Región Metropolitana: ¿qué opinan los candidatos a la Gobernación de Cundinamarca?

La Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, una figura que fue aprobada por el Distrito y el departamento el año pasado y que divide opiniones, será uno de los grandes retos que tendrá el próximo gobernador.

Este es un modelo de asociatividad territorial inédito en el país, creado en la Constitución Nacional mediante el Acto Legislativo 02 de 2020 y desarrollado en la Ley Orgánica 2199 de 2022.

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Aunque la integración a la región fue aprobada en mayo de 2022 por la Asamblea y en noviembre del año pasado por el Concejo de Bogotá, la primera sesión del Consejo Regional se llevó a cabo el pasado 20 de diciembre. Por ahora, está en estudio la selección del director o directora.

Además, se tiene prevista la creación de dos agencias regionales: de Movilidad y de Abastecimiento, así como el observatorio de dinámicas regionales y los bancos inmobiliarios para la gestión del suelo.

Para poder hacer parte de esta figura, cada municipio interesado debe tramitar un proyecto de acuerdo ante el respectivo concejo municipal para su discusión y aprobación. En el momento, ninguno de los territorios ha ingresado, pero en algunos cabildos ya se está discutiendo.

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Los alcaldes de cada una de las entidades territoriales que la conformen harán parte del Consejo Regional, donde la idea es que las decisiones se tomen por consenso. Pero cuando no lo haya se llevará el tema a tres sesiones diferentes. Y, si persiste la falta de consenso, se convocará a una cuarta.

La regla general es que todos los se pongan de acuerdo, y la excepcional es votar por mayoría, pero luego de cinco intentos.

La conformación de la región metropolitana Bogotá-Cundinamarca es respaldada por varios de los candidatos a la Alcaldía de la ciudad, entre ellos, Juan Daniel Oviedo, Diego Molano, el general (r) Jorge Luis Vargas, Rodrigo Lara y Carlos Fernando Galán. Algunos creen que es necesaria y otros anuncian que la fortalecerán más. Pero qué dicen los candidatos a la Gobernación de Cundinamarca, pues quien resulte elegido entra a ser socio.

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"Responder categóricamente con un sí o un no sobre estar de acuerdo con la Región Metropolitana es un desafío. Incluso más complejo es lograr una colaboración efectiva con el Distrito, pero, actualmente, se han establecido los cimientos para una colaboración conjunta, algo que antes no se materializaba entre el Departamento y el Distrito.

Sin importar la figura institucional empleada, resulta imperativo avanzar en esta dirección de colaboración mutua en aspectos clave como la comercialización de alimentos, la movilidad, las preocupaciones ambientales y, de manera urgente, la seguridad”.

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“No estamos de acuerdo. Desde que se creó en la Constitución ya generaba suspicacias en cuanto a la concentración de poder y la pérdida de autonomía de los municipios del departamento, suspicacias que se reafirmaron cuando se aprobó la Ley Estatutaria 2199.

La integración regional no puede darse en detrimento de las competencias de los municipios, otras figuras son posibles y esas promoveremos. Hemos mencionado la opción de fortalecer la Región istrativa y de Planificación Especial y promover la asociatividad de municipios con la figura de Provincias istrativas de Planificación”.

“El diseño institucional no dejó conforme a los habitantes de los municipios. Falló la participación comunitaria y de las autoridades municipales. Quedó la percepción de que fue un acuerdo excluyente entre la Alcaldía y la Gobernación.

Pero soy consciente que se requiere una instancia de visión regional para temas comunes como la seguridad, las vías, el transporte masivo, el manejo del agua y de los recursos naturales, el uso del suelo y la oferta de servicios públicos. En mi paso como gobernadora acudiré a Comités de Integración Territorial, para lograr concertación con los alcaldes, incluyendo a Bogotá”.

“Hay temor de que la Región Metropolitana termine estableciendo instrumentos en contra de todo aquello que planean los municipios, pudiendo dar continuidad a la saturación del territorio respecto a la visión de urbanización en Cundinamarca.

Este proceso fue sin una amplia participación ciudadana, solo se hizo una audiencia pública en el municipio de Chocontá. Una vez lleguemos a la Gobernación, me reuniré con los 116 alcaldes para analizar conjuntamente la pertinencia de la nueva figura istrativa y también habrá una previa consulta con los habitantes de cada municipio”.

“No estoy de acuerdo como está configurada en la actualidad, debe ser reformada. Se deben corregir los múltiples problemas, y amenazas que hoy genera la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca para los municipios que decidan agremiarse.

Nuestro programa apuesta por un ajuste urgente al actual proceso de integración metropolitana con Bogotá para que sea en pie de igualdad y beneficio recíproco, con reglas de juego y mecanismos de toma de decisión equitativas entre los asociados y garantías transparentes y justos para ingreso o salida de los municipios de la región”.

“No estoy de acuerdo. Teniendo en cuenta que los municipios estarían dependiendo económica y istrativamente de Bogotá y la modalidad de ejecución presupuestal para los territorios no se daría por recursos propios, sino por participaciones de conformidad con la categoría de municipio y el número de habitantes, y esto generaría un atraso total en el desarrollo local debido a la limitación presupuestal que tendría.

En mi gobierno estableceremos los criterios de istración central y las ejecuciones descentralizadas en las 15 provincias del departamento, para lograr una mayor efectividad”.

“No estoy de acuerdo en los términos que se concibió como un acuerdo político con decisión de veto de la alcaldesa de Bogotá y el gobernador de Cundinamarca, porque sin su aprobación en voto de los alcaldes es letra muerta; y así será en la elección de director o directora de la Región Metropolitana porque la ley reglamentaria dispone que solo se elegirá aquel que tenga el voto favorable del alcalde y gobernador.

Es injusto que se haga en medio de las elecciones del 29 de octubre. Un acto de transparencia sería aplazar la elección para que sea decisión de los nuevos gobernantes”.

LOREN VALBUENA

REDACCIÓN BOGOTÁ