Hoy durante la audiencia el juzgado 65 de control de garantías impuso medida de aseguramiento intramural para
Carolina Galvan y Nilsón Díaz por la desaparición forzada de la niña Sara Sofía Galvan pero la defensa apeló la decisión. La decisión fue dada a conocer incluso en medio de llanto de la fiscal quien no comprendía la crueldad de las versiones de los implicados. La pareja fue judicializada luego de su captura en la localidad de Kennedy, en la madrugada
de este 18 de marzo, por su posible coautoría en la desaparición de una menor de 23 meses de edad, hija de la procesada, en hechos ocurridos el pasado 28 de enero en el suroccidente de Bogotá.
De acuerdo con las labores de policía judicial, la tía de la menor, quien estaba a cargo de ella, aseguró que en enero de este año la madre de la niña fue a visitarla y dijo que se la llevaría por un fin de semana; sin embargo, nunca la regresó a la casa y supuestamente dejó de responder llamadas en su celular.
El pasado 24 de febrero, con base en la denuncia, se activó el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU) y, en desarrollo de este, la presunta implicada habría entregado versiones distintas sobre lo sucedido con su hija.
En la investigación se evidenció que el hombre procesado, compañero de la madre de la niña, tendría conocimiento de lo que realmente ocurrió con la pequeña, en virtud de lo cual, la mujer supuestamente debía entregarle todo el dinero producto de su trabajo.
Por lo pronto, la Policía Metropolitana de Bogotá mantiene el despliegue de un
equipo multidisciplinario para hallarla. Las labores han estado a cargo de los grupos de rescate, de Infancia y Adolescencia, de inteligencia, judicial y, además, del Gaula de la institución.
Carolina, la mamá de Sara Sofía, ha sumido a los familiares de la niña y a las autoridades en un mar de confusiones, pues ha dado dos versiones sobre lo ocurrido con su pequeña hija, a quien se llevó de la casa de su hermana, Xiomara Galván, que tenía la custodia temporal legal.
Lo primero que dijo es que Sara Sofía se había muerto después de darle un almuerzo y que, asustada por esta razón, decidió arrojar su cuerpo al río Tunjuelito. Hasta ese lugar la misma mujer llevó a las autoridades, que empezaron a realizar las labores de búsqueda en el lugar que indicó. Sin embargo, esta tarea parece infructuosa, teniendo en cuenta que, de ser cierta esta versión, la pequeña habría sido arrojada allí hace más o menos un mes.
Pero luego dio otra versión: que le había entregado la niña a una señora que se había prestado a cuidarla. La familia pide que se revisen las cámaras de seguridad cercanas a Corabastos, así como en la zona del río Tunjuelito, para entender qué pasó.
La búsqueda de la pequeña continúa mientras avanza la investigación.
REDACCIÓN BOGOTÁ