La Unidad istrativa Especial (Uaesp), por medio de los operadores de aseo, inició la instalación de contenedores soterrados en Bogotá. Estos tienen una capacidad de 6.400 litros y ocuparán menos espacio que los contenedores tradicionales.
La localidad de Suba fue la primera en estrenarlos, y ya cuentan con seis puntos de instalación. De acuerdo con la Uaesp, para finales de 2022 habría 30 contenedores de estos en la ciudad.
Estos depósitos, a la vista, parecen buzones, pero, bajo tierra hay un contenedor que está oculto gracias a una tapa que tiene un acabado parecido al de las aceras, y fueron diseñados para sustituir los contenedores de basuras grandes que ocupan gran parte del espacio público.
Son empleados para la recolección de residuos no reciclables, y para el uso de estos por parte de los ciudadanos, lo único que deben hacer es seleccionar bien los residuos a depositar, alzar la tapa, botar los desechos y volver a cerrar.
Según la UAESP, estos contenedores tienen un sistema que avisa al operador cuando están llenos para que pase a desocuparlos. Entonces, el operador lo que hace es destaparlos, sacar el contenedor subterráneo con un gancho, descargar en el camión compactador, volver a dejarlos bajo tierra y cerrar la tapa.
Anderson Reyes, ingeniero industrial especialista en gestión ambiental y gestión pública, le explicó a EL TIEMPO que esta tecnología para el manejo de los residuos sólidos no aprovechables mejora aspectos del paisajismo y aumentan los volúmenes de recolección de residuos sólidos que dejarán de contaminar las fuentes hídricas naturales y canales pluviales por una inadecuada disposición.
Asimismo, dijo que, en los mejores escenarios, Bogotá se convertirá en una metrópoli con un mayor compromiso por la eficiencia en la separación de los residuos.
No obstante, Reyes afirmó que se pueden presentar aspectos negativos debido a los bajos niveles de cultura de separación entre residuos aprovechables y no aprovechables, y por eso podría aumentar la presión en el relleno sanitario doña Juana, disminuyendo la vida útil de este.
“Sin duda, Bogotá está implementando modelos exitosos de separación de residuos sólidos, pero la educación ambiental será indispensable para el éxito de este piloto”, agregó Reyes.
REDACCIÓN BOGOTÁ