¿Quién es el capturado por asesinato de profesor Gamaliel Álvarez?

Tuvieron que pasar 229 días para que la Fiscalía emitiera una orden de captura en contra de Orlando Alberto Rojas Bedoya, el presunto asesino del profesor de Cajicá Gamaliel Álvarez, que apareció enterrado en la cocina de su casa dos meses después de que sus amigos y vecinos lo reportaron como desaparecido en septiembre de 2021.

No obstante, en el caso de Álvarez todo fue extraño y demorado. Mientras se hicieron las labores de investigación en la vivienda - adelantadas por el CTI de la Fiscalía– donde apareció el cuerpo del profesor, varios sucesos levantaron sospecha entre sus allegados, que, curiosamente, no eran sus familiares. 

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“Dos días antes de que nos diéramos cuenta de que Gama estaba enterrado ahí en la casa vimos las luces de la sala prendidas. Para ese entonces, él ya estaba perdido y nos había enviado mensajes que decían que estaba de paseo en su tierra, eso fue muy extraño porque nunca vimos entrar ni salir a nadie de ahí”, señaló Fabio Montaño, su amigo de carrera los fines de semana.

Pero esta era tan solo la primera señal de que algo no encajaba en el caso. Cuando las autoridades solicitaron el ingreso a la casa del desaparecido para revisar un supuesto hedor que salía de la vivienda, solo dos personas podían abrir la puerta: su hermana, Ena Luz Álvarez, y un maestro de construcción que, según los vecinos, era la sombra de Gamaliel y quien, además de Ena, era el único con ilimitado a la vivienda. En ese momento, el obrero se negó a abrir la puerta, conservó el llavero y desapareció por unos días.

Entre tanto, las labores de investigación avanzaron y un juego de llaves aún seguía deambulando en algún lugar de Cajicá en manos del que hasta ese momento solo era un sospechoso de amigos y vecinos. Las llaves seguían en poder de Orlando Alberto Rojas, el inseparable amigo de Gamaliel. Sin embargo, en esa primera entrevista que EL TIEMPO realizó a los vecinos del profesor, ya se habrían escuchado las primeras versiones sobre la responsabilidad del sujeto en el macabro homicidio.

Como le contó a este diario, desde el 17 de noviembre de 2021, Rafael Rodríguez, vecino y amigo de toda la vida de Álvarez, Orlando habría desaparecido del barrio para las misma fechas en que se halló el cuerpo del profesor. “Él vive a unas cuadras de aquí, frente al parque, en una casa que también es de Gamaliel. Él la está remodelando. No permitía que Gamaliel montara bicicleta con nosotros como lo hacemos todos los fines de semana, lo llamaba y le pedía que se vieran en su casa. Era controlador”.

Según el informe de los peritos forenses que visitaron la casa de Álvarez, el 10 de diciembre de 2021, se habrían hallado rastros de sangre de Gamaliel que darían cuenta de que el hombre fue degollado y luego incinerado. “El incendio que ocurrió en la casa fue provocado y se salió de control. En el cuarto de baño se halló una huella de bota, que luego fue encontrada en la casa de Orlando, una puerta incinerada y rastros de sangre de la víctima. Eso nos permite concluir que todo ocurrió en el baño auxiliar de la casa”, leyó el fiscal en medio de la audiencia.

La persona que ingresó y le quito la vida a Gamaliel tenía que ser alguien de confianza, alguien que estaba muy cerca de él, porque no tenía muchos amigos y su relación con la familia no era buena, dijo el fiscal. “Era alguien que estaba con él y que lo engañó, esperó que estuviera indefenso, sin voluntad y lo atacó de la manera más cruel, lo degolló e intentó quemarlo. Luego lo enterró en su casa y se apoderó de todos sus bienes”. Así se escuchó en la audiencia.

Cinco meses después de que el hombre fue hallado doblado y enterrado dentro de un muro de concreto en la cocina auxiliar de la casa, Ena Luz Álvarez decidió hablar por primera vez y reveló detalles clave en la investigación de la muerte de su hermano. “El día de apareció Gamaliel, la Fiscalía lo llamó a él (a Orlando) para que con herramientas ayudara a levantar el concreto de la cocina. Cuando él salió yo le pregunté: ‘¿si es mi hermano?, ¿está seguro?’. A lo que él me respondió: ‘sí, esa es la cara y las piernas de su hermano’”. Luego, ella preguntó: “Y los zapatos?”. “Esos están enterrados”, dijo Orlando, lo que aumentó las sospechas de la mujer.

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Pero ahí no finalizó, cuando se acabaron las inspecciones, dijo Ena Luz, Orlando se acercó a ella y le pregunto que cuándo debería entregarle todas las cosas que Gamaliel le había dejado, entre eso, una tarjeta de crédito con una suma de dinero entre los ocho y 10 millones de pesos. Curiosamente, esa era la misma tarjeta que se habría utilizado para hacer movimientos bancarios días antes de la aparición del cuerpo. “¿Cuándo le dio mi hermano esto?”, interrogó Ena, a lo que Orlando le dijo: “El 28 de septiembre”. Tan solo un día después de que Gamaliel fuera encontrado muerto.

Según el reporte de la Fiscalía, en el baño de la casa se encontraron señales de un incendio en el que Orlando habría tratado de quemar el cuerpo de Álvarez luego de haberlo golpeado con un objeto contundente en la cabeza.

Un obrero que construía la casa vecina declaró, según el fiscal del caso, que vio en repetidas ocasiones a Orlando abrir las ventanas de la vivienda para que saliera el humo de lo que parecía un incendio. Este testimonió coincide con el de Ena Luz, que también declaró que esos obreros habrían visto el incendio del baño de la casa y que Orlando les habría dicho que no era nada, que se calmaran.

Y a ese testimonio se le sumó el hecho de que cámaras de video y otros testigos afirmaron que durante la explosión en el baño de la casa otros dos hombres, aparte de Orlando, también habrían ingresado a la vivienda con elementos de construcción, a finales de octubre.

No obstante, y aunque Orlando fue puesto tras las rejas en la cárcel La Picota, aún queda un interrogante: ¿dónde están los otros dos sujetos, las pertenencias, la moto y el dinero del profesor Gamaliel Álvarez que fue robado de su casa?