Cali y el Valle del Cauca comienzan lentamente a recuperarse de los dos meses de paro. Ya solo queda un bloqueo, de 26 que llegó a tener la capital del departamento, y escaramuzas en algunas vías.
En la ciudad sigue la concentración en el oriente, en Calipso y ayer las autoridades con delegados de Personería, Procuraduría y Defensoría desbloquearon Puerto Rellena, uno de los puntos más críticos. Aunque hubo disparos, no se reportaron novedades.
Esta semana no hubo nuevas víctimas, pero las protestas dejan en estos dos meses al menos 10 muertos en Cali, según la Alcaldía. Aunque la cifra es menor para la Policía, que da cuenta de ocho homicidios, entre ellos el de un patrullero.
En medio de los focos de protestas que persisten, la recuperación ya está comenzando.
El alcalde Jorge Iván Ospina y el presidente de Metrocali, Óscar Ortiz, explicaron que avanzan las reparaciones del MIO, el principal sistema de transporte, afectado en el 90 por ciento de su infraestructura, pues de 55 estaciones del sistema, 13 quedaron totalmente destruidas y 39 con daños leves.
Hace más de dos semanas se iniciaron las reparaciones y hoy ya están al servicio 32 estaciones y están circulando más de 200 buses de 909 que tiene la flota.
Esto ha permitido aliviar un poco el caos de transporte que sufre la ciudad y todavía sigue el plan de emergencia con las busetas del sistema tradicional que volvieron a operar.
De acuerdo con el presidente de Metrocali, la inversión en la reconstrucción y reparación de daños en el masivo asciende a 55.000 millones de pesos.
Así mismo, el alcalde Ospina dijo que dineros que eran para proyectos viales y de infraestructura, planeados antes del paro se destinarán en la recuperación del sistema de transporte masivo y del sistema de semáforos, pues hubo daños en 86 redes de estos últimos. No obstante, hoy ya funcionan más de 35 redes de semaforización.
Entre los graves daños a la infraestructura en el departamento se encuentra además el ataque contra el Palacio de Justicia de Tuluá, que quedó en cenizas, obligando al cierre de 19 de los 22 despachos, la realización de audiencias virtuales y traslados de casos a la jurisprudencia de Buga. Todavía no se tiene una cifra de cuánto costaría reconstruirlo, pues era patrimonio histórico.
Y a esta lista se suma la Alcaldía y el Concejo de Jamundí, que fueron quemados y cuya reparación ya empezó por parte de la istración, con recursos propios y de la aseguradora.
Otras de las heridas que se demorarán en recuperar son las afectaciones económicas, ya que miles de empresas tuvieron que dejar de producir y vender durante los bloqueos.
De acuerdo con la Cámara de Comercio de Cali (CCC), solo en esta capital las pérdidas están cercanas a los 3 billones de pesos y la tasa de desempleo superaba el 20 por ciento en mayo, cuando se hizo la última medición.
La protesta golpeó a las pequeñas empresas. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) da otro balance no menos alentador: en 21.900 microempresas en el Valle consideraron cerrar definitivamente por los impactos causados por los bloqueos, pues afectaron el traslado de alimentos y materias primas.
En la CCC indicaron que trabajan en programas por el emprendimiento y para jalonar la reactivación de empresas afectadas, entre las 1.708 afiliadas a este organismo, al tiempo que ProPacífico, Unidad de Acción Vallecaucana, Comfandi, fundaciones y otras empresas se unieron para sacar adelante la iniciativa ‘Compromiso Valle’, con el fin de volver a abrir vacantes.
“Es una iniciativa que viene de empresas de todos los tamaños, fundaciones, instituciones y ciudadanos que, después de un proceso de escucha activa que sigue y es dinámico, hemos reconocido las realidades de nuestro territorio vallecaucano”, dijo María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico.
Por ahora, el alcalde Ospina dijo que se sigue avanzando en los diálogos con los manifestantes para levantar el bloqueo pendiente en la capital del Valle con el compromisos de impulsar programas de seguridad alimentaria, empleabilidad y apoyo psicosocial.
Se espera que este domingo se levante el de Calipso, un sector donde fue destruida una terminal del MIO y han muerto cinco personas, entre civiles y uniformados.
Mientras que en Puerto Rellena, la Alcaldía mantiene la propuesta de avanzar en los diálogos, tras el levantamiento de las barricadas, con la llamada Unión de Resistencias Cali (UCR) que se formó con líderes, universitarios, estudiantes y trabajadores.
En los acuerdos para haber levantado los primeros bloqueos se suscribió que los jóvenes manifestantes ayuden con las reparaciones del MIO, así como del centro de salud del barrio Antonio Nariño. Este está cerca de la autopista Simón Bolívar con carrera 39, uno de los puntos donde hasta el martes de esta semana hubo taponamiento de vías.
Los manifestantes de la UCR dijeron que aunque se han levantado estas concentraciones, en sitios como en la autopista Simón Bolívar, seguirán en asamblea permanente. Todo este proceso tiene acompañamiento de Iglesia, Gobernación, ONU y OEA, y ha tenido una controversia jurídica por un decreto de la Alcaldía de Ospina contra el que se emprendió una acción de nulidad y un Juzgado lo suspendió.
No obstante, el Tribunal Contencioso istrativo del Valle lo descongeló a la espera de seguir con los diálogos y los programas sociales prometidos.
CALI
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