El miedo y la zozobra que se viven Barranquilla por la violencia

En enero hubo un crimen diario. Expertos dicen que el problema está subvalorado.

En el barrio El Santuario se registró una masacre el domingo 29 de enero. Foto: Vanexa Romero / EL TIEMPO

PERIODISTA06.02.2023 15:37 Actualizado: 06.02.2023 18:27

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“Por aquí el balín está bajito”, dice en voz baja Jorge Carvajal, vendedor ambulante del suroccidente de Barranquilla, al responder sobre cómo está el ambiente por su barrio en estos días de precarnavales.

(Además: Por presuntas fallas, Supersalud adelanta auditoría a la ESE UNA)

La frase del hombre no es lapidaria. Por el contrario, lo resume todo. En materia de seguridad las cosas no van bien en Barranquilla, una ciudad que durante décadas se dijo que era remanso de paz y un bien vividero. Por estos días, en vez de ambiente carnavalero hay en las calles la una sensación de riesgo permanente que invade a los barranquilleros, quienes deben enfrentar altos niveles de estrés, preocupación y miedo.

Lo que asusta a muchos ciudadanos es que la situación no es nueva y pareciera habérsele salido de las manos a las autoridades.

Los esfuerzos que se realizan para enfrentar el narcotráfico, la extorsión y el ‘gota a gota’, los tres males que desatan violencia, no están dando los resultados esperados.

Los gremios ya alzaron la voz y están pidiendo que militaricen la ciudad y más atención al presidente Gustavo Petro.

En enero hubo 32 muertes violentas en Barranquilla. Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO

La Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, seccional Atlántico, reveló en una encuesta que más del 80 por ciento de los comerciantes encuestados dicen sentirse inseguros en Barranquilla.

Y es que enero no cerró bien en materia de criminalidad. De las 74 muertes violentas que en el departamento del Atlántico se reportaron, 32 homicidios fueron en Barranquilla, de los cuales 29 fueron con arma de fuego (91 %).

Como si fuera poco, la situación de criminalidad que se vive en los municipios del área metropolitana es igual de delicada a la de la capital del departamento. En Soledad en enero hubo 29 homicidios, de los cuales 27 fueron cometidos con arma de fuego (94 %).

“La capital del Atlántico se encuentra atenazada por la violencia de las mafias que controlan el narcotráfico, la extorsión y el ‘gota a gota’”, advierte el editorial de EL TIEMPO del martes 31 de octubre, para llamar la atención del Gobierno Nacional sobre la gravedad de la situación que viven los barranquilleros.

Días violentos

El momento de alegría y festejo que vivía un grupo de personas en un estadero del barrio El Santuario, en el suroccidente de Barranquilla, la noche del pasado domingo 29 de enero, disfrutando de la transmisión del partido que jugaban Junior y Medellín, fue suspendido de forma abrupta por dos pistoleros que irrumpieron en el sitio disparando a quemarropa con mini uzi contra todos los presentes.

Fue en cuestión de segundos para que del ambiente de celebración y goce se pasara al caos y la tragedia. Las balas cobraron la vida de cuatro personas, entre ellas la de un policía, que se encontraba de vacaciones y estaba de civil viendo el partido. Otras seis personas quedaron heridas, una de ellas permanece bajo pronóstico reservado luchando por sobrevivir.

La Policía reforzó el pie de fuerza con 1.700 uniformados que comenzaron a llegar a la ciudad. Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO

“Todos corríamos protegiéndonos de las balas”, recuerda Jhon Chávez, trabajador del sitio, quien contó que todas las personas que se encontraban eran conocidas y que es la primera vez que una tragedia de esta magnitud sacude al barrio.

Las primera investigaciones y reacciones de las autoridades locales apuntan a que esta masacre obedeció a una lucha entre pagadiarios por las rutas del sur de esta capital.

El alcalde Jaime Pumarejo aseguró que los dos hombres que dispararon y los otros dos que los esperan en las motos que se movilizaban ya están identificados, por lo que se está ofreciendo una recompensa de hasta 100 millones de pesos.

Pero los hechos violentos no pará allí. Este jueves a plena luz del día fue baleado un abogado dentro de su carro en el Centro de Barranquilla, a unos pasos de la Fiscalía.

