Preocupación en la Costa : aparición de banderas del ELN en pueblos del Atlántico y La Guajira prenden las alarmas

La colocación de la bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la Vía Oriental del Atlántico ha sido interpretada por algunos sectores como un acto de propaganda armada de una organización que no tiene control territorial ni presencia permanente en esta zona del Caribe colombiano.

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Expertos como Luis Fernando Trejos, investigador de la Universidad del Norte de Barranquilla, indica que esta acción también debe leerse en un marco de acciones similares que “buscan conmemorar sus 60 años de vida”. Pero advierte que esto no quiere decir que no exista un riesgo latente.

Lo cierto es  que el tema comienza a preocupar, luego que este viernes se conoció de la aparición de otra bandera de la organización insurgente en el sur de La Guajira, entre los municipios de Urumita y Villanueva, una zona en donde históricamente esta guerrilla ha tenido presencia.

Sobre este punto Janiel Melamed , director del Observador de Seguridad Ciudadana de Barranquilla, sostiene que el objetivo de estas banderas es proyectar la imagen del ELN y presionar al gobierno nacional para retomar las dinámicas de negociación dentro de su agenda de paz total.

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Melamed recuerda que el ELN atraviesa una división interna: una disidencia cuya mesa de negociación avanza en Nariño, y el tradicional Comando Central, cuya mesa de negociación está actualmente detenida. El próximo 3 de agosto vence el cese de hostilidades adoptado hace seis meses, añadiendo tensión a la situación.

El experto en seguridad advierte que el ELN ha tenido una historia de injerencia en hechos de violencia en el Atlántico. Un claro ejemplo de ello son los atentados perpetrados en 2018 contra la Estación de Policía del barrio San José y del CAI de Soledad 2000, eventos que aún resuenan en la memoria colectiva de la comunidad.

“Estos hechos subrayan la necesidad de no subestimar acciones como la colocación de la bandera, ya que pueden representar amenazas eventuales. Esto es especialmente relevante debido a las complejidades del proceso de negociación entre el gobierno y estas organizaciones armadas, y los posibles efectos secundarios que puedan surgir, no solo en el departamento del Atlántico sino también en el área metropolitana y el Distrito de Barranquilla”, señala Malamed, al indicar que es importante recordar la alerta temprana emitida hace meses por la Fiscalía General de la Nación, sobre un plan de la guerrilla para atacar estaciones de la Policía y el Ejército en esta capital.

Por su parte, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa dio un parte de tranquilidad después de la intervención de la Policía Deata en la zona.

“Hicimos una revisión de la zona, se ha hecho un análisis en el sector y una minuciosa búsqueda sin hallazgos alguno de un dispositivo explosivo. Nos llama poderosamente la atención porque no tenemos mayor conocimiento de la presencia de ese grupo en nuestro territorio”, explicó el mandatario.

También recordó que desde la incursión de esta guerrilla en Barranquilla el 27 de enero de 2018 en la Estación de Policía del barrio San José no se conocía ninguna información o amenazas en este territorio.

“Estamos convocando a un consejo de seguridad para recibir toda la información de este hecho con el propósito de que nuestra gente tenga total tranquilidad”, concluyó.