En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
'Léanse bien 'Cóndores' y entenderán por qué Tuluá es tan violento'
Emblemática novela del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal cumple cinco décadas de escrita.
El escritor vallecaucano, Gustavo Álvarez Gardeazábal. Foto: Santiago Saldarriaga, EL TIEMPO
Despertarse en las mañanas y ver con espanto muertos en calles de Tuluá bajo una atmósfera de violencia, es uno de los recuerdos fatídicos que impactaron la niñez del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal.
La violencia de ese entonces en este municipio ‘corazón’ del Valle del Cauca, la cual asegura tiene raíces de más de 300 0 400 años, es el ingrediente principal de su obra ‘Cóndores no entierran todos los días’.
Esta emblemática novela del escritor vallecaucano cumple en este 2021 50 años de publicada, razón por la cual, diferentes instituciones del país le rinden de manera continua homenajes por esta creación que incluso, fue llevada al cine bajo la dirección de Francisco Norden y protagonizada por Frank Ramírez (q.d.e.p).
Cóndores no entierran todos los días Foto:
Sin embargo, a pesar de haber sido escrita hace cinco décadas, la situación planteada en ella sigue teniendo cada día más vigencia en la actualidad de Tuluá.
En el pasado Festival de literatura Oiga Mire Lea, Gardeazábal fue el invitado de cierre del evento con un conversatorio sobre su novela. Este acto le dejó gratos recuerdos.
"Es emocionante que 50 años después, en la Biblioteca Departamental, la gobernadora del Valle me imponga la medalla María porque el Valle del Cauca ha sido la tierra de novelistas que armamos nuestro propio nicho como Jorge Isaacs y Andrés Caicedo", cuenta el escritor.
Pero lo que más le emocionó fue recibir la medalla de María, que según le comentaron, era la primera persona en recibirla a pesar de que fue creada hace varios años.
"No deja de ser interesante, emocionante, y más que eso prometedor, porque el Valle ha entendido lo que yo he hecho", añadió el escritor tulueño.
'Visión siciliana de ejercer el poder en Tuluá'
¿Cómo era Tuluá en la época que escribió el libro?
En Tuluá, en vez de gastar la plata en lavaperros o en sicarios, los narcos la estaban invirtiendo en obras demasiado visibles... que era en el fondo una visión siciliana de ejercer el poder.
Tuluá hace 55 años era obviamente distinto a lo que es hoy físicamente, pero su actitud frente a la vida y frente a la muerte ha sido muy particular. Releía en estos días un artículo de la revista Newsweek, cuando fui alcalde en 1989 la primera vez que vinieron a hacerme la entrevista para que yo les hiciera una radiografía de por qué en Tuluá había protección general para los capos del narcotráfico. Le expliqué que en Tuluá, en vez de gastar la plata en lavaperros o en sicarios, los narcos la estaban invirtiendo en obras demasiado visibles que le daban trabajo a todo el mundo, que era en el fondo una visión siciliana de ejercer el poder.
La novela de ‘Cóndores’ lo resalta porque eso es quizá lo eterno de Tuluá. Es muy siciliana la manera de entender de la vida y de la muerte, y del poder económico para poder solucionar angustias.
¿Cuál fue la ‘chispa’ o qué hecho en particular lo llevó a tomar la decisión de escribir el libro?
No fue una chispa, no creo en las iluminaciones, más bien es una conjunción de elementos que se dieron a lo largo de unos cinco a diez años que van desde cuando empecé a tomar conciencia del recuerdo de esos años fatídicos de la violencia vividos en Tuluá como niño de ese espanto que daba salir en las mañanas y encontrar muertos en las calles, del mito que fuimos creando alrededor de la figura de León María, un hombre que con un taco de dinamita en la mano y un 'pucho' en la otra atajó la turbamulta el 9 de abril para que no quemaran el colegio de los Salesianos.
Fue también el hecho de que yo me pusiera a hurgar, preguntándole a testigos, y encontrando archivos periodísticos de una prensa que estaba censurada. Pero fue también mi trabajo de grado en la Universidad del Valle sobre la novelística de la violencia en Colombia comparada con la novela de la revolución mexicana, lo que me permitió valorar el mito que teníamos vivo de León María y que en México lo habían utilizado y que en Colombia habíamos creído que la violencia y los mitos de la violencia eran despreciables y vergonzosos todo eso conjugado es lo que me lleva a escribir Cóndores.
¿La realidad que muestra el libro tiene similitudes con la actual?
Completamente, sino no tendría la vigencia que un libro resista 50 años y se siga editando leyendo y se siga comentando y estudiando. Los muchachos de ahora encuentran una gran capacidad de análisis en esa circunstancia, esto indica que la situación no ha cambiado en Colombia y ha seguido siendo igual en pensamiento, palabra y obra.
Muy curioso que al finalizar la fiesta del libro en Medellín se hizo un debate con cuatro intelectuales sobre por qué ‘Cóndores’ se seguía leyendo 50 años después. Participó un grupo de 20 estudiantes como asistentes, quienes confesaron que eran activos de la primera línea y dijeron que acudían allí para poder manifestar sus simpatías por la forma como Gardeazábal tocaba el tema de la violencia, el tema de la explotación y la justicia, que era idéntico y que a ellos lo llevaban a haber protestado. Realmente me asombra pero realmente es muy claro el parecido para ellos como lo es para quien mire desde el dron de la historia.
¿Qué puede estar pasando con la situación de violencia en Tuluá que se ha venido registrando en los últimos meses?
Tuluá siempre ha sido violento. Tengo un libro que se llama ‘Las guerras que Tuluá’, que cuenta cómo desde los primeros españoles colonizadores que llegaron comenzaron las batallas. Cómo desde antes de que ellos llegaran los indios Pijaos vivieran en feroz guerra con los Motuas que vivían al otro lado del río Cauca. Cuento allí a través de la historia de hace 300 o 400 años, episodios míticos de la violencia en Tuluá.
Ahora veo que cortan cabezas, que la respuesta es cada vez más significativa, que los actos de muerte son actos de siembra de terrorismo. Siempre ha sido así pero además, la capacidad de reacción inmediata que se tiene para usar la muerte como elemento perturbador, o aún más, como elemento acelerador de circunstancias, no ha cambiado.
Se lo he dicho a muchos investigadores y generales que han pasado en los últimos meses por aquí. Entiendan a Tuluá. Tuluá no se la puede medir con las teorías de libro, léanse más bien ‘Cóndores’ y entenderán por qué motivo Tuluá es tan violento.