Brutal caso de maltrato animal en exclusivo sector de Barranquilla: de envenenamiento masivo a disparos contra perritos callejeros

Según cuenta Andrea Ávila, los trabajadores de las obras llegaron acompañados de caninos y a diario los cuidaban y los alimentaban allí. En el caso del personal de seguridad, usaban a los animales para reforzar la vigilancia de los materiales en horas de la noche.

Con el pasar de los días, los meses, y a medida que los proyectos de vivienda iban siendo entregados, los trabajadores se marchaban y dejaban a los perros abandonados. Acostumbrados al lugar, los ‘peluditos’ se quedaron deambulando en él.

La situación se tornó compleja cuando se empezaron a reproducir de una manera descontrolada, a tal punto que el voluntariado ‘Propeluditos’ llegó a registrar en un censo a más de 80 perros sin hogar solo en esta zona.

“Las molestias empezaron a través de un chat de copropietarios, donde la gente empezó a manifestar que por favor no los alimentaran, que los dejaran hasta que se fueran. Los perritos no se van, así no les des comida, porque nacieron ahí y no conocen otro sitio”, recuerda Andrea.

Así se desencadenó un enfrentamiento verbal entre vecinos. Por un lado, los que exigían el retiro a las malas de los animales y, por el otro, los que propendían por la defensa de los perros en condición de calle.

La razón de los que se oponen a la presencia de los perros en esta zona es que desvalorizan las propiedades estrato 6, que afeaban la zona, además de supuestos malos olores en inmediaciones de sus viviendas.

De un momento a otro se empezaron a escuchar insultos por las ventanas, quejas para echar a los animalitos. El voluntariado les explicó entonces que no se cuenta con un albergue y que, más allá de echarlos, había que ponerlos en campaña de esterilización y adopción.

“Hemos dado cientos de cachorritos en adopción y hemos esterilizado a gran parte de las hembras. Todos los días alimentando a los perritos. Esa es la molestia de la gente, empezaron a hablar que eso es de pobres, que desvalorizaba las propiedades, que no va con el sector, que atraen malos olores”, dice la ciudadana a EL TIEMPO.

El tema, según agrega, empezó a pasar de castaño a oscuro hace un año, cuando aparecieron decenas de perritos muertos. Al parecer, se produjo un envenenamiento masivo que provocó el rechazo de los defensores de animales.

Trataron de poner la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, pero no contaban con el material probatorio para señalar a alguien puntual y hacerlo responsable por el lamentable episodio.

“El tema se pasó de todo la semana pasada, cuando vimos a un tipo con un casco y con las placas de la moto tapadas, tomándole fotos a los perritos. Nos llamó la atención, porque estamos pendiente de ellos, pero no lo pensamos malos”, afirma Andrea.

Días después, volvieron a registrarse muertes de los animales que quedaban. Sin embargo, esta vez, tenían heridas visibles, presuntamente provocadas por disparos en diferentes partes del cuerpo.

Los vecinos que habitan en los conjuntos residenciales, en inmediaciones del bulevar de Buenavista, aseguran que escucharon disparos y a los perritos chillando por el dolor.
“Nos informaron que habían sido heridos por un grupo de cuatro tiradores de rifle y pistolas traumáticas desde una camioneta”, manifiesta Andrea Ávila.

De hecho, los que quedaron vivos, deambulan en el sector residencial con graves heridas que reflejan la magnitud del ataque. Se les ve lesiones en sus patas, cuello y hasta en sus rostros, según revela María Torres.

“De unos ocho meses para acá, teníamos unos 40 perritos, de los cuales quedan 20, muchos de ellos están heridos. Estos perritos normalmente cuando están heridos o mal de salud, entran a la zona enmontada y allá mueren. Entonces para nosotros ha sido difícil poder ubicar los cuerpos, además que ese es un lote privado”, asegura María, quien es integrante del voluntariado de vecinos del sector Riomar.

La habitante de esta zona, en el norte de la ciudad, añade que se siguen escuchando disparos en el lugar y confirman la persistencia de estos ataques armados, ya que los demás vecinos advierten por audios de whatsapp.

“Muchos decidimos esterilizar, para controlar la reproducción y logramos hacer un trabajo muy chévere. Tristemente no todas las personas tienen la empatía para convivir con animalitos en condición de calle y todo comenzó cuando se empezaron a mudar las personas que viven en esos conjuntos”, señala María.

Desde que surgió la problemática, este grupo de voluntarios envió derechos de petición a la Oficina de Salud Pública y la Secretaría de Gobierno del Distrito de Barranquilla, con el propósito de intervenir en el caso de maltrato animal.

“La Alcaldía ha estado muy presta a ayudarnos con todo el proceso y las campañas de esterilización. Nos dan las herramientas y muchas veces nos hemos apoyado en ellos. Por los temas de intermitencia en el servicio del CBA, no ha sido posible tenerlas a todas allá. En su momento nos ayudaron con el tema de Bienestar Animal”, cuenta María.

Este medio conoció las respuestas de esas dependencias a las peticiones de la comunidad. Al tratarse de un caso de maltrato animal, la Oficina de Salud Pública trasladó el caso a la Secretaría de Gobierno.

Entretanto, la Secretaría de Gobierno, a través del Centro de Bienestar Animal (CBA), en respuesta dada en el año 2022, dispuso un operativo a cargo del equipo en conjunto con personal de la Policía Ambiental y realizaron una visita en los sectores mencionados por el voluntariado.

Tras la inspección, concluyeron con la necesidad de esterilizar a los caninos, realizar seguimiento a los procesos de adopción y verificar continuamente el estado de los animales en el sector con el fin de prevenir cualquier situación de maltrato animal.

A los perritos que quedan con vida, pero que se encuentran adoloridos por las heridas, dice María que los están tratando con antibióticos y desinflamatorios, para curarles las heridas. Sin embargo, se torna complejo, ya que algunos no se dejan atrapar. En ese sentido, les suministran los medicamentos con los alimentos.

Tras conocer esta nueva denuncia sobre los perritos en condición de calle siendo atacados a tiros, EL TIEMPO trasladó el caso a la Alcaldía Distrital de Barranquilla.

Como reacción, la istración distrital anunció a este medio que irán el viernes 7 de junio, a las 3 p. m., para atender este caso con la Policía Ambiental, la patrulla, la Alcaldía y la Secretaría de Gobierno.

En todo caso, la comunidad también hace un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que intervenga con los responsables del delito de maltrato animal, con el fin de que las muertes y heridas de los perritos no queden impunes, además de parar la cacería contra los que aún quedan con vida.

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“Estamos devastados por la intolerancia de la gente. Los voluntarios también tememos por nuestra integridad física, porque nos insultan desde las ventanas y nos arrojan objetos”, expresa Andrea.

Asimismo, hicieron una invitación a la ciudadanía en general de Barranquilla y municipios del Atlántico a unirse a las campañas de adopción con estos animales, ándose a través de las redes sociales de Propeluditos.

La comunidad hace esta denuncia con el objetivo de que las autoridades del Distrito intervengan a tiempo y paren esta matanza contra los perritos en condición de calle de Riomar, seres sintientes que están siendo víctimas de la indolencia de algunos.

Deivis López Ortega
​Corresponsal de EL TIEMPO - Barranquilla
​En X: @DeJhoLopez
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