En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Noticia
Exclusivo suscriptores
La asombrosa técnica que desarrollaron en Barranquilla para tratar la gastrosquisis en el útero
Para los doctores Miguel Parra y Cristóbal Abello, es un caso pionero en el mundo en cirugía fetal.
María Lugo volvió a controles este 26 de febrero. Foto: Deivis López Ortega
Para Ricardo Rodríguez, una cosa es decir y otra muy distinta es vivir lo que sentía el pasado 12 de febrero, cuando su pareja, María de los Ángeles Lugo Sarmiento, y la bebé que viene en camino, Maía, se sometían en la Clínica General del Norte, de Barranquilla, a una cirugía “sin precedentes” en el mundo de la ciencia, según lo describen los expertos.
“No sé ni cómo describirlo. Quería saber de ellas, pasaba tanto tiempo y nadie me daba razón. Afortunadamente todo salió bien”, expresa el padre de familia dos semanas después, ya con la tranquilidad de haber superado ese momento.
Precisamente los resultados de esa intervención quirúrgica hacen que ellos tres sean los protagonistas de una historia que hoy está siendo valorada por especialistas del exterior.
Un día, a las 17 semanas de gestación, Ricardo y María asistieron a un nuevo control prenatal. En medio de la ilusión que vivían por esta etapa en su hogar, recibieron una noticia que los dejó devastados.
El doctor Parra participó en el procedimiento de tres horas. Foto:Deivis López Ortega
Gracias a una ecografía en su EPS, identificaron que el feto venía con gastrosquisis, un fenómeno en el que los intestinos se forman en el exterior de la pared abdominal, generando graves consecuencias, a tal punto de poner en riesgo ambas vidas.
“Al enterarme de que mi bebé venía con una condición, fue un balde de agua fría. No tenía conocimiento de nada y mi cabeza se fue a lo peor: mi bebé se puede morir, fueron noches sin dormir, orando y orando”, dice María de los Ángeles en diálogo con EL TIEMPO mientras era atendida en el consultorio este miércoles 26 de febrero como parte del seguimiento.
Las graves consecuencias de esta condición
El caso llegó a oídos del ginecobstetra Miguel Parra y del cirujano pediátrico Cristóbal Abello, quienes cuentan con experiencia en casos que le han dado la vuelta al mundo, como el ‘fetus in fetus’ y el hepatoonfaloce tratado con la técnica de toxina botulínica, entre otros hitos científicos ‘made in Colombia’.
Tras estudiar la viabilidad del procedimiento en una junta internacional, accedieron a programar la cirugía. Llegó el día y, durante tres horas, aplicaron la técnica que corrige la gastrosquisis vía intrauterina.
“Cuando estamos en ese escenario, ya se anticipa un bebé que va para la Unidad de Cuidado Intensivo, que puede morir en el útero, que puede morir al nacer, porque se infecta al estar sus intestinos expuestos. Este ha sido el común denominador durante muchos años de los bebés con gastrosquisis”, explica el doctor Miguel Parra a este medio.
Según el ginecobstetra, esto pasaría a la historia, gracias al avance científico y a las investigaciones, han logrado desarrollar la técnica que corrige esta malformación dentro del vientre materno.
Así fue el procedimiento de Parra y Abello
“Tenemos el cordón umbilical de Maía y vemos el colon y el intestino delgado que está afuera de la pared abdominal. La llevamos a cirugía, sacamos el útero y corregimos hasta la última asa intestinal”, relata el especialista.
Dos semanas antes de entrar a cirugía, inyectaron toxina botulínica para relajar el abdomen, estrategia a la que se le debe el exitoso resultado de este procedimiento, según cuenta Parra.
A la técnica de Abello y Parra, ellos la han denominado ‘Reparación fetoscópica de gastrosquisis con miorrelajacion de la pared abdominal fetal’.
“Esa fue la innovación en el mundo, porque al poner esa toxina se relajó el abdomen y logramos reducirlo. Ya lo habían intentado en Estados Unidos y en Brasil, y no habían podido”, recuerda el doctor.
#Barranquilla | La innovadora técnica médica de especialistas para corregir gastrosquisis intrauterina. El caso pionero en el mundo se dio en Barranquilla.
Video del momento cumbre cuando logran introducir totalmente las asas intestinales en el abdomen fetal. pic.twitter.com/xFGUPM3P3H
En el mundo, la gastrosquisis resulta ser un 30 % mortal y un 20 % de morbilidad, es decir, queda con secuelas, sin una fracción del intestino, más la inflamación, de acuerdo con la investigación del cirujano Cristóbal Abello.
