Ana Cristina Rodríguez Patiño sabe que trabajar a pulso durante 17 años con conciencia, dedicación, disciplina y pasión por lo que hace son las claves para alcanzar el éxito que la han llevado a ser la directora de Producción de Azúcar y alcohol en el ingenio Incauca.
Su carrera profesional en la compañía arrancó como practicante en el departamento de producción de azúcar. Es ingeniera química, egresada de la Universidad Nacional de Medellín y tiene una maestría en istración.
A lo largo de su trayectoria en Incauca ha desempeñado diversos roles, como por ejemplo, ser jefe de turno, involucrándose directamente en los procesos diarios. Más adelante se dedicó a la eficiencia energética y a la ingeniería de procesos en el área química. Finalmente, lideró la implementación del proceso orgánico en Incauca.
Actualmente es la directora de Producción de Azúcar y Alcohol, sucediendo a su anterior jefe. Ana Cristina es una mujer apasionada por su carrera, entusiasmada con la idea de llevar a cabo proyectos a gran escala y analizar la información relacionada con los procesos de transformación.
En este momento, está a cargo del liderazgo de más de 360 personas en Incauca, entre empleados directos y contratistas.
Empezó sus prácticas con un cambio tecnológico revolucionario: Ana Cristina participó en un proyecto que transformó la operación de la empresa al reducir el número de equipos de 7 a 1.
Según Incauca, lideró un proyecto en la fábrica que implicó una inversión superior a 20.000 millones de pesos, "mejorando significativamente la eficiencia energética de la compañía".
Implementó y istró el proyecto de azúcar Incauca Orgánica, lo cual fue un paso crucial que la condujo a su cargo actual.
La ingeniera considera que, en la industria, el trabajo y el interés hacen que la diferenciación de género se diluya, ya que los resultados hablan por sí mismos. Es una firme creyente de que, para pertenecer a este sector, el principal motor es la pasión, junto con las creencias y pensamientos que evitan la auto imposición de barreras. Destaca además las diversas capacidades que las mujeres poseen, como la organización y la atención al detalle.
En Incauca ella nunca ha sentido barreras o restricciones por ser mujer, al contrario, es un lugar que incentiva en todas sus formas la participación activa de la mujer.
Afirma que en el sector en general hay un creciente interés por parte de las mujeres en querer ser parte y desempeñarse en la industria, algo que antes no sucedía.
"El principal desafío al liderar un equipo mayoritariamente masculino ha sido cambiar la metodología de trabajo, buscando que los operarios trabajen por convicción, comprendiendo el contexto empresarial y los objetivos a corto, mediano y largo plazo", comenta la directiva.
Dice que la inspira su pequeña hija, de 2 años y medio, así como abrir caminos para otras personas, motivar e inspirar mujeres y jóvenes a trabajar por sus aspiraciones.
La ingeniera le diría a la joven Ana Cristina que llegó hacer sus prácticas a Incauca "llena de miedos e inseguridades por no tener suficiente conocimiento del proceso, que no se preocupe. Que siempre encontrará la forma y a las personas necesarias en el camino para aprender. Le recordaría que siempre estará sostenida por el mundo y que las soluciones siempre llegarán. Hoy en día, le aconsejaría que hable sin miedo y muestre su potencial".
Considera que "las claves para el éxito son liderar con el ejemplo, tener capacidad de adaptación, fomentar el trabajo en equipo, enfrentar los problemas de manera práctica, priorizar el progreso sobre la perfección, mantener una orientación al logro, trabajar con pasión y tener siempre una mentalidad ganadora".
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali