“Estaba de viaje en San Andrés el jueves 17 de febrero con mi familia cuando me comenzaron a llegar mensajes desde el Banco de Bogotá notificando un proceso jurídico y de embargo”. Esa fue la primera alerta que recibió una ciudadana sobre un grave caso de suplantación de identidad.
Pronto llamó al banco a preguntar por qué le estaban notificando sobre un producto que ella nunca había adquirido. “Jamás he tenido ningún crédito con esa entidad financiera, ni servicio alguno”.
La respuesta para la ciudadana fue que no le podían solucionar la situación por teléfono y que tenía que acercarse a una de las oficinas en Bogotá. “Me dañaron el viaje pero fue lo primero que hice cuando llegué a la ciudad”.
Ya en las oficinas le dijeron que ella tenía una tarjeta de crédito a su nombre que había sacado en Cartagena el 13 de mayo de 2021. “Llevaba nueve meses esa tarjeta activa y yo no me había enterado de nada”.
También le confirmaron que estaba en proceso jurídico y de embargo y que por ser un caso de suplantación de identidad tenía que llenar un formato para radicarlo a través de un correo y que hasta el 1 de marzo la entidad puede explicar qué pasó en este caso. “Tengo que durar ocho días con esta angustia. No sé qué hacer”.
La ciudadana puso la denuncia en la Superintendencia Financiera y planea ponerla en la Fiscalía General de la Nación. “Me parece terrible que los bancos entreguen tarjetas así como así. Tienen una modalidad que entregan plásticos en minutos y en línea. No sé cuáles son entonces los filtros que ellos utilizan, por qué en Cartagena, cómo consiguieron mis datos personales. El llamado es para los bancos, deben tener más filtros de seguridad. Y cómo solo nueve meses después me salen con el tema del embargo”.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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