Cuando la explosión sacudió el barrio La Estrada, los vidrios de la institución educativa Néstor Forero Alcalá estallaron en pedazos. Todo fue confusión y desorientación. 231 niños que a esa hora elaboraban tarjetas para el Día de la Madre o que estaban almorzando quedaron aturdidos, consternados. Lloraron.
De inmediato, la rectora de la institución, Miryam Blanco, nerviosa pero decidida a evacuar, dio la orden a todo el personal para sacar a los niños de ese sitio y llevarlos a dos cuadras de allí, a la sede A del Forero Alcalá.
Los profesores, los directivos y todo el personal istrativo comenzaron a organizar la salida de los menores entre los 5 y los 8 años, para evitar que el techo o que un vidrio les cayera encima. En medio de la confusión y el aturdimiento, la mayoría de los pequeños fueron llevados por el barrio, donde también se vivía un caos.
“Cuando sonó la explosión hubo confusión. Los vidrios estallaron, los niños lloraban, pero nos organizamos y los protegimos”, le dijo Blanco a EL TIEMPO, al reconocer el trabajo y el apoyo de directivos, docentes y cuerpo istrativo para salvaguardar la vida de los pequeños.
De los ocho escolares valorados por el cuerpo médico que llegó a atender la emergencia, dos niñas resultaron con heridas menores, es decir, para suturas, según informó la secretaria de Educación, Claudia Puentes.
Las menores fueron trasladadas a centros asistenciales y luego las dieron de alta.
Un grupo de estudiantes fueron entregados, uno a uno, a los padres que en ese momento llegaron al colegio. Cada una de las profesoras responsables de los cursos entregaron los niños a sus respectivos padres.
“Las profesoras son unas heroínas. Sacaron a los niños con todo el cuidado y la organización. Ni uno solo resultó grave. Hay dos con cortaduras leves y una profesora en valoración”, dijo la secretaria de Educación, quien destacó también la decidida acción de la rectora para proteger a los pequeños.
Lo que ahora muchos en el sector de La Estrada se preguntan es qué hace un negocio como el que explotó cerca de una institución educativa y en medio de un barrio que tiene vocación residencial y comercial. En total, 17 edificaciones a la redonda fueron afectadas por la onda explosiva.
Y mientras las autoridades establecen si la estructura física del colegio sufrió afectaciones, los niños no tendrán clases. De hecho, este lunes no funcionará la sede B de la institución educativa.
BOGOTÁ