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Descubra los hallazgos en Usme que podrían cambiar la historia que se conoce de Bogotá

Este lugar, ubicado en donde estaba la Hacienda El Carmen, abrirá al público en agosto. 

Excavaciones en la Hacienda El Carmen en 2008.

Excavaciones en la Hacienda El Carmen en 2008. Foto: Milton Díaz. EL TIEMPO

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Prácticas culturales se realizaron y transformaron un mismo espacio durante varios siglos. De eso da cuenta la aparición, hace algunos años, de un tesoro arqueológico escondido debajo de lo que hasta hace algunos años se conocía como la hacienda El Carmen, en la localidad de Usme.
Restos de gente del período Herrera, que va del año 600 al 1000, y del período Muisca, del 1200 al 1600, algunos indígenas con heridas hechas con armas de fuego, esqueletos con malformaciones, tumbas, entierros, vasijas, sonajeros, conchas, objetos y pintura rupestre, piezas de la fauna amazónica por mencionar solo algunos, hacen parte de un rompecabezas que se empieza a armar y que al final podría replantear la historia que hasta ahora conocemos de nuestros antepasados.
Y para recordar estos hechos, por los que ya ha pasado la experticia de muchos profesionales, la antropóloga y socióloga Carolina Díaz Gámez, egresada de la Universidad Nacional, y hoy coordinadora del proyecto del Parque Arqueológico de Usme, cuenta su historia, importante no tanto por su cargo, sino porque da cuenta de por qué este proyecto, que dentro de poco se abre al público, es valioso para el territorio, la ciudad, el país y el mundo.
Ella creció reconociendo las calles de Usme y preguntándose cuáles serían los verdaderos orígenes de su comunidad. Hoy sabe que lo que hay allí enterrado va a reconfigurar parte de la historia de Bogotá.
Restos de quienes habitaron allí hace 500, 700 u 800 años.

Restos de quienes habitaron allí hace 500, 700 u 800 años. Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO

Nació en el barrio El Virrey y allí vivió toda su vida. En su niñez, estudió en el colegio privado psicopedagógico Villa Verde desde el kínder hasta el bachillerato. Allí se enamoró del servicio social y de la importancia de recuperar la historia y las memorias de la localidad.
Carolina Díaz Gámez, directora del parque arqueológico.

Carolina Díaz Gámez, directora del parque arqueológico. Foto:Patrimonio Cultural

Los orígenes de mi familia son campesinos y eso me hizo acercarme a ese punto de partida, sobre todo, a mi abuela materna
"Ya no fui la niña que se iba sola de la casa al colegio, sino la que empezaba a entender su territorio, incluso lo rural. Los orígenes de mi familia son campesinos y eso me hizo acercarme a ese punto de partida, sobre todo, a mi abuela materna", cuenta.
Recuerda, por ejemplo, la relación de su madre con los huertos y, en general, el de muchas mujeres con sus patios y terrazas. Eso generaba un vínculo, la forma en la que se construyó Usme, en sus moradores, en cómo la violencia en el país incidió en engrosar población de la localidad y sus conflictos.
"Entendí que la nueva dinámica de urbanización reconfiguró Usme. Entonces, ¿quiénes somos los y las bogotanas en lo rural y en lo urbano?".

El hallazgo del tesoro

Piezas históricas muy valiosas se ha hallado en este lugar.

Piezas históricas muy valiosas se ha hallado en este lugar. Foto:Patrimonio Cultural

Cuando Carolina cursaba grado octavo y tenía 13 años escuchó por primera vez de un impresionante hallazgo arqueológico en los terrenos de la Hacienda El Carmen. Supo que desde el 2007 había comenzado a brotar de la tierra unos vestigios que daban cuenta de comunidades indígenas asentadas allí.
Era como si la tierra gritara la necesidad de ser escuchada porque lo que hasta ese momento se sabía y se sabe de Usme era y es muy poco. Información básica de algunos datos de la colonia y luego de los orígenes de un municipio que empezó a hacer parte de una gran ciudad. Otro tesoro empezó a descubrirse a raíz de los hallazgos, la necesidad de empezar a oír a los pobladores.
Vasijas, sonajeros, conchas y pintura rupestre hacen parte de los hallazgos.

