El octavo día de protestas en el país dejó en Barranquilla y su área metropolitana, actos vandálicos contra el sector comercial, cinco personas capturadas y un joven que se debate entre la vida y al muerte.
En esta capital se cumplieron el miércoles
tres movilizaciones. Las de los profesores, que marcharon por el sur, la de los comerciantes del centro, y la de un grupo de estudiantes y jóvenes que recorrió sectores del norte.
Esta última fue en horas de la tarde, y fue infiltrada por encapuchados que desataron desordenes, saqueos y ataques a establecimientos comerciales.
En la calle 51B con 84, irrumpieron en una Olímpica del sector. Después atacaron otra de las tiendas de esta cadena ubicada en la calle 82 con carrera 46. Los vándalos se llevaron electrodomésticos, licores y mercancía.
Los actos vandálicos no pararon allí. También la emprendieron a piedra contra el CAI que se encuentra en el Parque de la Electrificadora.
Otros establecimientos comerciales, como estaciones de gasolina, tiendas y peluquerías fueron atacadas. En los municipios vecinos se reportó saqueos en otros almacenes de cadena.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, reportó que cinco personas fueron capturas en flagrancia cometiendo hurtos.
Joven se debate entre la vida y la muerte
Mientras que los enfrentamientos entre manifestantes y Esmad, dejaron a un joven herido, que en estos momentos se debate entre la vida y la muerte, en una UCI, tras sufrir un trauma craneoencefálico.
El joven fue identificado como Cristian Barros, de 24 años de edad, estudiante universitario, que se encuentra en la Clínica de El Prado.
Sus amigos denunciaron que fue impactado en la cabeza por el chorro de agua a presión que disparaban el Esmad desde una tanqueta, para disolver la protesta.
Ante esta denuncia, el Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Brigadier General Diego Hernán Rosero Giraldo, aseguró que los hombres del Esmad le prestaron seguridad y primeros auxilios a Barros y aclaró que el joven sufrió un golpe por un objeto contundente en la cabeza.
“Uniformados rodean a la persona protegiendo su integridad para posteriormente ser trasladado a un centro médico asistencial por la Defensa Civil”, dijo el general Rosero.
BARRANQUILLA
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