Quiere tus labios, mimos claves y razones para consentirlos

Tu mejor rio son unos labios sexis, sin importar la edad que tengas o si estás con o sin pareja. Es un objetivo que puede cumplirse si estableces unos buenos hábitos de cuidado.

La piel de nuestros labios es más delgada que otras zonas del cuerpo, por lo que es más fácil que se rompa o se lastime. Además, los labios tienen menos glándulas sebáceas que otras áreas de la piel, las cuales se necesitan para producir melanina (escudo natural del clima) y no tienen protección del sol, el frío o el viento. Recuerda adaptar tu rutina de belleza a tu entorno, si vas a exponerte al sol, aplica bloqueador en bálsamo; si vas a estar a baja temperatura, usa un hidratante.

El colágeno es el componente que los mantiene firmes, pero en algún momento el paso del tiempo dejará su huella, ¿qué tanto? depende de tu genética y la forma de tus labios: los finos y pequeños tienen más tendencia a arrugarse debido a su poco volumen. Sin embargo, cualquiera que sea su forma, evita movimientos obligados, por ejemplo, fumar, tener un esfero entre ellos, fruncirlos o beber con pitillo. Todos estos los fuerzan a modificar su forma y, por ende, a crear arrugas. La risa es tu mejor aliada, ya que los estira y relaja, aunque deje su marca en las líneas de expresión bajo tus pómulos, bien vale la pena.

Hay varias técnicas a tu alcance para reparar los estragos del tiempo y de la intemperie. La base de la pirámide es la exfoliación, la necesitan para ser suaves y retirar piel muerta. Usa un producto muy ligero y de granos pequeños para no lastimarlos. Al finalizar, recuerda hidratarlos, hay una variedad de cremas especializadas en el mercado de acuerdo con tu edad. Si requieres medidas extremas, uno de los tratamientos más utilizados son los rellenos de ácido hialurónico. Pero cuidado, las inyecciones modifican su forma, volumen y estructura, así que pueden ser un éxito total o un desastre en las manos equivocadas. Asegúrate de recurrir a un experto si vas a tomar este camino.

Pon atención a tu herramienta de besos, no los toques sin necesidad, para no resecarlos o llevar bacterias. Siempre desmaquíllalos con un producto acorde y disfrútalos. Todo está en los detalles.

Con tu aceite favorito, masajea tus labios 5 minutos al día, esto mejora la circulación de la sangre para que reciban los nutrientes necesarios. Un refuerzo a este consejo son los besos, repártelos sin mesura por tu bien. Si buscas inspiración, piensa en la cinta Lo que el viento se llevó (hoy cumple 70 años) o a modo local, Betty la fea, que nos hizo suspirar en 1999 y en 2019 con su retransmisión.

Puedes beneficiarte de esta práctica con simples movimientos. Opción 1: llena de aire tu boca hasta que tus mejillas se inflen. Pasa el aire de una a otra cinco veces, esto reduce las líneas alrededor de ellos. Opción 2: abre tu boca lo más que puedas y mantenla así por 10 segundos. Repite tres veces para relajarla. Opción 3: si quieres tener labios más voluminosos, haz boca de pescado (succionando el aire de tus mejillas) y mantenla 5 segundos por 10 repeticiones, la sangre contenida los inflará un poco.

No los chupes. Cuando sientas tus labios deshidratados, aplícales bálsamo. La saliva solo logrará que se partan. Remedio mágico: bebe agua constantemente.