Historias de incestos en el Valle: un fenómeno aún oculto y de poca denuncia

Estas son tres historias de niñas abusadas sexualmente por sus propios padres biológicos de manera recurrente en sus hogares que recogen el horror que en el último año hasta la fecha han vivido por lo menos, 300 menores víctimas del incesto en el Valle del Cauca.

Pero la cifra podría ser mayor porque es uno de los fenómenos menos denunciados por las mismas familias, quizás por vergüenza y porque es una de las agresiones a menores que genera mayor rechazo en la actual sociedad.

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Sorprende que sean los mismos padres los violadores de sus hijas, confundiéndose en algunos casos con padrastros, otros de los principales responsables de esta violencia sexual hacia los niños y las niñas.

Es así que desde que tenía 3 años de edad, una pequeña, hoy de 12, vivió traumatizada por ser violada en forma constante bajo su mismo techo. Su hermana, de 9 años, también sufrió el mismo cruel destino impartido por el padre de ambas, un abuso que empezó con tocamientos hasta que luego se convirtieron en violaciones que además, el hombre obligaba a grabar en video.

Este crudo relato lo hizo un fiscal que llevó uno de los casos más dolorosos en violencia sexual en el departamento, en el último año. 

“Los elementos materiales probatorios y evidencia física recaudada por investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) dan cuenta de que el hoy imputado habría cometido los ilícitos con su hija mayor desde el 2015 hasta septiembre del 2023”, indicaron en la Fiscalía al referirse al proceso judicial de violaciones e incesto. El drama de ambas niñas transcurrió en una vivienda del municipio Sevilla, en zona montañosa vallecaucana.

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En la Fiscalía anotaron: “Durante tres años habría sometido también a su hija menor”. Es decir, comenzó a ser víctima de presuntos abusos desde que tenía 5 años. Es por ello, que "la Fiscalía General de la Nación logró que un juez de control de garantías enviara a la cárcel al padre biológico de las dos menores de edad, como presunto implicado de abusar sexualmente de ellas durante ocho años”.

Ante la gravísima situación, el fiscal del caso solicitó orden de captura con personal del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el apoyo de la Policía Nacional, el pasado 14 de noviembre, en una vía pública de Sevilla.

“La Fiscalía le imputó al capturado los presuntos delitos de carnal violento agravado, acto sexual violento agravado, acto sexual con menor de 14 años agravado e incesto. Por decisión del juez, el presunto implicado, quien no aceptó cargos, cumple actualmente, medida de aseguramiento en centro carcelario, mientras sigue el proceso judicial.

Aquel hombre que solía cantar alabanzas en una iglesia cristiana en el centro de Cali es padre de dos hijas. Nadie sospechaba que en su casa amenazaba a la mayor de ellas para tocarla de forma libidinosa y llegar al punto del carnal. 

Todo empezó cuando la niña tenía 12 años. Era el 2013 y al año siguiente ocurrieron las violaciones.

“Cuando la infante completó los 13 años hubo abordajes sexuales que lograba usando la fuerza física y la coacción psicológica sobre ella”, informó el fiscal que llevó el caso. El padre le cubría la boca y le sujetaba los brazos, al tiempo que la amenazaba con hacer lo mismo con su hermana menor, si no accedía a sus caprichos. 

La situación continuó igual hasta que en 2018, cuando ya la niña era una jovencita de 17 años, el caso llegó a la justicia. Fue así, de acuerdo con la Fiscalía en Cali, que el 20 de febrero de ese 2018 se llevó a cabo la audiencia de imputación de cargos por los delitos de actos sexuales violentos con menor de 14 años y carnal violento agravado. En ese mismo año hubo escrito de acusación.

Pero por temor a denunciar tuvieron que pasar cuatro años desde la primera violación. El proceso llegó inicialmente al Juzgado 19 Penal del Circuito en Cali para dar inicio al juicio oral, el 8 de agosto de 2019. El 27 de noviembre de 2023 se culminó con lectura del fallo en contra del cantante de la iglesia hasta que el 22 de mayo de este 2024 le dictaron sentencia de 20 años de prisión sin beneficios. La defensa del acusado interpuso recurso de apelación.

