En lo que va corrido de este año, la
Secretaría Distrital de Salud (SDS) ha realizado 7.365 pruebas rápidas de sífilis gestacional para detectar de forma temprana los casos de esa enfermedad de transmisión sexual (ETS). Lo que se busca es iniciar de forma inmediata el tratamiento para la madre, el bebé y la pareja permanente.
El panorama no es alentador si se tiene en cuenta que, según señala la SDS, de los últimos casos que se han diagnosticado como sífilis en embarazo, el 33 por ciento se reportan como una reinfección. Es decir, de las 471 personas diagnosticadas en los seis primeros meses del año, 142 son reinfecciones por transmisión de sus parejas.
La irresponsabilidad de los hombres que tienen relaciones con otras personas sin usar condón, la falta de controles prenatales, no realizar el tratamiento con las parejas para combatir la infección, la falta de campañas educativas de forma masiva, además del entorno cultural, son entre los otros factores que propician el caldo de cultivo de una ETS que no se ha podido controlar.
Cifras entregadas por la subsecretaria de Salud Pública, Patricia Arce, señalan que aunque se han aumentado un 80 por ciento las pruebas, los resultados aún no corresponden con las expectativas.
Para eliminar la sífilis gestacional, la atención debe llegar al 95 por ciento de las mujeres infectadas para evitar así que los niños nazcan con sífilis congénita. La meta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es de 0,5 casos por cada 1.000 nacidos vivos. En Bogotá es de 1,5.
El experto en salud pública y profesor asociado de la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes Luis Jorge Hernández Flórez lanza la alerta al respecto y advierte que infortunadamente, toda la responsabilidad recae sobre la mujer, mientras que “el hombre pasa de agache”. Además sostiene que esta problemática de la sífilis afecta todo el país, por lo que hace un llamado al Gobierno Nacional para que enfrente de inmediato esta situación.
Para el caso particular de Bogotá, las localidades que ocupan los primeros puestos con mayor incidencia son La Candelaria, Los Mártires, Santa Fe y Tunjuelito. Y añade que cada año ingresan a la ciudad entre 80.000 y 100.000 migrantes de diferentes parte del país que se suman a los provenientes de Venezuela.
Las cifras entregadas por la SDS indican que “entre enero y julio de 2018 se notificaron 471 casos de sífilis gestacional, entre los cuales nueve corresponden a personas migrantes procedentes de Venezuela”.
Las más afectadas son mujeres entre los 20 y 34 años que se encuentran ubicadas en las localidades del centro oriente y sur occidente de la ciudad. Los datos oficiales preliminares indican también que a julio de este año se han diagnosticado 75 casos de niños con sífilis, de los cuales cuatro llegaron desde Venezuela.
En comparación con el año pasado, en el primer semestre de 2018 se registraron 6 por ciento menos de casos de sífilis congénita y 18 por ciento más de sífilis en gestantes.
Carlos Francisco Fernández, asesor médico de EL TIEMPO, considera deficiente la calidad del sistema de salud, “porque un niño que nace con sífilis pone de manifiesto vacíos en la atención individual del padre, de la madre y del mismo niño, y consecuentemente en la salud colectiva porque deja ver falta de programas de prevención”.
En este sentido, advierte que “no hay excusa, los reguladores del sistema de salud, las EPS, los hospitales, los médicos y la comunidad fallan por igual, frente al avance de un mal del medioevo y más, en una ciudad como Bogotá”.
Y afirma que la atención sobre la falta de campañas masivas, de educación, de programas de tamizajes y atención para los grupos de población en riesgo, de citas oportunas, de protocolos rígidos de atención a las maternas y de un sistema óptimo de notificación obligatoria y temprana de casos permite estos desenlaces.
“Cuando un niño tiene sífilis congénita, a veces ni siquiera alcanzan a nacer, puede tener bajo peso, déficit neurológico que le impide el desarrollo normal, puede tener sordera, entre otras complicaciones”, advierte la subsecretaria Arce.
En este sentido, el profesor Hernández señala que se debe hacer la búsqueda de las parejas de o sexual que tienen la enfermedad para poder enfrentar el problema. “Se debe trabajar hacia el hombre en una estrategia de comunicación, educación e información”, dijo el experto en salud pública.
HUGO PARRA