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Noticia
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Santa Bárbara Central, el barrio de Usaquén que no descansa por los ataques diarios de la delincuencia
Robos a mano armada en locales, ladrones que se quieren entrar a los edificios de la zona y atracos callejeros tienen agotados a los residentes de la zona.
Momento de la captura de un sujeto que robaba librería en Santa Bárbara Central. Foto: Archivo particular
El barrio Santa Bárbara Central, de la localidad de Usaquén, en el norte de Bogotá, ha sido blanco de una serie de hechos delincuenciales que ya han colmado la paciencia de sus residentes.
Robo a residencias, rotura de vidrios a los vehículos parqueados, atracos a locales comerciales y raponazos son tan solo algunos de los hechos que se han registrado en menos de dos semanas.
El susto fue mayúsculo. La inseguridad en Santa Bárbara Central está complicada. No respetan nada
El último se presentó en un edificio sobre la carrera 11 con calle 121, cuando una banda de delincuentes fichó su blanco y rompieron las rejas, pintaron con aerosol las cámaras de seguridad con la pretensión de entrar a robar. Todo eso ocurrió en menos de 15 minutos. “Lo que no sabían ellos es que había una familia en estado de alerta y más cámaras ocultas en donde pudimos ver lo que estaban haciendo”, dijo Carlos Eduardo, residente del sector.
Ladrones intentando entrar a un edificio en la carrera 11 con calle 121. Foto:Archivo particular
Lo que no sabían ellos es que había una familia en estado de alerta y más cámaras ocultas en donde pudimos ver lo que estaban haciendo
Luego lo que hicieron fue gritar y así alertar a los residentes de otros edificios para que, entre varios, alertaron a los oficiales de policía del cuadrante. “El susto fue mayúsculo. La inseguridad en Santa Bárbara Central está complicada. No respetan nada”, dijo Gonzalo Torres.
Y en ese mismo cuadrante, esta misma semana, pasadas las 8 de la mañana, algunas personas que disfrutaban de su desayuno en una cafetería de Bogotá, ubicada sobre la carrera Séptima, a la altura de la calle 121, fueron sorprendidas por delincuentes armados cuando sonó el timbre de la entrada y una trabajadora abrió, sin saber lo que iba a suceder.
Los hechos se registraron en una cefetería del norte de la capital del país. Foto:Captura de video
El sujeto ingresó y desenfundó un revolver con el que amenazó a los tres clientes que estaban en el local. Con groserías y amenazas, les arrebató celulares, billeteras, joyas y hasta amenazó con matarlos. “La plata o le pego un tiro”, le dijo a una de las víctimas.
Finalmente, el ladrón huyó en una moto conducida por su cómplice que lo estaba esperando frente al local. Las empleadas llamaron a la policía, ya que no se llevaron sus celulares.
En la misma zona, los dueños de la librería Verbena Literaria, ubicada en la calle 121 No. 12-15, anunciaron en las redes sociales que habían sido víctimas del robo de libros por parte de un sujeto de barba y gorra. Ellos alcanzaron a llamar a la policía y el sujeto fue aprehendido. "No sabemos qué tipo de corazón tiene alguien de decide robar un negocio cultural. Este negocio se saca adelante con las uñas".
Como si fuera poco, los residentes sienten miedo de dejar sus vehículos, incluso por segundos, parqueados en las calles. En el mismo cuadrante rompieron los vidrios de un vehículo que estaba en frente de una peluquería.
Los ataques del pasado
Los hechos delincuenciales en esta zona de Bogotá parecen tener un comportamiento cíclico. El 8 de febrero de 2024, a eso de las 5:45 de la mañana, el sonido de un disparo alertó a los residentes de los edificios contiguos a la carrera 11 con calle 121. "Otro robo" dijeron quienes ya están cansados de ver esta escena a través de su ventana y de no poder salir tranquilos hacia su trabajo o mandar a sus niños al colegio. "Estábamos durmiendo cuando sentimos el estruendo y la gritería. "Nos asustamos mucho", relató una residente de la zona.
Cuando algunos salieron a percatarse de lo que había sucedido, solo vieron un hombre tendido en el suelo y algunas personas auxiliándolo. Reinaba el desconcierto. Según la versión de la víctima, él venía circulando por la carrera 11, cuando vio que había un sujeto que parecía estar dando paso. “A unos cien metros de donde yo estaba, se notaba como un tumulto de gente, unas cinco o seis bicicletas en el piso, y ese hombre estaba dando como paso. Había como unas 15 personas alrededor de él”.
Al ciudadano se le hizo extraño y lo que hizo fue salirse de la ciclorruta y pasarse a la vía de los vehículos. “Tan pronto hice eso, se me abalanzó uno de los tipos, había varios, me tumbó de la bicicleta, y yo caí boca arriba”. Luego el mismo hombre pasó frente a él y le disparó con un arma. “Él accionó su arma sobre mi lado izquierdo, yo giré la cabeza sobre mi lado derecho y me vi la mano. Estaba llena de sangre. Supuse que me había disparado. Yo me quedé boca arriba, inmóvil. Todo pasó muy rápido. Se me llevaron la bicicleta”.
Según la víctima, el tropel de gente fue porque hubo un robo masivo. “Ahí mismo robaron la patineta a un mayor de la Fuerza Aérea y a otro señor, lo mismo. Es decir, se robaron dos patinetas y mi bicicleta”.
Quienes lo auxiliaron fueron los vecinos, porque en ese punto los edificios son inteligentes. “Ellos llamaron a la policía que sí llegó, la ambulancia sí nunca la vimos. Levantaron el casquillo del disparo y ya luego me llevaron a la Fundación Santa Fe. Está muy complejo el tema”. Hay testigos que aseguran que vieron pasar una ambulancia como una hora después del aviso, ya cuando no había nada en el punto.
Lo más raro es que, la noche anterior, los postes justo en esa zona no estaban funcionando y la oscuridad era evidente. Tampoco es la primera vez que atracan en este punto. “Yo vivo ahí y ya he sido testigo de la misma modalidad de robo, unas cuatro veces. Tumban a las víctimas en medio del separador de la 11 y ahí les quitan bicicletas, patinetas, computadoras portátiles y todo lo que llevan”.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a[email protected] si usted ha presenciado más robos en este sector