Para los ciclistas que se llevaron una gran desilusión, y esperan una nueva oportunidad para pedalear, hay un plan B: disfrutar de la bici en casa.
EL TIEMPO consultó con José Gómez, ciclista profesional, seleccionador nacional de ciclomontañismo y entrenador, quien da consejos para que la experiencia sea completa y segura. También habló con Ricardo García, del colectivo BiciUtopía y ciclista que se ha armado con rodillos, apps y rutinas para no dejar su cicla.
El rodillo
Es una estructura sobre la cual se puede ubicar la bicicleta y simular un pedaleo ‘normal’ desde la comodidad del hogar. Gómez menciona que hay tres tipos de rodillo.
El primero es el de equilibrio, uno de los más populares, que tiene tres tubos sobre los que se mueven las ruedas de la cicla. Algunos, dice Gómez, vienen con un soporte para facilitar el control para las personas con menos experiencia y a las que les puede costar manejar un rodillo manteniendo el equilibrio por sí mismos. Pueden costar entre 80.000 y 250.000 pesos.
El segundo es de tipo estático, que permite asegurar completamente una parte de la bicicleta. “Con esto tienes la tranquilidad de que no se va a mover de ahí y va a hacer la fricción que necesitas”, explica Gómez. Estos cuestan entre 150.000 y 500.000 pesos.
El tercero, el usado por ciclistas deportivos, es el rodillo interactivo. Que además de tener mejores características permite ser conectado a aplicaciones o simuladores digitales que ‘reproducen’ los terrenos, pendientes y condiciones que la persona requiera para entrenar. Incluso, tiene la opción de interactuar con otros ciclistas en línea y hacer paseos y competencias. Estos pueden costar entre 2 y 9 millones de pesos.
La experiencia, dice García, se puede complementar con apps como Zwift, Bkool y My E-Training.
Y menciona que, de hecho, usted puede crear su propio ‘rodillo inteligente’ comprando sensores de cadencia, una antena, velocidad de conectividad con Bluetooth o ANT+ y otros elementos para conectar el sistema a las apps más populares.
Incluso, hay tutoriales en internet que enseñan a hacer un rodillo artesanal con tablas, palos redondos y tubos de PVC.
La preparación
Gómez recomienda elegir un lugar con buena ventilación y con un piso uniforme. Un desbalance en el rodillo puede causar no solo daños a la bicicleta, sino al cuerpo por fuerzas mal hechas.
Prepare también buena hidratación y una toalla. “Este tipo de ejercicio en rodillo es intenso y hace que la persona sude mucho y se pierda mucho liquido que, ojo, no significa necesariamente perder más grasa. No hay que excederse”, explica el entrenador. Y agrega: “Es una actividad que comparada con lo que se hace afuera puede ser a veces 2 o 3 veces más exigente”.
Por eso, hay que tener en cuenta los tiempos de entrenamiento apropiados para cada perfil. “Para una persona que inicia en el rodillo sería prudencial un tiempo de entre 20 y 30 minutos. Y lo puede ir incrementando poco a poco, subir cinco minutos de sesión al día siguiente, por ejemplo, y así sucesivamente cada tres o cuatro días. Para el aficionado lo máximo en el rodillo debería ser 50 o 60 minutos al día”, recomienda Gómez, para evitar lesiones. Quienes ya tengan más físico y experiencia pueden pensar en sesiones de hasta hora y media.
Se debe pensar en esto más como un mantenimiento físico, para estar bien de salud, para pasar bien la cuarentena, para no caer en la rutina
“Más allá de ese tiempo es desgaste. Se debe pensar en esto más como un mantenimiento físico, para estar bien de salud, para pasar bien la cuarentena, para no caer en la rutina”, recuerda Gómez y alerta que un exceso podría llevar a debilitar el sistema inmune: “Y eso es lo que menos necesitamos en medio del coronavirus”.
Es clave estirar antes y después, y dividir la sesión en un inicio y un final suave y un paso regular en el intermedio.
García, a su vez, invita a no descartar un entrenamiento mixto que incluya fuerza y otros ejercicios: “Hay alternativas como yoga, pilates y otras actividades que ofrecen apps interesantes, como la de Adidas, que a veces olvidamos por estar siempre pensando en pedalear en las calles”.
Gómez recuerda que estas rutinas fortalecen el sistema cardiorrespiratorio, aportan energía, ayudan a las defensas y mejoran el ánimo.
El IDRD no ha presentado protocolos
EL TIEMPO consultó ayer y, hasta el cierre de esta edición, no hubo ni balance de la medida ni mención de opciones para los ciclistas y, algunos, proponen soluciones.
“Creemos que puede haber un pico cédula o pico y género o cruzado. Pero que no cierren Patios (...) Es difícil, pero hay que meter control. El problema de fondo es cultura, que la gente tenga la conciencia del uso del tapabocas, de subir a un ritmo moderado (que evite ahogarse o escupir y bajarse el tapabocas), de mantener una distancia de 20 metros, de no quedarse haciendo conversación y aglomeración arriba, sino bajar inmediatamente...”, menciona Ricardo García, del colectivo BiciUtopía.
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