La hija del cantante de la iglesia tiene en la actualidad 23 años y trata de continuar con su vida, aunque cerrar este episodio de dolor que la dejó marcada no es sencillo. En la Fiscalía hubo recomendaciones de que era necesario apoyo psicológico para ella y su familia. 

Durante cinco años, el padre biológico de una menor estuvo abusando de ella. Todo comenzó cuando tenía 9 años. La niña vivía con el padre en Cali. Llegó al punto de que convivían como una pareja.

Las violaciones duraron hasta que era una adolescente de 14 años. El papá de la víctima la celaba y le alejaba todo amigo que buscara ser novio de ella. No entendían que detrás de lo que ocurría en esa casa era una relación incestuosa de un hombre que constantemente amenazaba a su propia hija. 

“La Fiscalía logró establecer que esta persona tocaba y abusaba sexualmente de su hija desde los 9 hasta los 14 años de edad. La víctima convivía con el hoy sentenciado quien ejercía coacción sobre ella, la controlaba y no dejaba que tuviera ningún tipo de relación con otros jóvenes”, informaron en la Fiscalía.

Tras esos años de abuso finalmente, el drama de la menor llegó a los estrados judiciales en la capital del Valle del Cauca.

En mayo pasado fue condenado mediante preacuerdo a 17 años de prisión. El hombre fue sentenciado por los delitos de carnal abusivo con menor de 14 años, actos sexuales con menor de 14 años e incesto, todos con circunstancias de agravación. Esta persona fue capturada y judicializada en agosto de 2023, tiempo desde el cual se encuentra privada de la libertad.

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Es probable que uno de los más grandes casos conocidos porque no muchos hogares revelan hechos de incesto por la presión social fue el ocurrido en 2009, en Bugalagrande, municipio del norte del Valle.

Fue en la vereda La Mina, en el corregimiento de Ceilán, donde un hombre que en esa época tenía 64 años convivía con su propia hija, en ese entonces, de 38 años. Con ella, el sexagenario tuvo siete hijos. En aquel 2009, el menor era de 5 de meses de nacido; seguía otro de 3 años; un hijo más de 6 años; el cuarto, de 11; el quinto tenía 12, y los dos mayores, 16, en ese 2009.

Allí, del ICBF comprobaron que en la vivienda, los hijos de esta pareja incestuosa estaban en condiciones de desnutrición y supervivencia muy complejas. La mamá de la joven de aquella época estaba ausente, como en los casos anteriores de los condenados el mes pasado, en Cali. Las madres no estaban al momento de las violaciones o no vivían en estos hogares.

Allí, inicialmente la mujer aceptó ser hija del sexagenario, pero en el momento de rendir versión ante personal de Unidad de Reacción Inmediata aseguró que siempre le habían dicho que era su padrastro.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Medicina Legal, Fiscalía y Procuraduría, más del 70 por ciento de las denuncias en el Valle por abusos sexuales tiene entre sus víctimas a niños, niñas y a adolescentes. 

En 2023, Medicina Legal manejó 1.393 reportes de menores por abusos sexuales en la región, entre un total de 1.840. De esos 1.393 casos, 1.222 eran mujeres y 171 eran hombres. En Cali, las autoridades contabilizaron 603 mujeres y 68 hombres, todos menores de edad.

De acuerdo con el Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM), que nació como una iniciativa entre la Universidad Icesi y la Fundación WWB Colombia y que recoge información de las autoridades, Cali es la tercera ciudad de Colombia con más denuncias por acoso sexual, acto sexual violento o carnal abusivo contra personas menores de 18 años. 

En la capital del Valle, según datos de la Policía y recolectados por el OEM, entre enero y abril pasados hubo 128 denuncias de menores acosados o abusados sexualmente.

El problema con el incesto es que las entidades del Estado con la Fuerza Pública, así como Medicina Legal o la Procuraduría no discrimina esta información. Los mayores agresores son padrastros, tíos y otros familiares, además de allegados. 

