Metro hasta la calle 100, una decisión costosa pero necesaria / Opinión

Son 3,25 kilómetros adicionales de viaducto con un costo de 3,3 billones de pesos, incluyendo obra civil, interventoría, sistema de operación y la compra de predios. En otras palabras, cada kilómetro saldrá a un billón de pesos.

Sin duda, es una cifra alta, que crea presión sobre las debilitadas finanzas del Distrito y que implica, entre otras, abrir de nuevo el debate sobre el trazado, que ya no terminaría en el monumento de Los Héroes, donde se tiene contemplada la cola de maniobras de retorno de los trenes, pues, bajo esta lógica, tendría que trasladarse hasta la calle 108.

Ahora bien, la extensión tiene efectos positivos a largo plazo, pues permitiría agregar 3 estaciones (Calle 82, Virrey y Calle 100), y de paso beneficiar a 138.000 s de las localidades de Suba y Usaquén. Eso significa aumentar la demanda estimada en un 21 por ciento para el corredor. Nada mal.

También permitirá la conexión con la troncal de la avenida 68 y dejaría las bases para lograr una integración modal con el futuro Regiotram del Norte a la altura de la calle 92.
No será tan fácil sacar adelante la extensión de la primera línea de metro.

Primero, porque seguramente la Nación no estará de acuerdo con el cambio propuesto, y más aún cuando no ha logrado que el Distrito acoja sus ideas por un trazado subterráneo. Un debate difícil, pues la obra es financiada en un 70 por ciento con recursos de la Nación. En este caso, el costo de la extensión tendría que asumirse solo desde las arcas distritales.

Y por si fuera poco, habría que definir en términos contractuales qué hacer con el contrato vigente con la empresa china, que fue acordado hasta el sector de Los Héroes. Hay que recordar que ellos están a cargo de la obra civil, el material rodante y la concesión por varias décadas de la operación del servicio. Superar estos detalles legales no es un asunto menor; además, abriría la posibilidad de una mayor injerencia de la Nación en el trazado.

No hay que olvidar que de las 6 alternativas contempladas en el estudio de estructuración técnica y financiera, se descarta que sea subterránea, y se opta por estaciones elevadas.

Eso sí, será una obra compleja, pues hay que tener presente la altimetría de las estructuras viales que hay en la intersección de la NQS con la autopista Norte. A eso hay que sumarle el espacio para las maniobras de retorno en las inmediaciones de la calle 108.

Nadie ha dicho que será fácil la extensión hasta la calle 100, pero si se mira con perspectiva es una obra necesaria, a pesar de los costos, que es mejor hacerla ahora y no después, cuando sea demasiado tarde.

​OMAR ORÓSTEGUI
​Director del laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana