El tweed se reinventa

Era un tejido pesado y muy rígido hasta que en los años 50 Gabrielle Coco Chanel revolucionó la moda cuando lo transformó en un traje de falda y chaqueta para mujer. Hablamos del tweed, esa prenda de lana que la diseñadora sa descubrió mucho tiempo atrás en Inglaterra, en las propiedades de Hugh Arthur Grosvenor –entonces Duque de Westminster–, porque él solía usarla en sus cabalgatas. Coco la convirtió en una pieza moderna del armario femenino; la dotó de versatilidad y liviandad. Hoy, el tweed sigue tan vigente, tan libre y poderoso.

El pasado 3 de julio, en la Semana de la Moda en París, Chanel, la casa sa, presentó su colección otoño/invierno 2019, en donde el famoso tejido se reinventó nuevamente en manos de Karl Lagerfeld, director creativo de la marca. Esta vez el tradicional traje saltó a las pasarelas con hendiduras en los costados. Las mangas de la chaqueta llevan cremalleras que permiten ajustar la apertura hasta los codos, y la falda tiene un corte lateral en el lado izquierdo que deja entrever una enagua del mismo tejido y color. En esta oportunidad no solo prevalecieron el gris y el café, los tonos habituales, sino también el blanco, el rosado y el azul.

Desde que tomara las riendas de Chanel, en 1983, Karl Lagerfeld ha sido el más entusiasta defensor e impulsor del tweed. Tanto, que ha llegado a usarlo en vestidos de novia, zapatos y sombreros. Es más, al clásico conjunto para dama le ha añadido lentejuelas, plumas, flecos, rasgados, bordados en escarcha y piedras preciosas. Todo un mundo que la marca no se cansa de explorar.

PAULA HERNÁNDEZ VARGAS

REDACCIÓN CARRUSEL