Cadena de hechos violentos

El investigador de la Universidad del Atlántico Alejandro Blanco Zúñiga recuerda las protestas de los comerciantes, exigiendo solución al boleteo y el aumento sostenido durante los dos últimos años de delitos, como masacres, hurtos y extorciones. Para él son una evidencia clara de que la inseguridad campea por la ciudad.

Por eso la masacre de la tienda en El Santuario no se puede mirar como un hecho aislado, sino que se suma a otros episodios violentos ocurridos en menos de seis meses en el área metropolitana de Barranquilla.

📣🚨 Reporte de la ofensiva contra la criminalidad 🚔

👮‍♂️La @OfSeguridadBaq y la @PoliciaBquilla entregan balance de capturas durante la semana del 30 de enero al 4 de febrero, tras incrementarse el apoyo de la fuerza militar en Barranquilla. 🤝 pic.twitter.com/QAJYgyeV1k
— Alcaldía de Barranquilla (@alcaldiabquilla) February 5, 2023

Cabe recordar la masacre la madrugada del 12 de septiembre en el barrio Las Flores, donde pistoleros cegaron la vida de seis personas y dejaron lesionadas a tres más. La balacera ocurrida el 23 octubre en una lujosa fiesta en el municipio de Puerto Colombia. El cierre de estaderos y negocios el primero de enero en la carrera 8 por temor a represalias contra los propietarios.

A todo esto se suman las continuas extorsiones que vienen padeciendo comerciantes y empresas de transporte urbano, lo que aumenta la lista de males que mantienen con miedo a muchas personas en Barranquilla.

El presidente de Undeco, Orlando Jiménez, agremiación que reúne a los tenderos, denunció que en las últimas dos semanas varias tiendas de los barrios Chiquinquirá y San Isidro recibieron panfletos en el que les advertían que debían comunicarse con unos teléfonos allí registrado de lo contrario serían víctimas de ataques. La situación provocó que muchos tenderos decidieran bajar la estera y cerrar sus negocios.

Igual ocurrió en la calle 70C, del barrio San Felipe, en donde varios comerciantes cerraron sus locales por las amenazas y hechos violentos en el sector. Aquí una comerciante resultó herida luego que hombres en moto disparan con un arma traumática al negocio. Así mismo los propietarios de una pizzería denunciaron que les dejaron una granada en la terraza como advertencia.

Dentro de los sindicados de mantener azotados con vacunas a pequeños comerciantes y choferes está Ricardo Martínez Gutiérrez, alias ‘El Negro Ober’, cabecilla de Los Rastrojos Costeños, preso en la Penitenciaría La Picota de Bogotá, pero desde donde ha enviado videos amenazando de muerte a sus víctimas si no pagan la extorsión. El hombre fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Girón (Santander).

La directora de Asocentro, Dina Luz Pardo, gremio que representa a comerciantes del Centro, sostiene que solo cuando se presentan asesinatos, masacres, extorsiones en bloque es cuando las autoridades activan protocolos con presencia masiva de policías e inteligencia, pero que al cabo de unas dos semanas bajan la guardia.

“Debe sostenerse cada acción de patrullaje, de inteligencia, del actuar de fiscalía y jueces, y urge cupos carcelarios, como el gran revolcón en el interior del Inpec, acabar con esa corruptela que se da desde las cárceles, desde donde siguen operando los cabecillas capturados", manifestó la dirigente gremial.

Pardo dice que los comerciantes ya están cansados que después de tantas reuniones, las autoridades les entreguen estadísticas de capturados. Ella asegura que por cada 10 capturados 7 u 8 regresan a la calle, “y los que quedan en cárcel siguen delinquiendo”.

Lo cierto es que en Barranquilla 163 presuntos delincuentes han sido beneficiados con detención domiciliaria. Entre estas personas se encuentran sindicados de asesinato, atracadores y capturados por porte ilegal de armas, incluyendo un hombre que fue detenido con un fusil de asalto.

Varios alcaldes le pediremos al presidente @petrogustavo más contundencia contra el crimen. Quien usa armas para atemorizar, debe ser considerado peligroso y recibir detención preventiva. Mientras quienes no revisten peligro pueden hacer su tránsito a la resocialización. pic.twitter.com/0ZxarYVw26
— Jaime Pumarejo (@jaimepumarejo) February 6, 2023

El alcalde Jaime Pumarejo se reunió este lunes con el presidente de la República, Gustavo Petro, con el objetivo de proponer articular acciones “ser mucho más contundentes contra el crimen”.

