Gremios económicos de
Barranquilla dejaron ver este jueves su preocupación por los trabajos anunciados aguas arriba del río Magdalena, a la altura de
Salamina y El Piñón, que podrían afectar el canal navegable de la Zona Portuaria de la ciudad.
En estos dos municipios del departamento del Magdalena se prepara un Plan Maestro que contempla un dragado por agitación en el sector de la isla Tamarindo de por lo menos 1.607.280 metros cúbicos de sedimentos.
Se ha manifestado por parte de los diseñadores de las obras que se prevé una erosión inducida de la Isla Tamarindo
Hay que recordar que se aproximan estos trabajos en Salamina y El Piñón por la erosión en la ribera derecha del río Magdalena, la cual amenaza permanentemente con provocar su desbordamiento.
Sin embargo, según señala el sector económico, al ser un dragado por agitación, el transporte de sedimentos no es controlado y es “incierto el rumbo” que estos tomen, pudiendo afectar todavía más las condiciones del canal.
Esta y otras observaciones fueron hechas en un informe que firmaron Integremial del Atlántico, CCI Norte, Asoportuaria, Cámara de Comercio de Barranquilla, Andi Atlántico – Magdalena y la Sociedad de Ingenieros del Atlántico.
“Se ha manifestado por parte de los diseñadores de las obras que se prevé una erosión inducida de la Isla Tamarindo, como efecto de la ejecución de las obras propuestas. Esta erosión tendría también un efecto de millones de metros cúbicos que ineludiblemente serán transportados hacia la desembocadura”, comunicaron los gremios.
Los efectos de estos trabajos aguas abajo
En ese sentido, sugirieron que, antes de realizar una intervención, las entidades a cargo deben estudiar, analizar, modelar y soportar los efectos acumulativos de estos sedimentos removidos aguas abajo.
Asimismo, pidieron “garantizar que esto no genere mayor sedimentación en los sistemas activos aguas abajo, específicamente en el canal navegable de Barranquilla y sus zonas aledañas”.
Recordaron que, en octubre de 2020, se realizó un dragado inducido de cerca de 500.000 metros cúbicos en Salamina, donde gran parte de este volumen fue vertido nuevamente al río Magdalena.
El hecho generó que un mes después se registrara una sedimentación calificada por Cormagdalena como “atípica”, especialmente en el kilómetro 11, “un sector que históricamente poco se sedimentaba”.
La solicitud a los organismos encargados
Por lo anterior, solicitaron realizar los estudios de impacto ambiental y sedimentológico para evitar trasladar la problemática aguas abajo. Además, una mesa técnica a fin de analizar las posibles observaciones.
Estas solicitudes fueron dirigidas a Cormagdalena, Invías, Unidad de Gestión del Riesgo, Universidad del Magdalena, Universidad de Cartagena y demás instituciones involucradas en la formulación y ejecución del Plan Maestro de Salamina y El Piñón.
BARRANQUILLA
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