Vasijas, sonajeros, conchas y pintura rupestre hacen parte de los hallazgos. Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO

En 2006 se volvió noticia, que cuando la entonces Metrovivienda empezó obras en un amplio terreno de Usme y la maquinaria comenzó a excavar y a demoler la casa de la hacienda se empezaron a encontrar las primeras tumbas.
"Ellos no contaban con estudios arqueológicos previos, preventivos, y lo que pasó es que las obras continuaron destruyendo parte de ese material arqueológico. De todo eso se empezaron a dar cuenta los campesinos. Además, ellos no recibían bien esas obras porque era un proyecto de expansión urbana que no reconocía las dinámicas del campesinado".
Lo que cuenta la historia es que un grupo de lugareños comenzó a entrar secretamente a los predios ya que querían saber por qué veían a trabajadores escarbando la tierra de las volquetas.
Se percataron de que eran fragmentos de cerámicas y, de inmediato, aron a líderes y a la Alcaldía para advertir lo que pasaba. Incluso había piezas elaboradas de piedra.
Los lugareños pensaron que se trataba de una fosa común del periodo de la violencia, pero, al final, se concluyó que lo encontrado no era tan contemporáneo. En ese momento se le reportó la situación al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y luego se conoció de la orden de detener las obras. Eso fue en el 2007.
En ocho hectáreas se concentra las evidencias de tumbas. Esto podría replantear la historia no solamente de Usme sino de Bogotá
Metrovivienda tuvo que contratar a un equipo de arqueología de la Universidad Nacional. Las investigaciones comenzaron en el 2008 en el área más afectada por las maquinarias, es decir, donde estaba la casa de la hacienda, y se comenzaron a establecer los límites del área de estudio.
Estaban enfrente de lo que habría sido una especie de aldea de más de 30 hectáreas en donde quedaron enterrados vestigios de quienes habitaron allí hace 500, 700 u 800 años D.C. hasta el presente.
"Incluso se han encontrado algunas piezas y materiales que podrían ser de A.C. Claro, todo eso es materia de investigación", dijo Carolina.
El terreno además está muy bien conservado salvo por las actividades agrícolas que pudieron haber dañado o tenido un impacto sobre las primeras capas. "En ocho hectáreas se concentra las evidencias de tumbas. Esto podría replantear la historia no solamente de Usme sino de Bogotá".
Entonces lo que era un plan urbanístico se tuvo que reformular. Había que conservar la zona. "Una excavación e investigación arqueológica demanda una cantidad de tiempo impresionante. En ese momento se formuló un Plan de Manejo Arqueológico. Era un bien de interés cultural. Se necesitarán muchos recursos".
El hallazgo ayudó además a que otras demandas de la población de Usme se escucharan, incluso temas ambientales como la explotación minera o la urbanización sin límites. "Ya no hablábamos solo de las familias campesinas sino de las personas que hicieron parte de procesos de urbanismo de la localidad, la auto construcción de los barrios, la lucha de los habitantes para formalizarlos, para acceder a los servicios públicos, ahí están las memorias", dijo Carolina. Todo sucedió al mismo tiempo.

La Hacienda El Carmen

Terrenos de la Hacienda El Carmen.

Terrenos de la Hacienda El Carmen. Foto:Patrimonio Cultural

Es poco lo que se conoce de la historia de la Hacienda El Carmen, pero es justo esa memoria lo que se está tratando de recuperar. Está ubicada en el borde urbano rural en el Sur de Usme, entre el pueblo y lo que se conoció como el Plan Parcial Tres Quebradas, en la vereda Requilina.
La historia real de sus moradores y de la casa se está tratando de reconstruir a través de los conocimientos de los campesinos de la zona y de lo que les trasmitieron sus antepasados, muchos de los cuales trabajaron allí.
Era una casa de arquitectura colonial que fue demolida durante los procesos constructivos de Metrovivienda, en la que se cultivaba cebolla, papa, trigo, entre otros. Haciendas como estas terminaron por ser parceladas y convertidas en terrenos más pequeños.

El parque arqueológico

La idea es que en el lugar participen los ciudadanos en la construcción de la memoria de Usme.

