilenio frente al Portal Calle 80. El siniestro se presentó el viernes 24 de enero, cuando el vehículo de urgencias tomó el carril exclusivo de los articulados sin autorización.

Quien denunció de primera mano esta grave problemática fue el concejal David Saavedra, quien dijo que la mayoría de los vehículos en los que se hallaron estas inconsistencias son privados. “Esto ya generó una alerta en las autoridades, pues esta situación representa un grave riesgo para la salud y la seguridad de todos los ciudadanos”.

Y las quejas no se quedan ahí, pues la SDM registró que durante el 2024 los conductores de 101 ambulancias más fueron sancionados por transitar por sitios restringidos, especialmente en los carriles exclusivos de Transmilenio. La excusa más recurrente era que su intención era ‘ahorrarse el trancón’. Este tipo de comportamientos, dijo Saavedra, pone en grave riesgo la seguridad del Sistema integrado de transporte público.

Según los datos oficiales, las localidades en las que se registraron un mayor número de infracciones el año pasado fueron Kennedy con 44 casos, Puente Aranda con 31, Rafael Uribe Uribe con 25, Teusaquillo con 24, Suba con 22 y Bosa con 20. 

Este panorama ha generado una fuerte preocupación en el Concejo de Bogotá, que ha lanzado una alerta sobre las condiciones en las que operan algunas ambulancias en la ciudad, pues estas infracciones a la norma no solo ponen en riesgo a los pacientes que dependen de un servicio de emergencia confiable, sino que también comprometen la integridad de los conductores, paramédicos y demás personas involucradas en el proceso de atención.

Para Saavedra, las ambulancias deben cumplir con los más altos estándares de calidad y seguridad, para salvaguardar la vida de los ciudadanos y asegurar que las emergencias sean atendidas con la seriedad que requieren. “No podemos permitir que la negligencia ponga en peligro a los bogotanos en situaciones tan críticas”. Asimismo, hizo un llamado a las empresas y operadores de ambulancias para que cumplan con las normativas de tránsito y seguridad.

Pese a estas quejas no hay que olvidar otra realidad y es que todo conductor debe ceder el paso a los vehículos de ambulancias, cuerpo de bomberos, vehículos de socorro o emergencia y de la Policía o Ejército orillándose al costado derecho de la calzada o carril y deteniendo el movimiento del vehículo, cuando anuncien su presencia por medio de luces, sirenas, campanas o cualquier señal óptica o audible. En todo caso, los vehículos de emergencia deben reducir la velocidad y constatar que les han cedido el derecho de paso al cruzar una intersección. Así lo establece el Código Nacional de Tránsito.

Es más, en las calzadas de tres carriles, deberá procurarse despejar, como mínimo, el carril del medio para el paso de estos vehículos. Si tiene más de tres, se despejará el siguiente al del carril más rápido, o por donde lo haya demarcado la autoridad de tránsito mediante señalización especial. En todo caso, se permitirá el paso. “No en todos los casos es capricho nuestro invadir carriles o cometer imprudencias. A nosotros nos tienen que dar vía porque estamos salvando vidas. Ahora, yo sí estoy de acuerdo con las multas si se comprueba que hay una falta a las normas”, dijo un paramédico, quien prefirió ocultar su identidad. Quienes no lo hagan podrían enfrentarse a una multa por 30 salarios mínimos legales diarios vigentes (Smdlv).

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

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