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Antes del covid, solo una guerra suspendió el Carnaval de Barranquilla
Antropóloga dice que correr la fecha puede trastocar la tradición y prefiere no hacerlo por un año.
Comparsa de congueros en el Carnaval de Barranquilla de 1995. Foto: Archivo/EL TIEMPO
No es frecuente que un gran número de personas, habitantes de una ciudad, logre un acuerdo prácticamente unánime, pero esta vez se dio. Las reacciones de quienes opinaron sobre la decisión de aplazar el Carnaval 2021 casi que tuvieron un término en común: “sensatez”.
Y a la vez tiene un valor histórico que se origina desde 1700, cuando tres poblaciones de Atlántico y Magdalena organizaban unas festividades que hoy en día se han convertido en el evento cultural más importante de Colombia.
Si bien los casos de covid-19 avanzan a un ritmo controlado en Barranquilla, donde las autoridades sanitarias recientemente informaron que se han cumplido 10 semanas sin exceso de letalidad, la Alcaldía se respalda en análisis de organismos multilaterales, según los cuales por cada mes de pandemia las sociedades tardan un año en volver a la normalidad.
En la actualidad, el Distrito registra un total de 40.278 ciudadanos que han dado positivos para coronavirus, una pandemia que ha causado la muerte de 1.697 personas en esta ciudad, de acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Salud (INS) con corte del 26 de octubre.
La fiesta del carnaval existe desde los inicios de 1700 en Barranquilla, Soledad y Sitionuevo. Si no se hace, sería algo muy brusco que rompería una larga tradición
Teniendo en cuenta lo anterior y lo que significa Carnaval de Barranquilla, del cual se desprenden aspectos económicos, culturales y religiosos, EL TIEMPO consultó a un historiador y a una antropóloga relacionados con el Caribe, que han coincidido en poner la salud por encima de la tradición.
Uno de ellos es el docente de la Universidad del Norte, Jorge Villalón, quien explicó el significado de aplazar lo que hasta este año fueron unas fiestas carnestolendas o básicamente el periodo previo al inicio de la cuaresma.
“La fiesta del carnaval existe desde los inicios de 1700 en Barranquilla, Soledad y Sitionuevo. Si no se hace, sería algo muy brusco que rompería una larga tradición. Pero creo que hay que obedecer a las autoridades”, sostuvo Villalón.
Guerrilla liberal de Zipaquirá durante la Guerra de los Mil Días, en 1901. Foto:Archivo/EL TIEMPO
El académico agregó que, ahora, el Carnaval significa que por cuatro días “todos sentimos que formamos parte de una comunidad” en donde desaparecen todas las diferencias, sea de clase, de dinero, y de raza. Y, en el caso de la economía, son muchos los afectados.
“En sus orígenes hace 300 años, era una manera como los pueblos libres, donde no había autoridades, atraían gente para invitarlos a que se quedaran. Siempre ha sido provechoso para las actividades económicas. Hoy para los hoteles, restaurantes, pero también para el humilde vendedor de guarapo, de empanadas, o de butifarra”, recordó el historiador.
Hacerlo en otra fecha podría trastocar la tradición misma, porque el Carnaval con la Semana Santa, a partir del Miércoles de Ceniza, significa la suspensión de la vida
La guerra que ya había suspendido al Carnaval
Por su parte, la antropóloga Mirtha Buelvas vio conveniente el aplazamiento del Carnaval, ante lo que significa un evento de multitudes y de mucho o. Además, dijo que no será ni la primera ni la última vez que no habrá celebración tal cual como se conoce.
"Pero hacerlo en otra fecha podría trastocar la tradición misma, porque el Carnaval con la Semana Santa, a partir del Miércoles de Ceniza, significa la suspensión de la vida, el Carnaval recoge la vida misma. Eso ha sido tradicional”, señaló Buelvas.
La antropóloga trajo a colación la vez que también se suspendió esta fiesta barranquillera hace 121 años por una guerra que puso al país en una situación crítica, pero que luego dio pie a la Batalla de Flores, el que ahora es el principal desfile del Carnaval.
El Carnaval de Barranquilla se canceló en la Guerra de los Mil Días y en un año no se hizo fiestas
“El Carnaval de Barranquilla se canceló en la Guerra de los Mil Días y en un año no se hizo fiestas. Pero según mi análisis, una tradición de tantos años no va a desaparecer por el hecho de que se deje de celebrar un año, ante la fuerza de la cultura”, aseguró Buelvas.
Aunque recordó que, en ese entonces, este evento no contaba con la misma fuerza nacional con la que cuenta ahora y que el periodo de fiesta era más largo, desde el 20 de enero, cuando se leía el Bando público en simultáneo con el Bando en Cartagena. En la actualidad, las fechas se han ajustado.
Finalmente, Mirtha Buelvas contó con certeza que la próxima vez se va a celebrar con más energía y se le va a brindar más valor, sabiendo el barranquillero que no lo tuvo en un año, al menos hasta que se definan las nuevas fechas.