Analistas de la Fiscalía indicaron que muchas veces se debe a un subregistro, casos que no se denuncian, pero no significa que los padres biológicos no sean principalmente responsables al punto de cometer incesto, es decir, abuso sexual hacia una persona, niño o adolescente con el que existe una relación de parentesco por consanguinidad y/o afinidad. Esto es que sostienen relaciones sexuales y no pueden casarse por ley por ser familiares.

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Por este motivo, el cantante de la iglesia no fue acusado de incesto, pero sí de carnal con una menor, debido a que él no había formado una unión, como sí lo hizo el hombre condenado a 17 años de prisión, en mayo. 

La directora del OEM, Lina Buchely, explicó que uno de los rasgos consistentes en violencia de género es el espacio y el origen. “Lastimosamente, los hogares son los lugares más peligrosos para las mujeres y está demostrado en las cifras de violencia intrafamiliar. También en una violencia que ejerce un varón a través de los hijos para ocasionar daños psicológicos o manipulación y están las relaciones penalizadas o incestuosas con relaciones y acosos eróticos sexuales que vienen desde los padres o figuras masculinas de las familias contra niños y niñas". 

Señaló que entre las medidas del Estado está la intervención a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), así como los centros de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) o las rutas de denuncia. También están las casas de acogida, pero aunque funcionan en ciudades como Cali, están distantes del modelo de atención y prevención de países, como Estados Unidos, Canadá o Chile.

Sin embargo, "en el caso de violencias sexuales hay una subdenuncia o un subregistro de acciones importantes por situaciones de afecto que son ambiguas frente al agresor”. 

“La violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes sucede porque existe una cultura patriarcal que propone que tanto niños como mujeres y adolescentes son propiedad de los hombres. Muchos hombres se sienten con el derecho de violentar a las niñas que viven en el interior de sus hogares”, expresó la investigadora de violencia de género Natalia Escobar.

“Algunas cosas que se pueden hacer para mitigar y prevenir abusos y violencias sexual en las viviendas pasan por la educación sexual en los hogares y en las instituciones educativas. Es importante que a niñas y a niños se les hablen de las partes de su cuerpo con el nombre que les corresponden. Por ejemplo, no usar palabras, como pipí, florecita o galletica para referirse a las partes del cuerpo, a los órganos genitales, sino que hay que referirse como pene y vagina para que cuando los niños y las niñas cuando hablen de esas situaciones haya claridad de a qué se refieren”, dijo la especialista.

Añadió que hay explicarles a los pequeños que hay partes del cuerpo que no son normales para ser tocadas. Hay que enseñarles a decir que no. “Existen secretos buenos y secretos malos y estos últimos nunca se acaban, generan mucho miedo y están condicionados”, manifestó la investigadora.

Enfatizó en que se debe estar presto a contestar las preguntas de niños y niñas y cuando hablen de abusos sexuales se les debe creer. Dijo que el Estado no ha logrado una estructura jurídica y legislativa que vaya a la par de la severidad de la violencia en los hogares y hay un pobre a la justicia para los menores víctimas.

La investigadora Escobar explicó, además, que las mujeres tienen una carga enorme, cuando se trata de los cuidados de los niños y las niñas, y sienten que no pueden confiar en muchos familiares varones.

De acuerdo con la Gobernación, hay un esfuerzo continuo por desnaturalizar las violencias contra las mujeres. El gobierno del Valle refuerza las líneas de atención para las víctimas de violencia basada en género.

• Canal psico-orientación departamental 620 3580. Atención de lunes a domingo, de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche.

• Línea Departamental de Salud Mental 106. Atención las 24 horas al día.

• Línea de Orientación a Mujeres Víctimas de Violencia 155.

• Línea única de emergencias 123.

• Línea Departamental Púrpura 317 648 8146.

• Línea Púrpura Cali 318 8611522.

CAROLINA BOHORQUEZ

Corresponsal de EL TIEMPO

Cali