Las obras de fortalecimiento del jarillón del río Cauca, en Cali, se iniciaron en agosto de 2014 y siete años después están al 80,7 % de ejecución.
Antes de que concluya el mandato del presidente Iván Duque, el jarillón estará terminado. Así lo informó Raquel Garavito, directora del Fondo Adaptación, entidad que aporta a este macroproyecto, junto con la Alcaldía de Cali, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y Emcali.
El jarillón es una barrera para evitar inundaciones generadas por el río Cauca, que comenzó a construirse desde el siglo pasado.
A la fecha han sido reforzados 22 kilómetros de los 26,1 que componen el jarillón. Debido a esto el área en riesgo de inundación de Cali se ha reducido en 81 %. Durante el Gobierno Duque se han reforzado 14,2 kilómetros (63,6% de la obra).
“Cuando se acabe el Gobierno del presidente Duque, en agosto de 2022, vamos a dejar el jarillón en funcionamiento, si bien porcentualmente en materia de obras habrá un porcentaje pequeño del 3 o 4 % que faltará por terminar en materia de acabados”, explicó Garavito.
Los recursos asignados a este macroproyecto son de $ 975.000 millones, de los cuales, las dos terceras partes (más de $ 660.000) corresponden a inversión del Fondo Adaptación.
Además de las obras físicas, este macroproyecto hace una intervención integral que permitirá proteger a más de 900.000 habitantes del distrito de Aguablanca e, indirectamente, a toda la capital del Valle ante la posible ruptura del jarillón y el consecuente colapso de la planta de acueducto de Puerto Mallarino, la principal de la ciudad.
En ese sentido se busca reducir la vulnerabilidad social con la reubicación de familias que habitan el área del jarillón en Aguablanca y la Laguna El Pondaje. De 8.777 familias en total en el jarillón, 5.038 han sido trasladadas.
“Para 500 viviendas hay recursos asegurados para poder contratar. No lo hemos hecho porque no ha sido fácil conseguir los lotes”, manifestó Garavito.
En el último año se entregaron 340 soluciones de vivienda en proyectos como Río Cauca II, Alamadina y El Pondaje. Para ubicar las 500 familias que faltan hay tres opciones: otros predios en El Pondaje, Santa Elena y un lote rural.
Invasores han tratado de hacer ocupar 250 metros del tramo 5 del jarillón. Sin embargo, no han podido hacer asentamientos, lo cual pondría en riesgo la estabilidad de la estructura.
La invasión al jarillón del río Cauca ha sido constante. Hace tres meses, 1.600 cambuches se instalaron a lo largo de un kilómetro en el muro. Pero al tercer día no había moradores. Se fueron sin saber quién dio la orden de abandonar el lugar, horas antes de la madrugada del 3 de septiembre, cuando 740 funcionarios con delegados de Alcaldía, Policía, Fiscalía, Defensoría del Pueblo y Procuraduría llegaron allí, en un operativo en lo que era Brisas de un Nuevo Amanecer.
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