La idea es que en el lugar participen los ciudadanos en la construcción de la memoria de Usme. Foto:Patrimonio Cultural

El gran sueño que ya comenzó a tomar forma es abrir al público el Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme asumido por El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), una entidad pública que protege y promueve el patrimonio cultural de Bogotá. Será un lugar no solo para exhibir los hallazgos sino para que se reconstruya la historia del territorio.
"Estar en un lugar que podría tener más de 1.000 años de historia es impresionante. En 2014 se declara la hacienda el Carmen como área arqueológica protegida de orden nacional".
Durante el 2008 y 2009 se hicieron las primeras excavaciones, pero estas se suspendieron ese mismo año. En 2022 se retomaron los procesos de investigación arqueológica y, además, algo muy importante, siembra de árboles, el pilar de un proceso de restauración ecológica de la mano del Jardín Botánico, en la cual se garantizó la protección hídrica, ya que por la zona circulan cuatro quebradas.
Incluso se han encontrado algunas piezas y materiales que podrían ser de Antes de Cristo.

Incluso se han encontrado algunas piezas y materiales que podrían ser de Antes de Cristo. Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO

"Lo primero que hemos pensado es que allá hay una necrópolis, pero, en realidad, en toda una biblioteca prehispánica".
Podría ser un lugar en donde se enterraron por años los muertos de una comunidad, pero no como ahora en un cementerio, sino en los hogares de los moradores, que tenían procesos de intercambio y relacionamiento con otras comunidades del país y a larga distancia, incluso de La Amazonía o las zonas costeras. "Los muertos hacían parte de la cotidianidad", contó Carolina.
Vasija hallada en los terrenos de la hacienda.

Vasija hallada en los terrenos de la hacienda. Foto:Patrimonio Cultural

Tenían un tipo de cerámica diferente y esta se encontró en la hacienda, pero también en otros lugares de la región y se le mantuvo el nombre
Todo parece indicar que las tumbas halladas tienen unas marcas específicas que daban cuenta de quiénes estaban allí. Incluso podría haber prácticas de desenterramiento y enterramiento.
También se investiga la presencia de diferentes periodos en la historia indígena como el Herrera y el Muisca. "Estas son formas de nombrar ciertos periodos de ocupación". Y en ese marco puede que estas comunidades no funcionaran como las sociedades europeas monárquicas sino con otro tipo de organización. "Puede que la historia cambie por completo".
Los Herrera, por ejemplo, toman su nombre por la Laguna con el mismo nombre ubicada cerca de Mosquera. "Tenían un tipo de cerámica diferente y esta se encontró en la hacienda, pero también en otros lugares de la región y se le mantuvo el nombre. Es un poco más burda y no tiene tantos detalles. No es tan elaborada", dijo la experta.
Carolina, quien asumió la dirección del parque arqueológico, trabaja en su consolidación. "En este momento estamos en la formulación del proyecto. Esa es la meta este año. No es un parque, o un museo, es mucho más, es la forma de adquirir otras formas de conocimiento".
A partir de 2020, el ICANH quedó a cargo de la Hacienda El Carmen y empezó a ser una meta del Plan De Desarrollo Distrital. Eso permitió actualizar el plan de manejo arqueológico para salvaguardar y proteger el patrimonio del área.

Abrirá al público en agosto

Las comunidades indígenas son muy importantes en la reconstrucción de la historia.

Las comunidades indígenas son muy importantes en la reconstrucción de la historia. Foto:Patrimonio Cultural

Según Carolina, surtidos ya varios procesos, lo próximo será la formalización de la existencia del parque como nuevo equipamiento cultural para Usme y para Bogotá, un lugar abierto desde agosto próximo no solo para que lo visiten o lo contemplen sino para que la comunidad participe.
En los próximos diez años se comenzarán a materializar los primeros equipamientos. "Hoy el parque ya tiene 49 señaléticas que se hicieron con niños y niñas de la comunidad y se implementaron tres domos: uno corresponde a un espacio expositivo, en el que a través de lenguajes artísticos se contarán las historias de Usme; en otro está un laboratorio de arqueología comunitaria, vinculado a una guía de la Universidad Nacional, para hacer ejercicios de intercambio y transferencia de conocimientos, y el tercer domo es un espacio para el diálogo y el círculo de la palabra, es un espacio de encuentro. Por ahora no hay ningún espacio cerrado".
También se construye una escultura que sería la representación de una de las piezas cerámicas más icónicas que se han encontrado en el sitio. "Es un sonajero con forma humana que va a tener una altura aproximada de tres metros. Esta obra le dará la bienvenida a todos los participantes".
Los coordinadores del proyecto quieren que los niños hagan parte del proceso.

Los coordinadores del proyecto quieren que los niños hagan parte del proceso. Foto:Patrimonio Cultural

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Carol Malaver
Subeditora de Bogotá
Twitter: @CarolMalaver

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