La familia de Lindsay Stephanie Utima Astaiza pide que se aclare por qué y cómo ella murió en una caída de unos 28 metros en Santiago de Chile.
El clamor es para repatriar el cadáver de la colombiana y traer a su hijo, de 2 años, al que había llevado en busca de oportunidades.
El 29 de octubre de 2022, Lindsay Stephanie Utima Astaiza ajustó sus maletas y cargó a su hijo, de 2 años, en su casa del municipio de Palmira.
Recibió la bendición de su mamá María Edith Astaiza, sus hermanos y otros allegados para empezar una aventura fuera de Colombia.
Viajaba a Chile pensando en ayudar a su familia y en encontrarse con un hombre al que conocía y con el que había sostenido la relación a través de redes sociales.
Con el paso de los meses, la pareja habría tenido sus diferencias y, de acuerdo con allegados, se llegó al punto de agresión física.
Parientes aseguran que se presentó una denuncia por violencia intrafamiliar, pero eso no lo han confirmado autoridades chilenas.
La pareja y el niño residían en el piso 14 de un edificio de Santiago de Chile.
Ella estaba tramitando para que el niño pudiera ser cuidado en una guardería y poder trabajar.
En la mañana del sábado 12 de agosto, Lindsay Stephanie sostuvo su última videollamada con su familia en Palmira.
La mamá dice que la vieron sonriente y esperanzada. Habló con sus hermanos y una tía a la que le comentó lo del trámite en una guardería para el bebé.
Los familiares dicen que no se le notó, entonces, angustiada o triste.
En diciembre doña Edith esperaba viajar a visitarla y cuidar el niño. "Siéntete orgulloso de lo lejos que has llegado y ten fe en lo lejos que puedes llegar", dice el último apunte de la colombiana en redes.
Pero en la noche vino el episodio que para los allegados está lleno de sombras. La joven palmirana se fue al vacío del piso 14 en un edificio. No es claro con quién estaba en esos momentos.
Ferney Ruiz, lider social de Potrero Grande, quien es candidato a la Asamblea del Valle, se une a las voces para que se aclare lo ocurrido y se tramite la repatriación del cadáver.
Los allegados extienden su llamado a los gobiernos local, departamental y nacional. María Edith clama ayuda para traer a su pequeño nieto y repatriar el cuerpo de su hija.
La repatriación del cadáver de la joven cuesta 14 millones, y se requiere el viaje para gestionar el regreso de su hijo menor de edad.
Los familiares esperan apoyo a través del 3186000283
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