“Venimos a hablar con el presidente y hacer propuestas inclusive de cambiar las leyes, para que el criminal que sea capturado con un arma de fuego ilegal pueda ser detenido en un centro penitenciario, y que no tenga beneficios como casa por cárcel”, dijo el mandatario.

Cómo entender el problema

Janiel David Melamed, PhD en Seguridad Internacional, explica que el origen de la escalada de violencia que sacude a Barranquilla y su área metropolitana tiene sus orígenes en la lucha de organizaciones criminales que buscan controlar los mercados y economías ilegales.

“Esto ha derivado en un repunte considerable en los registros de extorsión y homicidios a lo largo de los últimos años”, dice Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte.

La actitud de los gobiernos locales ha sido la negación o la subvaloración del problema, lo que ha producido una serie de medidas reactivas que han buscado mejorar la percepción de seguridad

Y lo que está claro en Barranquilla es que no se trata de una pelea nueva. Los protagonistas de este coletazo de la violencia son las Autodefenas Gaitanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo), Los Costeños y los Rastrojos costeños, organizaciones que, como bien lo explican los investigadores y analistas en temas de seguridad Luis Fernando Trejo y Reynell Badillo, libran una pelean por las rentas ilegales que se desprenden de la logística para la exportación de clorhidrato de cocaína por la zona portuaria local, microtráfico, robo de tierras, paga diarios, alquiler de armas.

(Lea: Mujer fue atacada brutalmente cuando volvía a casa tras departir en un estadero)

“Lastimosamente durante mucho tiempo la actitud de los gobiernos locales ha sido la negación o la subvaloración del problema, lo que ha producido una serie de medidas reactivas que han buscado mejorar la percepción de seguridad pero que no han atacado las causas de la inseguridad”, sostienen para asegurar que esta es la causa de los fracasos de las políticas públicas de seguridad: “parten de diagnósticos errados”.

Otro punto sobre la actuación criminal de estas organizaciones la plantea el politólogo Blanco Zúñiga al referirse al uso de las redes sociales como un medio eficiente para amedrentar a sus víctimas, al cambiar el panfleto entregado a mano por un audio o video.

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“Estos medios facilitan la viralización del contenido que las estructuras delincuenciales quieran difundir, agilizando así, por ejemplo, los cobros de las extorciones”, enfatiza.

Sobre el recrudecimiento del sicariato, Arturo García, experto en temas de seguridad, sostiene que una de las causas es la aparición de nuevos liderazgos en las bandas delincuenciales con presencia en los barrios, al indicar que se habla de dos ramificaciones de Los Rastrojos Costeños que se apodan los Leones y Tigres.

“La expansión de la presencia de nuevos líderes locales, especialmente en el control territorial de comunidades. Un ejemplo es Rebolo, donde ahora mismo hay 12 agrupaciones de adolescentes que están creciendo, algunas articuladas a antiguos jefes del delito y de bandas criminales”, sostuvo.

La reacción de las autoridades

Esta semana llegaron los primeros 360 policías de los 1.700 que son esperados en Barranquilla para reforzar la seguridad en esta temporada de pre y carnavales. Para las fiestas se espera la llegada a la ciudad de unos 200 mil visitantes por lo que las autoridades quieren garantizar la tranquilidad y seguridad en la fiesta, cuya programación contempla unos 250 eventos y mueve recursos por más de 400 mil millones de pesos en toda la temporada.

A la llegada de estos uniformados se suma la visita en la ciudad del director del Gaula de la Policía, el coronel Giovani Cristancho, quien lidera las estrategias que se tomarán para controlar las cifras de extorsión.

Para reforzar las investigaciones llegaron 10 hombres expertos en criminalística que estarán investigando los últimos casos. También se encuentran trabajando 20 comandos de operaciones especiales.

Mientras que el alcalde Jaime Pumarejo sostuvo que la presencia de hombres del Gaulas Militar y Élite ya comenzaron a dar resultados contra le extorsión, y confía en que desde Bogotá llegue más apoyo, para garantizar la seguridad.

Tranquilidad que aún no siente Carvajal, ni cuando ve a los policías que lo paran en la calle para requisarle la carretilla en la que mueve tomates, aguacates y papayas, y por eso prefiere hablar bajito cuando le preguntan cómo andan las cosas por su barrio. Él solo repite: “el balín está bajito”.

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