“En los países de altos ingresos, como Estados Unidos, la mortalidad es mucho más baja, menos del 10 %. Pero es una patología que deja muchas secuelas, que demora la hospitalización, tiene un costo de unos 8 mil dólares al día. Necesitan estar en UCI, intubados por ventilación mecánica, hay infección, necesitan catéter. Son cosas que, con esta técnica se van a obviar”, expresa Abello.
Doctores Abello (izquierda) y Parra trabajaron juntos recientemente en un caso de hepatoonfalocele. Foto:Clínica General del Norte
El doctor Cristóbal Abello es reconocido por desarrollar durante los últimos 30 años la técnica para el manejo de onfalocele gigante que ha aplicado a recién nacidos, tras numerosos estudios y mejora de resultados.
En medio de ese proceso, propuso hace tres años, aproximadamente, la miorrelajación intrauterina para facilitar el cierre y la reconstrucción de la pared abdominal en bebés con estas graves patologías congénitas.
La frecuencia de casos como el de Maía es de 4 a 7 de cada 10 mil bebés. Solo en Colombia, el promedio es de 250 a 300 niños por 600 mil nacimientos por año. Abello agrega que, en algunas regiones del mundo, esta frecuencia varía a 1 por cada 800 a 1.000 nacidos vivos.
“Estas patologías (onfalocele, hepatoonfalocele y gastrosquisis) se unen en los últimos años en un factor común: la falta de espacio en el abdomen. A raíz de esto, empezamos a utilizar la toxina botulínica para aumentar el espacio en esa barriguita y así poder cerrar esas grandes hernias con más tranquilidad”, asegura el cirujano pediátrico.
El principal reto de esta cirugía en Barranquilla
Añade que el principal reto consistía en que no se podían introducir los intestinos a presión, porque puede ocasionar la muerte del bebé. Entonces el procedimiento "solo es apropiado cuando la presión abdominal resulta ser la adecuada", según precisa.
“Con las manos del doctor Parra, le pusimos la toxina botulínica a Maía con agujas a las 23 semanas y a las 26 semanas estábamos en cirugía operándola. También lo hicimos porque hemos desarrollado una experticia en la cirugía fetoscópica con la reparación del tubo neural, y la malformación en las columnas que ocurren en los bebés”, destaca Abello.
Para esta intervención, se requiere una importante precisión, teniendo en cuenta que los orificios donde se deposita la toxina botulínica constan de 2 milímetros cada uno.
“Después de la cirugía, la paciente pasa a cuidados intensivos, allá se mantiene monitorizada y se hacen cada tanta hora las ecografías para verificar la frecuencia cardiaca, con todos los protocolos. Se abre una puerta fantástica para el manejo de la gastrosquisis intrauterina”, afirma el cirujano.
Los padres de Maía ya la esperan con mucho amor
María de los Ángeles tiene 25 años. Foto:Deivis López Ortega
Ahora, María de los Ángeles, de 25 años y oriunda de Carabobo (Venezuela), asegura tener tranquilidad, su familia está llena de esperanza y con la confianza puesta en el trabajo que han logrado los doctores Parra y Abello.
Así revela una visión que tuvo antes de la cirugía: “En esos días que hablé con ellos, Dios me reveló un sueño: me mostraba el nacimiento de mi hija, recién salida del útero y no tenía nada. Era una bebé sana. Y yo decía: ‘Dios mío, cómo puede ser esto posible, si me dijeron que mi bebé tenía una complicación’. Pero quién soy yo para juzgar a Dios”.
La madre de otros dos menores manifiesta que las pocas posibilidades de vida de Maía con esa condición la impulsaron a someterse a esa cirugía.
“Solo las madres hacemos esto, porque no es nada fácil el proceso. A mí me costaba, porque le tengo pánico a las inyecciones. Para mamitas que sepan que su bebé viene con una complicación, que sepan que hay personas que le ponen el pecho a estos casos, pero son importantes los controles. Ahora espero que nazca mi bebé y que todo siga bien en el nombre de Dios, sé que todo va a estar bien”, enfatiza María de los Ángeles, una mujer llena de fe.
Es así como esta innovadora técnica desarrollada por los dos especialistas colombianos, desde Barranquilla, le devolvieron la esperanza a Ricardo, María, Maía y al resto de pacientes que sufren por esta patología en el mundo.
Entretanto, Ricardo ahora luce más tranquilo. Su bebé viene en camino completamente sana.